Vacunas para Venezuela: el paso audaz que ya decidió Estados Unidos y que busca cómo implementar

El país no apareció en la lista inicial de receptores de la donación por parte del gobierno de Joe Biden, pero la Casa Blanca no quiere dejar de asistir a los venezolanos

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El presidente de Estados Unidos,
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. EFE/Oliver Contreras/Pool

Washington DC - Nicolás Maduro cree que el de los Estados Unidos es un gobierno de “miserables que odian y desprecian a Venezuela”. Lo dijo hace unas semanas al comprobar que su país no figuraba en la lista de aquellos que están recibiendo vacunas como donación. Más allá de la pirotecnia verbal del jefe del régimen venezolano, la realidad es otra: Estados Unidos ya decidió hacer llegar vacunas a los venezolanos.

La operación no es sencilla. Un mes atrás, Infobae planteó una pregunta a Gayle Smith, coordinadora global de respuesta al covid-19 del gobierno de los Estados Unidos, durante un encuentro en Washington.

¿Está pensando Washington en donarle vacunas a Caracas, pese a la enorme distancia política entre los dos países? La pregunta puso visiblemente nerviosa a Smith, encargada de administrar las millonarias donaciones de vacunas a países de ingresos bajos y medios que está haciendo el gobierno de Joe Biden. Smith es una de las funcionarias que contribuyen a cincelar un rostro amable a unos Estados Unidos que quieren volver a ser el principal e indiscutible actor en la región.

“Nuestra visión es que las vacunas deben estar disponibles para los ciudadanos en todas partes si queremos terminar con la pandemia. Si seremos nosotros quienes las provean o no, eso es otra historia. Así que no puedo hablar sobre aspectos específicos, pero creo en principio que las vacunas deben estar disponibles en todas partes”.

¿No hubo realmente debate sobre el tema en el gobierno? ¿No circuló la idea? Smith recibió con tensión añadida la repregunta y buscó escabullirse en la respuesta: “No voy a entrar a referirme a las discusiones internas que hemos tenido acerca de cómo distribuir las vacunas. Pero puedo decirle cuáles son los ejes. Uno es que creemos que las vacunas deben estar disponibles en todas partes. Y como Estados Unidos que somos, haremos todo para maximizar la cobertura. Coordinando con otros países y ofreciendo donaciones”.

Gayle Smith habla durante su
Gayle Smith habla durante su asunción como coordinadora de los esfuerzos globales de EEUU para proveer de vacunas a todo el mundo (REUTERS/Al Drago)

El debate en el gobierno de Joe Biden terminó en una decisión, según pudo confirmar Infobae con diferentes actores vinculados al tema en Washington y Caracas: llevar vacunas a los venezolanos que viven en Venezuela (la ONU estima que seis millones habrán emigrado a fines de este año), un paso que es una apuesta política mayor, y por eso tan difícil y delicada.

“En dos años, cada país del mundo va a dar un discurso, y hay solo tres posibles: agradecemos a Vladimir Putin por resolver nuestro problema de covid, queremos agradecer a Xi Jinping por resolverlo o queremos agradecer a Estados Unidos y a Occidente”, señaló a Infobae Daniel Runde, ex alto funcionario de George Bush (hijo) en la ayuda al desarrollo.

“Mi preferencia es que todos los países del hemisferio occidental, incluso Venezuela, pronuncien el tercer discurso, que le agradezcan a Estados Unidos y Occidente”, añadió el hoy vicepresidente senior del Centro Internacional de Estudios Estratégicos (CSIS), uno de los think tanks más influyentes de Washington.

“Resolver esto es el gran premio estratégico de la primera mitad del siglo XXI. Otorga licencia para ser hegemónicos. Esa licencia para Estados Unidos está en riesgo si no resolvemos el problema global del covid. Biden designó a Gayle Smith, que es una persona extraordinaria. Sería muy bueno, un gesto de grandeza de los Estados Unidos, no politizar el tema. La gente de Venezuela nunca se va a olvidar si Estados Unidos dona, se van a acordar de nosotros en 50 años”.

El semanario “The Economist” cree que Estados Unidos y Occidente se estarían perdiendo “la oportunidad del siglo” si no liderasen la inoculación masiva en aquellos países del mundo que no pueden acceder a las vacunas. “Sería no solo económicamente tonto, sino también una falla moral y un desastre diplomático”.

Felipe Solá, canciller de Argentina, un país que mantiene una postura ambigua hacia el régimen de Maduro y dejó de reconocer al gobierno de Juan Guaidó, dijo a Infobae en su reciente paso por Nueva York que apoya la donación.

“Absolutamente. Yo creo que cuando un pueblo está como el venezolano, que está en una situación muy negativa, la donación de vacunas no la veo para nada negativa. También el acceso, la posibilidad de la compra. Estoy de acuerdo con que haya 500 millones de vacunas que Estados Unidos dona a decenas y decenas de países que son pobres, pero queremos que también haya, y lamentamos que no esté Venezuela, una política para los países de renta media”.

El doble comando de Venezuela -el régimen de Maduro y Guaidó como presidente encargado- dificulta la llegada de las vacunas al país, pero el Departamento del Tesoro norteamericano está por dar un paso importante: liberar dinero venezolano, en su momento embargado, para que Guaidó pueda pagar la logística para distribuir vacunas en el país.

