Miami está ofreciendo vacunas para todo el que quiera inocularse. Y los turistas de Latinoamérica, una de las regiones donde más escasean las vacunas contra el COVID 19, no están tardando en llegar.
A diario, a las 6 de la mañana abre la clínica de vacunación que el gobierno federal en colaboración con el condado de Miami Dade abrió en el auditorio del aeropuerto internacional de Miami. Supuestamente está abierta hasta las 8 de la noche, pero los empleados del lugar cuentan que con frecuencia siguen trabajando hasta pasadas las 10. La demanda es amplia.
En promedio inoculan al día a 2.000 personas. Si bien también ofrecen la vacuna de Pfizer, la más popular en esta clínica es la vacuna desarrollada por Johnson & Johnson, que sólo requiere una dosis. Y es que la mayor parte de quienes se acercan hasta este sitio, donde no se requiere tener una cita previa para vacunarse, son turistas que acaban de bajarse del avión y que difícilmente se queden en Miami las tres semanas que hay que esperar entre la primera y la segunda dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer.
Algunos comentan que llevan semanas planeando el viaje y que el objetivo de venir a Miami era vacunarse. Otros dicen que se sorprendieron al llegar y que se están vacunando para aprovechar la situación. En la mayoría de los casos, al bajarse del avión, mientras esperaban las maletas, alguien se les acercó con formularios indicándoles que todos los mayores de 18 años podían vacunarse, vivan donde vivan. Los menores de entre 12 y 17 años pueden optar por colocarse la vacuna de Pfizer si están acompañados por sus padres y los autorizan.
“Súper rápido, súper fácil. Recogimos las maletas, procedimos al counter de vacunación, llenamos los formularios y casi sin cola ya nos estaban vacunando. Directamente nos ofrecieron la vacuna”, cuenta a Infobae Iván Hermosilla, un turista proveniente del Perú que asegura no haber venido a la ciudad del sol en busca de la vacuna, pero que se sorprendió gratamente cuando vio la posibilidad de resolver el problema del COVID-19.
La mayoría de los que se acercan a inocularse en esta clínica provienen de Latinoamérica, la región del mundo que en este momento enfrenta el peor pico de coronavirus y donde menos vacunas hay disponibles.
A la hora en la que Infobae visitó el aeropuerto de Miami había aterrizado un vuelo proveniente de Buenos Aires. Eran varios los pasajeros que decidieron vacunarse antes de salir a la calle.
“Yo vengo de vacaciones, pero lógicamente era atractiva la idea de vacunarme. Había sacado un turno por internet en una farmacia para horas de la tarde, pero como me ofrecieron vacunarme en el aeropuerto mientras esperaba la valija, decidí no demorar más el tema”, contaba Josefina Saladino, oriunda de la provincia de Buenos Aires.
“Yo me vacuné en mi país, con la Sputnik, porque por mi edad me correspondía. Pero a mi hijo y a mi nuera no les tocaba más. Por eso decidimos venir”, afirma otra viajera argentina que prefirió no dar su nombre.
“Es una actitud sorprendentemente generosa, de verdad, del Estado y de la gente de acá de Estados Unidos que nos está recibiendo con esta generosidad y con esta amabilidad para atender. Yo entiendo que esto también es colaboración mutua porque así fortalecemos la inmunidad, pero estoy gratamente sorprendido por la actitud muy receptiva y ningún tipo de complicación relacionada con el lugar de residencia, origen, etc. De hecho estoy preguntando si van a recibir algún tipo de donación al servicio de salud, porque además es gratuito esto”, indicaba Julio Moyano, quién arribó a Miami acompañado por su madre, quien ya había sido vacunada en la ciudad de Buenos Aires.
Se ven muchos pasajeros jóvenes, menores de 40 años. Y es que en la gran mayoría de los países de Latinoamérica, es incierta aún la posibilidad de que este grupo etario logre vacunarse.
“Una de las cosas que más se sabe de mi país es la lentitud de la vacunación, se sabia que en Estados Unidos regalaban la vacuna. Averiguamos por internet, las farmacias promocionaban que uno viniera”, contaba Andrés Suárez quien acababa de arribar a Miami proveniente de su Bogotá natal.
“No pertenezco a un grupo de riesgo, tengo 37 años. Si me quedaba esperando en mi país, me iba a vacunar en diciembre o el año que viene”, contaba Ani Querol, argentina.
Más allá de haber ampliado el criterio de elegibilidad para recibir la vacuna, permitiendo que los turistas se inoculen sin problemas, Estados Unidos ha decidido donar 80 millones de dosis de la vacuna a otros países, de las cuales 6 millones llegarán a Latinoamérica. El presidente Joe Biden ha expresado públicamente que está en el interés de su país colaborar con el aceleramiento de la vacunación en el resto del mundo para poder erradicar la pandemia.
Seguir leyendo: