La mayoría de estadounidenses que no se vacunaron no piensa hacerlo y eso los pone en riesgo ante nuevas cepas

En algunas comunidades el número de personas inmunizadas sigue siendo muy bajo. Con la aparición de otras variantes crece la preocupación ante un rebrote

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Un hombre con una máscara
Un hombre con una máscara protectora pasa cerca del United Palace Theatre en el vecindario de Washington Heights en Manhattan, Nueva York. Las restricciones van desapareciendo en los Estados Unidos pero aún hay una amplia población que no quiere vacunarse (Reuters)

Aproximadamente el 41,1 por ciento de la población total de los Estados Unidos ya está completamente vacunada contra el COVID 19, con más de 300 millones de vacunas colocadas en el país. Pero lógicamente, esto es un promedio. Hay estados como Massachusetts o Connecticut, donde la vacunación supera el 60 por ciento, y estados como Alabama, Arkansas, Mississippi, Louisiana, Tennessee y Wyoming, donde la vacunación apenas roza el 35 por ciento de la población.

En un país que cuenta más de 600 mil muertes derivadas del coronavirus, preocupa lo que las nuevas variantes pueden causar en aquellos que no están vacunados.

“La variante Delta, que se considera aún más transmisible y que causa síntomas más graves, pudiera causar un alza en las infecciones, pero los niveles pueden variar dependiendo de las tazas de vacunación de cada área”, dijo Scott Gottlieb, ex comisionado de la administración federal de alimentos y medicamentos en el programa televisivo Face the Nation de la cadena CBS.

Ayer domingo se cumplieron 500 días desde que se confirmara el primer caso de COVID 19 en el país y ha habido muchos logros desde entonces. Según datos de los CDC (Centros para el Control de Enfermedades, según sus siglas en inglés), el promedio de nuevos contagios cada siete días en el país es hoy de 13.997 nuevos casos al día, contra 251.834 casos al día reportados en el pico del pasado 10 de enero. Además, durante todo abril y mayo se colocaron 3 millones de vacunas al día.

Los CDC pronosticaron que ya no se verán crisis como la ocurrida después de las fiestas de diciembre de 2020 y que, sin dudas, lo peor ha pasado. Pero que aún hay camino por recorrer y que los datos deben dejar de leerse a nivel nacional, para concentrarse en comunidades que aún son vulnerables.

El gobierno de los Estados
El gobierno de los Estados Unidos emprendió una exitosa campaña de vacunación en su población. Sin embargo, todavía hay millones de personas sin inocularse contra el coronavirus (EFE)

Todavía no hay datos concretos que indiquen un alza en las hospitalizaciones por nuevas variantes del virus en los estados con menos personas vacunadas, pero un reciente estudio indica que esto podría ocurrir muy pronto. Con datos de 747 condados de distintos puntos del país, en los que menos personas estaban vacunadas el virus de la variante Delta se contagió con mayor ferocidad.

Con esta realidad en cuenta, las autoridades federales decidieron cambiar la estrategia de vacunación cerrando los grandes centros vacunatorios para abrir pequeñas clínicas en los barrios donde los índices de inoculación son más bajos.

Pero el mayor problema que enfrenta hoy los Estados Unidos con respecto a la vacunación no tiene que ver con el acceso sino con la voluntad de las personas de vacunarse. Actualmente se inocula a 1,2 millones de personas al día porque la demanda disminuyó. Y es que una encuesta nacional del Centro de Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press encontró que el 46 por ciento de aquellos que no se han vacunado no piensan hacerlo, mientras que un 29 por ciento probablemente no lo hará.

Aquellos con mayor resistencia a vacunarse suelen ser adultos jóvenes, personas sin títulos universitarios, las comunidades evangélicas blancas, las comunidades rurales y los republicanos.

Según este mismo estudio, sólo el 7 por ciento de quienes no han recibido la vacuna piensa inocularse con seguridad, y un 15 por ciento quizás lo haga.

Con estas cifras, lo que las autoridades se temen es que sea muy complicado aumentar el porcentaje de personas vacunadas en la población y llegar al esperado 70 por ciento que aseguraría una inmunidad de masas.

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