Recientes ejercicios militares realizados por Rusia en el océano Pacífico Central encendieron las alarmas en Estados Unidos. Las actividades marítimas y aéreas, desarrolladas cerca de la isla estadounidense de Hawai, incluyeron simulacros de ataques contra portaaviones enemigos.
La fuerte presencia de la Flota rusa llevó a las autoridades norteamericanas a enviar a la zona portaaviones y cazas furtivos F-22A Raptor de la Fuerza Aérea, según indicó el portal The Drive.
Pese a que el Ministerio de Defensa ruso publicó en las últimas horas un informe sobre estas maniobras, se desconocen los detalles y objetivos detrás del amplio despliegue de la flota rusa.
El ataque simulado con misiles de crucero fue llevado a cabo por el crucero de misiles guiados Varyag, las fragatas Marshal Shaposhnikov y Admiral Panteleyev, y las fragatas de clase Steregushchy Sovershenny, Gromkiy y Aldar Tsydenzhapov.
De acuerdo a lo detallado por diversos medios especializados en el tema, “la punta de lanza” de la presencia de la fuerza operativa rusa es el Marshal Krylov, un buque de instrumentación de alcance de misiles no armado que está diseñado para situarse a distancia de una prueba de misiles de largo alcance y observar con su radar de seguimiento de misiles Ship Globe. También cuenta con radares de búsqueda en globo y en superficie/aire, un sistema de comunicaciones por satélite Tayfun-2 y un conjunto de comunicaciones Shtorm.
En las maniobras también participaron un submarino de la Armada rusa sin nombre y un par de cazas Tu-142MZ Bear-F Mod. 4, que operaban desde la Base Aérea de Yelizovo, en la península de Kamchatka, y que fueron escoltados por interceptores MiG-31BM Foxhound.
Los dos destacamentos de barcos, que operaban a una distancia de casi 480 kilómetros entre sí, “llevaron a cabo las tareas de detectar, contrarrestar y lanzar ataques con misiles contra un grupo de ataque de portaaviones de un enemigo simulado”, anunció el Ministerio de Defensa ruso. Además, el grupo especial también probó su preparación para misiones antiaéreas y antisubmarinas.
El Ministerio de Defensa ruso indicó que los ejercicios se desarrollaron a unos cuatro mil kilómetros al sureste de las islas Kuriles. Medios de comunicación norteamericanos señalaron que los buques de guerra rusos realizaron sus maniobras entre 500 y 800 kilómetros al oeste de las principales islas de Hawai.
Un funcionario norteamericano manifestó al portal Honolulu Star Advertiser, bajo anonimato, que el ejercicio naval ruso tuvo lugar “a varios cientos de millas al oeste del Estado de Aloha”.
Imágenes satelitales divulgadas en las redes sociales muestran a los buques de la Armada rusa a sólo 35 millas náuticas (64 kilómetros) al sur de Honolulu, Hawai, el 19 de junio. Los barcos habrían sido escoltados por tres destructores de la clase Arleigh Burke de la Armada estadounidense y un cúter de la clase Sentinel, de la Guardia Costera de Estados Unidos. Esas imágenes, no obstante, no son concluyentes.
Los aviones Tu-142 de la Armada rusa habrían pasado más de 14 horas en el aire, recorriendo más de 9.000 kilómetros.
El comunicado del Ministerio de Defensa ruso también detalla que el simulacro de ataque con misiles se llevó a cabo tanto desde buques de guerra de superficie como desde el aire, aunque no especifica qué aviones participaron en esta parte de los ejercicios. Además de los Tu-142MZ y los MiG-31BM, el ministerio ruso mencionó también al avión antisubmarino Il-38 May y los helicópteros antisubmarinos y de búsqueda y rescate Ka-27 Helix, con base en los barcos.
Las recientes maniobras, según las autoridades rusas, fueron las primeras de este tipo que llevó a cabo la Flota del Pacífico en los últimos años.
La semana pasada, la agencia estatal de noticias rusa TASS informó que una flotilla de la Flota del Pacífico había estado “practicando el mando y control de una fuerza de tarea de armas combinadas en operaciones a distancias considerables”.
El Honolulu Star Advertiser informó de que el 18 de junio se lanzó un par de F-22 para investigar “bombarderos rusos Bear que se dirigían hacia Hawai”.
Por su parte, la semana pasada The War Zone informó de que tres F-22 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos salieron de su base en la Base Conjunta Pearl Harbor-Hickam el 14 de junio. La cadena CBS News informó que, según funcionarios de defensa estadounidenses no identificados, los F-22 se movilizaron en respuesta a aviones relacionados con el ejercicio naval ruso.
Pese a las alarmas que encendieron en suelo norteamericano, los aviones rusos no ingresaron en la zona de identificación de defensa aérea de Hawai (ADIZ, por sus siglas en inglés), ni fueron interceptados.
En los últimos días también circuló información sobre el presunto despliegue de un grupo de ataque de portaaviones de la Armada estadounidense -basado en el USS Carl Vinson (CVN-70)-, aparentemente en respuesta a los movimientos rusos. Al principio, este movimiento no se confirmó oficialmente, pero el 17 de junio pasado la Marina admitió que el Carl Vinson y su grupo de ataque estaban operando cerca de Hawai, sin revelar cuándo habían llegado, ni por qué.
“Los buques rusos están transitando hacia el oeste. Como parte de nuestras operaciones diarias normales, seguimos rastreando todos los buques en la zona de operaciones del Indo-Pacífico a través de aviones de patrulla marítima, buques de superficie y capacidades conjuntas”, dijo el portavoz del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos, el capitán Mike Kafka.
Informó, además, que los buques rusos operaron en aguas internacionales durante todo el ejercicio: “En el punto más cercano, algunos buques operaron aproximadamente entre 20 y 30 millas náuticas, frente a la costa de Hawai. Seguimos de cerca a todos los buques”.
El pasado mes de abril, el teniente general David Krumm, jefe de la rama de Alaska del Mando Norte de Estados Unidos, comentó al portal Air Force Times que en el último tiempo hubo “un aumento de la actividad rusa”: “Interceptamos más de 60 aviones el año pasado”.
El aumento de la actividad naval rusa cerca de la isla de Hawai se produjo en medio de la reunión que mantuvieron los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin la semana pasada en Suiza. Esa cumbre se produjo tras las crecientes tensiones entre Washington y Moscú.
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