El número de nuevos casos de coronavirus ha aumentado en los 50 estados del país por cuarto día consecutivo, en cifras basadas en promedios de siete días. Este tipo de aumento en los contagios no se veía desde el pico que se dio en la primavera de 2020, que en el hemisferio norte va desde marzo hasta junio. El sábado se reportaron 31.281 nuevos casos en el país, con 22.080 personas hospitalizadas y 272 fallecidos.
En algunos casos la situación es más preocupante que en otros. En Rhode Island, por ejemplo, según datos de la universidad John Hopkins, el número de contagios se triplicó de una semana a la otra. En Maine y Vermont, dos de los estados con los más altos números de vacunación, las cifras estuvieron cercanas a triplicarse. En Massachusetts, Alaska y Kentucky, el número se duplicó en la última semana. Mientras que en Minnesota, Florida y Texas, las cifras estuvieron cerca de duplicarse.
Siempre se supo que con la vacuna las personas podían seguir contagiándose, pero con casos más leves. Y si bien las autoridades médicas siguen indicando que este es el caso, preocupa que con la expansión de la nueva variante Delta, aumenten también los fallecimientos a consecuencia del virus. Tras el pico más bajo desde el comienzo de la pandemia, que se logró hace dos semanas atrás, el número de muertes a consecuencia del COVID 19 aumentó un 24,7 por ciento en los Estados Unidos. En este momento, la variante Delta es la más encontrada en el país.
En este contexto, un alto porcentaje de la población en los Estados Unidos ha elegido no vacunarse. Por meses ya, la vacuna ha estado disponible para quien la quiera, siempre y cuando sean mayores de 12 años. Sin embargo, al día de hoy solo el 49,1 por ciento de la población ha recibido la inmunidad completa (es decir, dos dosis si son necesarias).
De acuerdo con una encuesta realizada por la consultora YouGov, el 90 por ciento de los que deciden no vacunarse lo hacen porque temen más a las consecuencias de la vacuna, que a los efectos del virus si es que lo contraen.
La cadena CBS realizó su propia encuesta para intentar entender el comportamiento de los estadounidenses con respecto a la vacuna. Los no vacunados son los que menos temen a la nueva variante Delta.
El 48 por ciento de los que no están vacunados, o al menos no completamente vacunados, respondió estar preocupados por la variante Delta. Sin embargo, entre quienes están completamente vacunados, el 72 por ciento respondió temerle a la nueva variante del virus, inclusive sabiendo que tienen menos riesgo al tener anticuerpos.
Cuando en la misma encuesta se le preguntó a los no vacunados por qué no se inoculaban, el 53 por ciento dijo estar preocupado por los efectos secundarios. De ellos, el 50 por ciento dijo no confiar en el gobierno federal, mientras que el 45 por ciento aseguró no creer en la ciencia.
Por otra parte, el 68 por ciento de los estadounidenses ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
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