Ha pasado más de un mes del fatídico 24 de junio en el que se derrumbó la torre Champlain de Surfside, cobrándose la vida de 98 personas, y todavía son más las preguntas que las respuestas.
Lejos está la claridad acerca de qué ocasionó el derrumbe. Pero mientras eso se investiga, hay otras cuestiones urgentes que deben irse resolviendo, como por ejemplo qué hacer con los sobrevivientes que se han quedado sin hogar.
Hasta ahora la mayor parte de ellos ha estado en hoteles y apartamentos temporales, que en muchos casos se los consiguieron las autoridades locales tanto de la municipalidad de Surfside como del condado de Miami Dade. Pero ya es tiempo de dejar la temporalidad de lado y empezar a buscar soluciones a largo plazo.
Entre los seguros y la venta del terreno se espera que queden alrededor de 150 millones de dólares para repartir entre los sobrevivientes y las familias de las víctimas. Pero para que este dinero llegue también falta tiempo.
La organización no gubernamental Global Empowerment Mission (GEM), localizada en Doral, ha lanzado esta semana la tercera fase de su plan de ayuda a los damnificados por Surfside: conseguirles un hogar permanente.
En colaboración con la firma de real estate Douglas Elliman, cuyos agentes inmobiliarios no cobrarán comisiones por su trabajo, están buscando hogares para 35 familias que han quedado en la calle.
La ONG GEM tiene un fondo en el que se recaudaron donaciones. Con ese dinero se le podría proveer a las 35 familias dinero suficiente para que paguen los tres meses de depósito y adelanto que se exige usualmente en los contratos de alquiler. Pero están buscando que la ayuda vaya más allá. Por eso piden nuevas donaciones para poder colaborar no sólo con los pagos iniciales, sino también con parte de las rentas en los próximos meses mientras estas familias logran volver a ponerse de pie.
“Existe un hueco en el medio en este tipo de situaciones. Y ahí es donde las cosas empiezan a ponerse feas”, decía ante la prensa local Michael Capponi, fundador y director ejecutivo de GEM, que ya ha trabajado en otras situaciones de desastre en el pasado como el paso de huracanes y los incendios en la costa oeste. Según explicaba Capponi, apenas ocurre una tragedia se reciben muchas donaciones, pero con el correr de los días el ingreso disminuye. Y los problemas suelen ser a largo plazo.
Hasta el momento, GEM ha recolectado 370 mil dólares en donaciones. En una primera etapa utilizaron parte del dinero para comprar tarjetas pre-pagadas que podían ser utilizadas en supermercados y farmacias, compra de ropa, computadoras y hasta pasajes de avión para que sus familias puedan venir a Miami. En una segunda fase, proveyeron de dinero para apartamentos temporales.
A todas las complicaciones, se suma el hecho de que las rentas han aumentado en todo el sur de la Florida, y no hay tanta oferta en el mercado. Por ende, conseguir un hogar es una misión difícil para estas 35 familias.
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