Unos paquetes misteriosos aparecieron flotando en la playa de la estación de la fuerza espacial de Cabo Cañaveral en la Florida. Aunque al principio se desconocía su contenido, luego de examinarlos se determinó que se trataba de más de 27 kilos de cocaína que aparentemente se perdieron del barco de un traficante que pasaba por la playa.
El descubrimiento lo hizo una administradora de vida silvestre que estaba inspeccionando los nidos de tortuga de la playa y vio uno de los paquetes cuadrados, atado con fuerza en una envoltura de plástico, tirado en la arena.
Ella alertó a la seguridad de la base, quien a su vez llamó a los oficiales de campo de narcóticos del departamento del sheriff de Brevard (condado de la florida). Cuando examinaron el contenido de los paquetes se dieron cuenta de que era cocaína, y que su cantidad tenía un valor aproximado de 1,2 millones de dólares.
“Mientras esperaba a que llegaran, conduje un poco más y noté otro paquete, y luego otro”, dijo Angy Chambers, una supervisora de vida silvestre con el lanzamiento espacial delta 45, una antigua ala espacial de la fuerza aérea de EE. UU. que fue rebautizada el mes pasado. La estación militar no está lejos del Centro Espacial Kennedy de la NASA.
“Volví a llamar y les sugerí que trajeran su vehículo todoterreno utilitario, ya que conté al menos 18 paquetes”, agregó Chambers
Los equipos de seguridad cerraron la playa y finalmente recuperaron 24 paquetes, que fueron probados, sellados y enviados al Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. para una mayor investigación.
“Nos enorgullecemos de proteger nuestra base y la comunidad circundante y hay un mayor nivel de satisfacción laboral sabiendo que estas drogas no llegarán a nuestra comunidad”, dijo el sargento Joseph Parker del 45º escuadrón de las fuerzas de seguridad.
Los paquetes de cocaína que llegan a tierra no son infrecuentes en Florida, al ser un punto de parada obligado para el tráfico de drogas que llega a Estados Unidos proveniente de Sudamérica.
El mes pasado, se encontraron paquetes de droga durante varios días en los Cayos de Florida, solo unas semanas después de que se descubriera un botín aún más sustancial, cocaína por valor de aproximadamente $2 millones de dólares, flotando en el agua en la misma región.
Para el agente especial de seguridad nacional David Castro, esto se debe a que los traficantes suelen transportar cocaína en balas de 25 ladrillos, cada una de un kilogramo, y una al fallar la envoltura balas enteras pueden perderse en el mar, llegando a las costas de la Florida.
Otro factor a tener en cuenta son los fardos de cocaína que los traficantes arrojan por la borda cuando se sienten perseguidos por las autoridades como forma de destruir la evidencia, aunque este es un caso menos frecuente.
Las autoridades recuperan anualmente cientos de millones de dólares de cocaína de las aguas de Florida, el esfuerzo de este año impulsado por un botín de 70 millones de dólares por parte de la guardia costera estadounidense en febrero.
SEGUIR LEYENDO