El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó su indignación y condenó el martes la aparición de una esvástica grabada en la pared de uno de los ascensores de la sede principal del Departamento de Estado.
Las autoridades informaron que iniciaron una investigación sobre cómo el símbolo de la Alemania nazi fue raspado en los paneles de madera de un ascensor en el edificio Harry S. Truman, la sede segura de la diplomacia estadounidense en el centro de Washington.
En un mensaje enviado a todos los empleados del organismo público desde India, donde se encuentra por un viaje diplomático, Blinken definió el episodio como “completamente aborrecible” y dijo que el acto de vandalismo era un doloroso mensaje de que el antisemitismo aún era un problema en los Estados Unidos y en el mundo, y que debía ser combatido sin descanso.
“Como esto nos recuerda dolorosamente, el antisemitismo no ha quedado en el pasado”, dijo la vocera adjunta del Departamento de Estado, Jalina Porter, citando el mensaje de Blinken.
“Sigue siendo una fuerza en el mundo, incluso aquí en casa. Y es abominable. No tiene lugar en los Estados Unidos, en el Departamento de Estado ni en ningún otro lugar. Y debemos ser implacables al defendernos y rechazarlo“, agregó.
“También sabemos por nuestra propia historia y por la historia de otras naciones que el antisemitismo a menudo va de la mano con el racismo, el sexismo, la homofobia, la xenofobia y otras formas de odio”, aseguró en su declaración.
“Ninguna de estas ideologías debería tener espacio en nuestro lugar de trabajo o en nuestra nación”, finalizó.
Blinken dijo que la esvástica, que fue descubierta el lunes, fue removida y que el incidente está siendo investigado.
Hijastro de un sobreviviente del Holocausto y criado en la tradición judía, Blinken ha hecho de la lucha contra el antisemitismo una prioridad desde que asumió el cargo.
El mes pasado en Berlín, él y su homólogo alemán inauguraron un nuevo Diálogo sobre el Holocausto entre Estados Unidos y Alemania destinado a garantizar que no se olviden las lecciones de los nazis.
Blinken advirtió en ese momento que la iniciativa era un “grito de guerra para aquellos que buscan derribar nuestras democracias”.
Vandalismo en una estatua de George Floyd
El mes pasado, el nombre de un grupo de extrema derecha apareció garabateado el jueves en una estatua en homenaje al afroestadounidense George Floyd, días después de que fuera inaugurada en Nueva York.
La estatua, un busto de Floyd, amaneció el jueves cubierta de pintura negra con la inscripción “Patriot Front” (Frente Patriota), un grupo neonazi estadounidense, indicó la policía neoyorquina, que investiga un posible delito racista.
Asesinado por un policía blanco en mayo de 2020 durante su arresto en Minneapolis, George Floyd se convirtió en el símbolo de la lucha contra la violencia policial y contra la discriminación en Estados Unidos.
Con información de AP y AFP
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