La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) por sus siglas en inglés, autorizó terceras dosis de las vacunas contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech y Moderna para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, lo que les dio a los médicos más libertad de acción para proteger a quienes no respondieron lo suficiente a una serie inicial de inyecciones.
La autorización de uso de emergencia existentes para las dos vacunas, se aplica a las personas que recibieron trasplantes de órganos sólidos y a otras personas con sistemas inmunitarios igualmente comprometidos, dijo la FDA.
La decisión de la agencia se produjo un día antes de que se estableciera el comité asesor independiente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para considerar y votar si se recomendaba la medida. Es probable que el comité dé su aprobación y los CDC sigan con su propio respaldo de las dosis adicionales.
“La FDA es especialmente consciente de que las personas inmunodeprimidas corren un riesgo especial de sufrir una enfermedad grave “, dijo mediante un comunicado la Dra. Janet Woodcock, comisionada del organismo. “Después de una revisión exhaustiva de los datos disponibles, la FDA determinó que este grupo pequeño y vulnerable puede beneficiarse de una tercera dosis de las vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna“, señaló.
Para el resto de personas fuera del grupo de las inmunodeprimidas y que están vacunadas con la pauta completa, la FDA subrayó que siguen “adecuadamente protegidas y no necesitan una dosis adicional de la vacuna covid-19 en este momento”.
Este aviso llega cuando medios locales han destapado que algunas personas en Estados Unidos están aprovechando la falta de controles rigurosos para recibir una tercera dosis sin que esté aprobado ni recomendado por las autoridades.
Estados Unidos se une así a otros países europeos e Israel que han anunciado que en las próximas semanas empezarán a administrar una tercera dosis a población de riesgo.
Eso pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió la semana pasada a los países ricos una moratoria global a una tercera dosis para que haya vacunas suficientes para inmunizar a al menos el 10 % de la población de cada país y proteger así a quienes están en mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave y morir.
Según los datos oficiales de los CDC, un 59,2% de los estadounidenses ha recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas, y un 50,2% la pauta completa.
Se trata de unos porcentajes bajos para un país que cuenta desde hace meses con vacunas suficientes para toda su población pero que se ha topado con escepticismo y rechazo por parte de algunos sectores, especialmente minorías raciales y conservadores.
Hasta la fecha, han muerto de covid-19 en Estados Unidos 619.093 personas y se han contagiado más de 36 millones, de acuerdo al conteo independiente de la Universidad Johns Hopkins.
UN PROCESO DINÁMICO
El principal epidemiólogo del Gobierno de Estados Unidos, Anthony Fauci, recordó este jueves el proceso de vacunación es dinámico y que todos datos deben ser examinados para adoptar una resolución, aunque destacó que el Gobierno se está preparando ante la eventualidad de administrar una dosis de refuerzo.
“No creemos que los mayores y los no mayores que no sean inmunodeficientes necesiten una vacuna (extra) ahora mismo”, aclaró Fauci.
Sobre la posibilidad de que esta dosis de refuerzo se administre a otros grupos de personas en situación vulnerable, Fauci ha dejado en manos de los CDC esa decisión y ha informado que “tan pronto como” dispongan de más datos se irá actualizando la lista.
“Tan pronto como comprueben que el nivel de durabilidad de la protección ha disminuido, se anunciará la recomendación de vacunar a esas personas”, señaló en referencia a las personas mayores y a aquellas que viven en residencias.
“Si los datos nos demuestran que hay que hacerlo, estaremos muy preparados para hacerlo rápidamente”, añadió.
“Las vacunas todavía están haciendo lo que originalmente se quería que hicieran, mantener a las personas fuera del hospital y evitar que enfermen gravemente”, enfatizó Fauci, quien ha alertado nuevamente del aumento diario de casos de coronavirus, superando la barrera de los 100.000, en especial debido a la variante Delta, mucho más contagiosa.
El epidemiólogo explicó que esta variante puede provocar que las personas contagiadas transmitan la enfermedad, lo que ha llevado recientemente a los CDC a modificar sus recomendaciones sobre el uso de la mascarilla en lugares cerrados. Indicó, además, que el aumento de casos en el país como resultado de la propagación de la variante Delta se puede revertir con vacunas adicionales.
El brote de COVID-19 en Estados Unidos cruzó el pasado fin de semana los 100.000 casos nuevos confirmados diarios, una marca excedida por última vez durante el incremento de infecciones antes del invierno e impulsada por la variante delta del virus, mucho más contagiosa, y bajas tasas de vacunación en el sur.
A finales de junio, Estados Unidos promediaba unos 11.000 casos al día. Ahora el número es de 107.143.
El virus se está propagando rápidamente a través de las personas no vacunadas, especialmente en el sur del país, donde los pacientes están colapsando los hospitales.
El número de estadounidenses hospitalizados con el virus también se ha disparado y la crisis ha empeorado tanto que muchos hospitales vuelven a tener problemas para encontrar camas para pacientes en lugares lejanos
(Con información de EFE)
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