El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó las previsiones de crecimiento económico de Estados Unidos al 7% este año, la mayor tasa de expansión anual desde 1984, aupada por “el apoyo fiscal y monetario sin precedentes” y la reducción de los casos de coronavirus gracias a la avanzada campaña de vacunación.
“Son buenas noticias para el resto del mundo”, señaló en una rueda de prensa este jueves la directora de la institución, Kristalina Georgieva, en alusión el peso específico de Estados Unidos y la capacidad de arrastre como primera economía mundial.
Georgieva precisó que las previsiones asumen la aprobación legislativa de los dos ambiciosos planes de infraestructura propuestos por el presidente estadounidense, Joe Biden, a lo largo de este año. Sin embargo, si el Congreso no aprueba la legislación o reduce drásticamente su tamaño, el impulso del crecimiento se verá afectado.
El FMI, con sede en Washington, sostuvo que hay “evidencia empírica sólida de los beneficios sociales” de tales programas y resaltó que “se justifica un aumento permanente de los impuestos sobre las ganancias corporativas y sobre los hogares de altos ingresos” para pagarlos.
Hace apenas tres meses, el FMI calculó una expansión del 6,4% para Estados Unidos este año.
“Los ahorros serán utilizados, la demanda volverá para los servicios en persona y los inventarios agotados serán reconstruidos”, indica el informe de revisión anual de la economía estadounidense, que apunta que el “fuerte” rebote se mantendrá en 2022 con un crecimiento esperado del 5%.
Sobre las recientes subidas de precios, el FMI señaló que son “significativas” pero “transitorias”, por lo que tras acercarse al 4% este año, poco a poco irán retrocediendo hasta situarse alrededor del 2,5% en 2022.
A pesar de que la institución aplaudió las políticas del presidente Biden para apoyar a la economía, expresó también su “preocupación significativa” por el hecho de que no haya levantado los aranceles sobre bienes como el acero y el aluminio impuestos por su predecesor, el republicano Donald Trump.
Sin embargo, reservó sus comentarios más duros para las políticas comerciales de Biden, y afirmó que eliminar las barreras comerciales ayudaría a apoyar su agenda centrada en los trabajadores. “Es de gran preocupación que muchas de las distorsiones comerciales introducidas durante los últimos cuatro años sigan vigentes”, expresó el Fondo.
Biden ha mantenido los aranceles impuestos por Trump sobre el acero y el aluminio, “así como una variedad de productos importados de China”. “Estas políticas deben reconsiderarse. Las restricciones comerciales y los aumentos de aranceles deben revertirse”, indicó el informe.
Por su parte, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), informó que la cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo en Estados Unidos bajó la semana pasada a 364.000 comparada con la de 415.000 en la semana anterior.
El promedio de solicitudes en cuatro semanas, una media que compensa los altibajos semanales, se ubicó en 392.750 comparado con el de 398.750 hasta la semana anterior.
El relajamiento de las restricciones en las actividades económicas por la pandemia de coronavirus y el incremento de las vacunaciones, acompañado por los subsidios aprobados por el gobierno, han fortalecido la demanda de mano de obra.
El reporte indicó que en la semana que concluyó el 19 de junio había 3,47 millones de personas que percibían esa prestación social, comparado con 3,41 millones en la semana anterior.
Las solicitudes del subsidio por desempleo, que tenían un promedio semanal de alrededor de 205.000 trámites antes del comienzo de la pandemia saltaron a 6,8 millones en la última semana de marzo de 2020 y desde entonces han ido disminuyendo gradualmente.
Mañana viernes se da a conocer el dato de desempleo correspondiente al mes de junio, después de que cerrase mayo en el 5,8%.
(Con información de AFP y EFE)
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