El gobierno de Biden reiteró este lunes las acusaciones de genocidio contra China por la represión de los musulmanes uigures y otras minorías en la región noroeste de Xinjiang. También advirtió sobre posibles sanciones a Eritrea, Etiopía, Myanmar y Sudán del Sur por limpieza étnica en los conflictos en los que están involucrados.
El anuncio se hizo luego de la publicación del informe anual del Departamento de Estado al Congreso sobre la prevención del genocidio y atrocidades, que pide al gobierno federal que describa las medidas que está tomando para prevenir y detener tales acciones en el exterior.
“Esta administración defenderá y protegerá los derechos humanos en todo el mundo y reconoce que la prevención de atrocidades es un interés central de seguridad nacional y una responsabilidad moral fundamental”, dijo.
Estados Unidos reitera sus denuncias sobre las acciones de China contra los uigures, las cuales constituyen un “genocidio”. Las denuncias contra China fueron por primera vez formuladas por la administración del ex presidente Donald Trump, al igual que la determinación de que Myanmar estaba involucrado en una “limpieza étnica” contra los musulmanes rohyinga en su estado norteño de Rakhine.
En el informe también también señala la determinación del secretario de Estado, Antony Blinken, de que “la República Popular China está cometiendo genocidio y crímenes de lesa humanidad contra los uigures, que son predominantemente musulmanes, y miembros de otros grupos minoritarios étnicos y religiosos en Xinjiang”.
Esos delitos incluyen encarcelamiento, tortura, esterilización forzada y persecución, según el informe. La administración del presidente Joe Biden ha cumplido y ampliado las sanciones de la era Trump por las presuntas atrocidades, advierte el informe.
El informe también señala que Myanmar sigue en particular riesgo de genocidio. Sobre lo que sucede en el país asiático, Estados Unidos continuará coordinando con aliados y socios para presionar al régimen militar para que detenga toda la represión, incluidas las medidas contra la disidencia que siguió a un golpe en febrero, así como la violencia contra los rohingya.
El informe también critica a Eritrea y Etiopía por la limpieza étnica en su represión contra la disidencia en la región occidental de Tigray. Blinken en marzo le dijo al Congreso que las acciones allí equivalían a una “limpieza étnica”. Desde entonces, la administración ha exigido la retirada total de las fuerzas eritreas de Tigray y ha impuesto prohibiciones de viaje a ciertos funcionarios.
En otras partes de África, el informe citó el deterioro de las condiciones en Sudán del Sur, donde dijo que el gobierno “ha perpetrado ejecuciones extrajudiciales, incluidos asesinatos de civiles por motivos étnicos, violencia sexual generalizada y uso de alimentos como arma de guerra”.
“Los responsables de violaciones de derechos humanos en Sudán del Sur deben rendir cuentas”, dijo.
El informe dijo que la administración Biden continuará apoyando los esfuerzos para llevar a los militantes del Estado Islámico ante la justicia por las atrocidades cometidas contra las minorías religiosas en Irak y Siria. También reiteró el compromiso de Estados Unidos de hacer que el dictador sirio Bashar Assad y su gobierno rindan cuentas por los abusos.
(Con información de AP)
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