Estados Unidos dijo el martes que donó más de 110 millones de dosis de vacunas anticovid en todo el mundo, mientras el presidente Joe Biden busca contrarrestar el alza de casos por la variante delta.
El anuncio, que sigue al logro tardío de Biden de aplicar al menos una dosis de la vacuna al 70% de la población adulta para el 4 de julio, marca “solo el comienzo” de los esfuerzos de Estados Unidos para ayudar al mundo a combatir el COVID-19, dijo la Casa Blanca.
En un discurso en la Casa Blanca, Biden afirmó que EEUU ha donado más de 110 millones de dosis a 65 países lo que, según las Naciones Unidas, “es más que lo que han donado todos los 24 países juntos que donan cualquier vacuna a otros países, incluidos China y Rusia”, aseguró el presidente.
Biden afirmó que Estados Unidos está comprometido a proporcionar al mundo un “arsenal de vacunas” en la guerra contra la covid-19, y opinó que las donaciones registradas hasta ahora demuestran que las democracias pueden “dar resultados”, frente a “autocracias” como la de China.
El coronavirus ha matado a al menos 4,2 millones de personas desde su aparición en Wuhan a fines de 2019, y Estados Unidos, con más de 613.000 muertos, es la nación del mundo con más víctimas mortales.
La disponibilidad de vacunas hizo que el número diario de nuevos casos se redujera drásticamente en muchos países en los últimos meses, pero la variante Delta, altamente contagiosa, ha estado impulsando el aumento de las infecciones.
Hasta ahora, Estados Unidos envió 111.701.000 dosis a más de 60 países, la mayoría a través de la iniciativa internacional Covax impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero también en colaboración con socios como la Unión Africana o Caricom (Comunidad del Caribe).
“Según las Naciones Unidas, esto es más que las donaciones de todos los demás países combinados y refleja la generosidad del espíritu estadounidense”, dijo la Casa Blanca.
Según el listado de países publicado, que incluye 16 latinoamericanos, los principales beneficiarios han sido Indonesia (8 millones de dosis), Filipinas y Colombia (6 millones de dosis o más), y Vietnam, Bangladés, Pakistán y Sudáfrica (5 millones o más).
En América Latina, además de Colombia, recibieron dosis Guatemala (4,5 millones), México (4,04), Argentina (3,5), Brasil, El Salvador y Honduras (3 millones cada uno), Paraguay, Perú y Ecuador (2 millones cada uno), Bolivia (1,008 millones) y Costa Rica, Haití, Panamá y Uruguay (con 500.000 o más cada uno).
Y el gobierno de Biden dijo que a partir de fines de agosto comenzará a enviar los 500 millones de dosis de la vacuna Pfizer que se comprometió a donar a 100 países en desarrollo.
La Casa Blanca insistió en que Estados Unidos no usa las inmunizaciones contra el COVID-19 para ganarse el favor de otros países. China y Rusia han sido acusados de participar en la llamada “diplomacia de las vacunas”.
Disney, Google, Facebook
Biden destacó los recientes mandatos de vacunación impuestos por empresas estadounidenses a sus empleados, una tendencia creciente, así como el fuerte esfuerzo de las autoridades locales para combatir la pandemia, dijo un funcionario de gobierno.
Gigantes del entretenimiento y la tecnología como Disney, Google y Facebook han dicho que obligarán a su personal a vacunarse.
Mientras tanto, Nueva York anunció el martes que requerirá una prueba de vacunación para quienes asistan a lugares cerrados como restaurantes, gimnasios y espectáculos, lo que la convierte en la primera ciudad importante de Estados Unidos en introducir un pase de vacunación.
El mandatario demócrata busca retomar las riendas de la lucha contra el COVID-19 después de una semana difícil en la que la máxima autoridad de salud del país dio un giro en su política, al recomendar que las personas vacunadas vuelvan a usar mascarilla en lugares cerrados en áreas de alta transmisión de covid.
La Casa Blanca también ha sido criticada, esta vez por la izquierda del campo demócrata, por no haber anticipado el vencimiento de una moratoria a los desalojos de alquileres el sábado. Millones de estadounidenses podrían quedarse sin hogar en medio del resurgimiento de la pandemia.
(Aurélia End - AFP)
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