Lo que pasa en Cuba repercute en Florida y, particularmente, en Miami. Los miamenses han salido masivamente a las calles en apoyo al pedido de libertad que se ve en las calles de Cuba, pero ahora la protesta ha llegado también al agua.
Sin una organización que los coordine, y fundamentalmente auto-convocados a través de las redes sociales, decenas de floridanos se están subiendo a embarcaciones privadas para cruzar el estrecho de la Florida y llegar a doce millas de Cuba, en el límite de aguas internacionales.
“Hay demasiada presión. Policía enviada por los comunistas para enfrentarse a la gente que está pidiendo libertad. Ese es un país donde la gente no tiene esperanza de ningún tipo. La gente está haciendo una protesta pacífica y ellos responden reprimiendo. No aguantamos más, es el momento de ir y luchar con nuestro pueblo. Espero que Estados Unidos entienda que voy a defender al pueblo en el que nací”, decía a Infobae Alejandro Morúa, un habanero que lleva 13 años viviendo en Miami y que hoy se sube a uno de los barcos que están saliendo de la marina Pelican de Miami, con rumbo a la isla que lo vio nacer.
En el barco llevan medicinas y comida para entregar en Cuba, en caso de que puedan acercarse a la orilla. Algo que, aseguran, sólo harán si desde el gobierno de los Estados Unidos les dan luz verde.
“Estamos dolidos porque pensamos que íbamos a tener más apoyo del presidente de este país. Pero igual vamos a llevar fuegos artificiales para que se vean desde el malecón”, agregaba Morúa.
El tiempo no los acompaña. Las condiciones climáticas son inestables y las lluvias intensas, pero eso no les genera miedo.
“Si el capitán es experimentado, podemos enfrentar cualquier tormenta”, afirmaba Lázaro Jerry Alboniga, quien estará al frente de una de las embarcaciones. Hasta el momento se calcula que han salido unos 30 barcos particulares con rumbo al límite entre aguas internacionales y aguas cubanas.
“Nadie pide dinero. Solo pedimos libertad, y estamos acá para apoyar a nuestros hermanos”, declaraba Joe Giménez, quien está a la espera de que lleguen unos amigos con un barco desde Tampa para subirse con ellos y seguir rumbo sur.
La guardia costera de los Estados Unidos manifestó su apoyo a quienes están ejerciendo su derecho fundamental a la libertad de reunión y expresión en la isla, pero desanimó a los particulares a que se lancen al mar, al menos sin autorización de navegación.
El contraalmirante de la guardia costera, Eric Jones, destacó que “la travesía es peligrosa e implacable” y que en la últimas semanas al menos 20 personas murieron al intentar cruzar el estrecho de la Florida, en su mayoría los llamados balseros cubanos.
Las condiciones de quienes salen desde Florida son diferentes a las de aquellos saliendo de Cuba a escondidas del régimen. Por empezar, las embarcaciones suelen ser mejores y los capitanes experimentados. Además, muchos de ellos han advertido de su travesía a la guardia costera y contarán con algún tipo de custodia.
“Sabemos que nos seguirán de cerca desde la guardia costera, aunque no estoy seguro de hasta qué punto estarán con nosotros”, contaba a Infobae el capitán Alboniga.
Por su parte, la guardia costera también está monitoreando la posibilidad de que haya un aumento en el número de personas intentando llegar a Florida desde Cuba por el mar.
“Junto a nuestros socios locales, estatales y federales estamos monitoreando cualquier actividad que pueda indicar incrementos en la corriente migratoria insegura e ilegal en los estrechos de Florida”, dijo en un comunicado Jones.
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