La ciudad de Nueva York exigirá a todos sus trabajadores municipales -incluidos los profesores y los policías- que se vacunen contra el coronavirus o que se sometan a pruebas semanales de COVID-19, según anunció el lunes el alcalde Bill de Blasio.
Se espera que la norma abarque a unos 340.000 empleados municipales, lo que convierte a la ciudad en uno de los mayores empleadores de EEUU en tomar esta medida. Aunque no se trata de un mandato de vacunación -ningún trabajador será obligado a vacunarse-, las autoridades esperan que las molestias e incomodidades de las pruebas semanales persuadan a muchos de superar su reticencia a vacunarse.
“Se trata de nuestra recuperación. Se trata de lo que tenemos que hacer para recuperar la ciudad de Nueva York”, dijo de Blasio. “Se trata de mantener a la gente a salvo”.
La fecha límite del 13 de septiembre coincide con el inicio de la escuela pública, cuando el alcalde demócrata ha dicho que espera que todos los alumnos estén en las aulas a tiempo completo. Los trabajadores sanitarios de la ciudad y los empleados de los centros de acogida, como las residencias colectivas, se enfrentarán a plazos más tempranos.
De Blasio ha dicho que no tiene previsto volver a imponer un amplio mandato de mascarilla en interiores, como ha hecho el condado de Los Ángeles. Las máscaras son necesarias en algunos entornos, como el transporte público. Según explicó, los empleados de la ciudad que no estén vacunados deberán llevar máscaras en interiores en todo momento.
La medida se produce en un momento en que la ciudad lucha contra un aumento de los casos de COVID-19 alimentado por la variante delta, altamente contagiosa. Desde finales de junio, la media diaria de nuevos casos ha aumentado en más de un 300%.
La semana pasada, la ciudad había anunciado que iba a imponer la vacunación o la realización de pruebas semanales a los trabajadores del sistema hospitalario de la ciudad.
De Blasio amplió este requisito el lunes e instó a los empleadores privados a adoptar normas similares. “Mi mensaje al sector privado es: vayan tan lejos como puedan ir ahora mismo”, dijo el alcalde. “Insto encarecidamente a que se establezca un mandato de vacunación siempre que sea posible, o lo más cercano a él”.
El número de dosis de vacunas que se distribuyen diariamente en la ciudad ha descendido a menos de 18.000, frente a un pico de más de 100.000 a principios de abril. Alrededor del 65% de los adultos de la ciudad están totalmente vacunados.
Mientras tanto, el número de casos ha estado aumentando durante semanas, y los funcionarios de salud dicen que la variante constituye alrededor de siete de cada 10 nuevos casos.
(Con información de AP)
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