Para evitar que expiren, Estados Unidos amplió la vida útil de la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19

La compañía recalcó que la luz verde “se basó en los datos tras los estudios de evaluación de estabilidad” que demostraron que la dosis única es efectiva “durante cuatro meses y medio cuando se mantiene refrigerada a una temperatura de entre 2 y 8 grados Celsius”

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La FDA autorizó este jueves la extensión en seis semanas de la fecha de caducidad de la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19 (Foto: REUTERS/Dado Ruvic)
La FDA autorizó este jueves la extensión en seis semanas de la fecha de caducidad de la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19 (Foto: REUTERS/Dado Ruvic)

El laboratorio estadounidense Johnson & Johnson anunció el jueves que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) autorizó una ampliación de la vida útil de su vacuna contra el COVID-19 de tres meses a cuatro meses y medio.

La noticia llega cuando millones de vacunas de una sola dosis, que se almacenan en frigoríficos, corrían el riesgo de caducar y ser desechadas. “La decisión se basa en datos de los estudios de evaluación de la estabilidad que se están llevando a cabo”, dijo la empresa en un comunicado.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), se distribuyeron 21 millones de dosis de la vacuna en todo Estados Unidos, pero sólo se han administrado 11 millones.

El gobernador de Ohio, Mike DeWine, advirtió esta semana que 200.000 dosis en su estado caducarán el 23 de junio.

Aunque no es tan eficaz para prevenir el COVID-19 sintomático como las vacunas de ARN mensajero desarrolladas por Pfizer y Moderna, el inmunizante de J&J, basado en la tecnología de vectores de adenovirus, resultó ser 85% eficaz para prevenir las formas graves de la enfermedad en un importante estudio.

Esa cifra se elevó al 100% 28 días después de la inyección. El hecho de que la vacuna sólo requiriera una dosis fue un argumento de venta clave para dirigirse a poblaciones de difícil acceso.

Sin embargo, la aceptación se redujo drásticamente después de que las autoridades estadounidenses suspendieran el fármaco durante diez días en abril por motivos de seguridad.

Las autoridades creen que la vacuna de J&J conlleva un mayor riesgo de desarrollar un tipo de coagulación sanguínea poco frecuente pero grave que se da sobre todo en mujeres de entre 18 y 49 años. La afección, caracterizada por un bajo nivel de plaquetas, se denomina trombocitopenia trombótica inmune inducida por la vacuna (TVI).

Estados Unidos cuenta ahora con una importante reserva de dosis sobrantes, lo que pone de manifiesto la creciente disparidad de vacunas entre las naciones ricas y las más pobres.

El presidente Joe Biden, tratando de recuperar el liderazgo mundial sobre la pandemia, anunció el miércoles que Estados Unidos comprará y donará 500 millones de dosis de la vacuna de Pfizer para el resto del mundo.

Con información de AFP

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