El gobierno de Estados Unidos expresó su “profunda preocupación” por la situación que se vive sobre el terreno en Haití y subrayó que seguirá ofreciendo al gobierno del país ayuda en materia de seguridad, incluido el entrenamiento para su Policía para hacer frente a la violencia.
Así lo apuntó en un comunicado el asesor de Seguridad Nacional del gobierno de Estados Unidos, Jake Sullivan, después de los incidentes ocurridos durante el funeral del presidente asesinado, Jovenel Moise. El lugar donde se celebraba el velorio, cerca de la ciudad norteña de Cap-Haitien, se vio asediado por protestas con quema de barricadas que llevaron a la Policía Nacional a disparar munición y gases lacrimógenos. Según dijo Sullivan en el comunicado, la delegación del gobierno de Joe Biden que acudió al funeral en Haití se encuentra a salvo de vuelta en Estados Unidos.
El asesor de la Casa Blanca insistió en urgir a “todas las partes” a trabajar de manera pacífica y pidió a los líderes del país que reclamen a sus seguidores que se abstengan de recurrir a la violencia. “En este momento crítico, los dirigentes de Haití deben trabajar unidos” y “comprometerse a un diálogo inclusivo” que se traslade a la sociedad, dijo Sullivan. Explicó asimismo que la delegación estadounidense, encabezada por la embajadora Linda Thomas-Greenfield, se reunió con altos cargos del Gobierno haitiano para transmitirles ese mensaje.
Y aseguró que Estados Unidos seguirá prestando asistencia, incluido equipamiento y entrenamiento para la Policía y el Gobierno para que puedan hacer frente a los retos de seguridad.
Adicionalmente, los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional proveerán asistencia en la investigación del asesinato de Moise para encontrar a sus culpables.
El presidente Jovenel Moise fue sepultado este viernes en el panteón familiar en su ciudad natal, en el norte del empobrecido país. El sepelio tuvo lugar después de una misa y una ceremonia en los jardines de la Habitation Village SOS, residencia privada de la familia Moise a las afueras de Cap-Haitien, a la que asistieron la primera dama, Martine Moise, quien resultó herida en el ataque, los hijos de la pareja, el primer ministro, Ariel Henry, funcionarios, allegados y simpatizantes de Jovenel Moise.
El presidente fue asesinado a tiros en su residencia en Puerto Príncipe en la madrugada del 7 de julio, en un ataque de un comando armado integrado por ex militares colombianos que accedió a la vivienda presidencial sin hallar resistencia por parte de los guardias, que deberían haber protegido la vida del presidente.
Al intervenir en la ceremonia civil, su viuda, Martine, pidió justicia para el asesinado presidente, quien, aseguró, “fue abandonado y traicionado”.
“Fuiste brutalmente asesinado. Se ha conspirado contra ti. Te odiaban, te lanzaron veneno”, dijo Martine visiblemente afectada. Y afirmó que “las aves de rapiña” que mataron a su marido el pasado 7 de julio “siguen corriendo por las calles. Ni siquiera se esconden. Están ahí observándonos y escuchándonos”.
Moise recibió 12 impactos de bala durante el ataque que acabó con su vida el miércoles, según afirmó el juez de paz encargado del informe forense.
Por el momento, 26 personas han sido arrestadas, incluyendo 18 colombianos, en su mayoría militares retirados, así como 2 policías haitianos y 6 civiles, algunos de ellos con doble nacionalidad estadounidense. Entre los detenidos está Christian Emmanuel Sanon, un médico haitiano residente en Estados Unidos y quien, según las autoridades haitianas, es el cerebro de la operación que acabó con la vida de Moise.
Otros tres colombianos murieron en tiroteos con la Policía haitiana que tuvieron lugar en los dos días posteriores al crimen. Al menos diez sospechosos están prófugos, entre ellos cinco colombianos y otros cinco haitianos, estos últimos acusados de participar en la planificación.
(Con información de EFE)
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