Con el éxito en la campaña de vacunación, los Estados Unidos han empezado a controlar la pandemia. Pero, en un país tan grande y diverso, es esperable que no en todos los sitios la situación sea uniforme.
Según datos de la Universidad John Hopkins, que se convirtió en referente en temas de COVID-19, hay ocho estados en los que los casos de coronavirus están en alza. Como era previsible, en siete de ellos, los índices de vacunación están por debajo de la media nacional.
Alabama, Arkansas, Hawaii, Missouri, Nevada, Texas, Utah y Wyoming han visto el promedio de casos positivos por porcentaje de habitantes aumentar comparado con dos semanas atrás. En todos estos estados, a excepción de Hawaii, la vacunación está por debajo del 43% que se ha logrado a nivel nacional, de acuerdo a datos otorgados por los CDC (Centros para el Control de Enfermedades, por sus siglas en inglés).
Alabama es el estado que tiene el menor porcentaje de personas vacunadas, con sólo el 36,57% de su población inoculada con al menos una dosis. En buena medida, muchos coinciden en que hay una motivación política detrás de los bajos números de vacunación.
Si bien cada estado maneja su propia logística de vacunación, en todo el país cualquier persona mayor de 18 años puede ser inoculada sin restricciones. Los menores de entre 12 y 17 años, con autorización de sus padres o un tutor legal, pueden recibir solo la vacuna desarrollada por Pfizer-BioNtech, que es la única aprobada por la FDA (Administración Federal de Alimentos y Medicina, por sus siglas en inglés) para adolescentes.
Con un acceso prácticamente sin restricciones a la vacuna, los bajos índices de vacunación en algunos sitios estarían motivados por la decisión personal de los ciudadanos de no inocularse. Si bien el ex presidente Donald Trump se vacunó -y desde la Casa Blanca compró agresivamente dosis de distintos laboratorios para asegurar que Estados Unidos tuviera todas las vacunas que necesitaba-, muchos de sus seguidores descreen de la rigurosidad con la que se desarrollaron las vacunas y están decidiendo no recibir la inmunización.
Según una reciente encuesta realizada por la cadena de noticias CBS, el 29% de los republicanos no tiene planes de vacunarse, contra el 20% de votantes independientes que adoptaron esa misma postura, y un 5% de demócratas. Entre quienes aseguraron que no piensan vacunarse, el 50% respondió que están esperando a ver qué reacciones genera la vacuna en otras personas para colocársela.
En la misma encuesta, también se determinó que el 70% de los estadounidenses está cómodo en este momento reuniéndose con amigos -estén o no vacunados-. Un alto aumento en la confianza de volver a una vida social activa, comparado con el 40% que respondió sentirse cómodo de reunirse con amigos cuando la misma encuesta se realizó en marzo.
Entrando en la segunda quincena de junio, se ve cada vez más improbable que el país llegue al hito de tener al 70% de su población vacunada para el 4 de julio, tal como había establecido como meta el presidente Joe Biden a comienzos de su gestión.
Hasta el momento, según los CDC, el 64 por ciento de los estadounidenses han recibido una dosis de la vacuna, con el 43 por ciento teniendo la inmunización completa. En el país ascienden a 33,4 millones los casos confirmados de COVID 19 desde el comienzo de la pandemia, con 599.769 personas fallecidas a consecuencia del virus, de acuerdo al cálculo hecho por la Universidad John Hopkins.
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