Una enfermera aplica una dosis
Una enfermera aplica una dosis de una vacuna contra la covid-19, en la Villa Deportiva del Zulia en Maracaibo. EFE/Henry Chirinos/Archivo

Cadena de frío y distribución, dos aspectos esenciales

Con las vacunas solo no alcanza. Son millones de dólares que irán en forma directa a Unicef y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para asegurarse de que las vacunas no se echen a perder.

Poner el tema en manos de Unicef y la OPS es también una forma de “ayudar a que la vacunación sea accesible y despolitizada, y no una herramienta de control social o un dulce preciado por la corrupción”, señalaron en Washington fuentes del gobierno de Guaidó.

Mientras tanto, Maduro continúa su pelea con los responsables del mecanisno Covax. La semana pasada pidió que envíe las vacunas anticovid prometidas a Venezuela o, de lo contrario, le “devuelvan el dinero”.

“Ya basta de burla contra el pueblo de Venezuela del sistema Covax, alguien tiene metida la mano ahí para que no vengan las vacunas a Venezuela”, señaló tras su ultimátum el mandatario venezolano a través del canal estatal VTV.

En junio, el régimen venezolano denunció que parte de los recursos depositados para la adquisición de las vacunas anticovid a COVAX habían sido bloqueados por un banco internacional y estaban bajo investigación.

Son doce millones las vacunas que deben llegar a través del fondo Covax que administran la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OPS, pero hay además otra cantidad de vacunas, aún indeterminada, que el gobierno de Biden quiere enviar a Caracas con su marca. Lo que aún debe definirse es cómo las hará llegar.

Observadores internacionales que siguen la realidad venezolana desde Washington y Caracas señalaron a Infobae que la llegada de vacunas donadas por Estados Unidos sería algo sumamente importante ante las “señales cruzadas” entre Caracas y Washington para “crear un espacio de negociación directa”.

El líder opositor venezolano, Juan
El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, ofrece una rueda de prensa, el 19 de mayo de 2021, en Caracas (Venezuela). EFE/MIGUEL GUTIERREZ

Eso sí, advierten: si se aspira a abrir una vía de negociación, la llegada de vacunas a Venezuela no debe ser “a cambio de nada”. Se debe evitar “la politización del asunto”. Y mencionan la experiencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas como un modelo de camino posible.

“Lo que nos ha comunicado la administración (estadounidense) es que Venezuela está dentro de los países a los que tienen pensado donar vacunas”, confirmó a Infobae Miguel Pizarro, comisionado en las Naciones Unidas del gobierno de Guaidó. “El camino para Venezuela, así como ha sido para otros países, es recibirlas a través del mecanismo Covax o mecanismos de agencias humanitarias para garantizar su acceso y su implementación. La decisión del cuándo depende de la planificación de los envíos del lado americano”, añadió.

Estados Unidos apunta a ser un actor en la mejora de la situación sanitaria en Venezuela y a pavimentar el camino que mencionó Runde: que los venezolanos le agradezcan a Occidente y no a Rusia y China. Un paso consistente con lo que ya anticipó el 15 de junio la administración Biden en la cumbre con la Unión Europea.

19-04-2021 El presidente del PMA,
19-04-2021 El presidente del PMA, David Beasley, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro POLITICA TWITTER PRENSA PRESIDENCIAL VENEZUELA

“Estados Unidos y la Unión Europea representan a 780 millones de personas que comparten valores democráticos y la mayor relación económica del mundo. Tenemos la oportunidad y la responsabilidad de ayudar a las personas a ganarse la vida y mantenerlas seguras, luchar contra el cambio climático y defender la democracia y los derechos humanos. Después de la Segunda Guerra Mundial, sentamos las bases de la economía mundial y del orden internacional basado en normas, sobre la base de la apertura, la competencia leal, la transparencia y la responsabilidad. Algunas de las reglas necesitan una actualización: para proteger nuestra salud, nuestro clima y el planeta, para garantizar que la democracia funcione y la tecnología mejore nuestras vidas”, dice la declaración en sus primeras líneas.

Y luego Estados Unidos y la UE van a lo concreto en lo que se refiere a la región. En el punto 4 se propone “poner fin a la pandemia de Covid-19 mediante la cooperación mundial (...) Nos comprometemos a seguir apoyando el mecanismo Covax y a animar a más donantes para que haya 2.000 millones de dosis de vacunas disponibles en todo el mundo para finales de 2021. Aspiramos a vacunar al menos a dos tercios de la población mundial para finales de 2022”.

Es muy relevante también el punto 32 de la declaración conjunta: “Nos comprometemos además a reforzar nuestra cooperación con los países de América Latina y el Caribe para apoyar la recuperación socioeconómica, abordar la vulnerabilidad económica e impulsar una gobernanza democrática más sólida, incluido el apoyo a un resultado negociado que conduzca a unas elecciones libres y justas en Venezuela”.

Las vacunas para los venezolanos que viven en Venezuela tienen así, el fin último de contribuir a desbloquear la situación política en el país. Pero, para que eso sea posible, hay que hacerlo con discreción y delicadeza, de modo de poner de acuerdo a los dos poderes que se disputan el control de la vida de los venezolanos. La pandemia podría lograrlo.

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