Estados Unidos advirtió el viernes a sus empresarios sobre los “riesgos crecientes” de operar en Hong Kong, importante centro financiero internacional de larga data, debido a las restricciones impuestas por China.
También impuso sanciones a siete funcionarios chinos de Hong Kong tras indicar que Pekín debía pagar un precio por la imposición hace un años de una dura ley de seguridad en la antigua colonia británica devuelta a China en 1997.
“Pekín ha socavado la reputación de Hong Kong como gobierno responsable, transparente y respetuoso de las libertades individuales y rompió su promesa de mantener el alto grado de autonomía de Hong Kong sin cambios durante 50 años”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.
“Hoy enviamos un mensaje claro de que Estados Unidos apoya decididamente a los hongkoneses”, agregó.
En una esperada advertencia, el gobierno de Joe Biden alertó del incremento de riesgos -derivados de la ley de seguridad- que “podrían afectar negativamente a las empresas y las personas que operan en Hong Kong”.
La ley, que prohíbe la subversión y otros delitos contra el estado, fue impuesta en junio de 2020 tras protestas masivas para exigir la preservación de los derechos fundamentales prometidos por China al territorio antes de su devolución por parte de Londres.
Las empresas “deben ser conscientes de los posibles riesgos de reputación, regulatorios, financieros y, en ciertos casos, legales asociados con sus operaciones en Hong Kong”, indicó.
No obstante, el aviso reconoció que Hong Kong “conserva muchas distinciones económicas” respecto del continente, incluidas protecciones más estrictas de la propiedad intelectual.
Destacó el cambio de clima que implicó la nueva ley de seguridad, incluyendo el arresto del ciudadano estadounidense John Clancey, un reconocido abogado de derechos humanos.
Bajo la ley decenas de personas han sido acusadas, entre ellos el magnate de medios Jimmy Lai, ex legisladores y activistas prodemocracia.
Nuevas sanciones
Estados Unidos también señaló mayores riesgos para la privacidad de los datos así como la falta de transparencia y acceso a la información, destacando el cierre del periódico prodemocracia Apple Daily.
Asimismo, indicó que las empresas estaban en mayor riesgo de ser alcanzadas por las sanciones estadounidenses dirigidas en particular a los bancos si trabajan con la policía china u otras instituciones consideradas cómplices de las restricciones a la autonomía de Hong Kong.
En las sanciones de este viernes, Blinken dio cuenta del bloqueo de intereses o propiedades en Estados Unidos de siete subdirectores de la Oficina de Enlace, que representa a Pekín en el antiguo territorio británico.
Washington, cuyas relaciones con China se deterioraron drásticamente en los últimos años, ya había impuesto sanciones a altos funcionarios, incluida la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, alineada con Pekín, quien admitió que las medidas le causaron problemas para usar sus tarjetas de crédito.
Xia Baolong, director de la Oficina china de Asuntos de Hong Kong y Macao, dijo el viernes que las sanciones “sólo evocarán nuestra ira”. Sería como “levantar una piedra para dejarla caer pesadamente sobre sus propios pies. ¡El largo río de la historia ha demostrado innumerables veces que la victoria debe pertenecer al indomable pueblo chino!”, dijo Xia en un discurso.
En un comunicado tras la advertencia estadounidense, la oficina del comisionado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China en Hong Kong dijo que Estados Unidos estaba tratando de “engañar” a las empresas internacionales. “Los visionarios del mundo mantendrán la vista clara, no se dejarán engañar por los trucos estadounidenses y tomarán la decisión correcta”, dijo.
Hong Kong surgió como uno de los principales centros comerciales del mundo gracias a sus leyes favorables a los negocios, el respeto por el estado de derecho y la proximidad al vasto mercado chino. Pero desde la imposición de la nueva ley de seguridad, un número creciente de empresas internacionales anunciaron planes para dejar o reducir su personal en Hong Kong.
(Por Shaun Tandon - AFP)
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