El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos aclaró este viernes que no hay planes para establecer un pasaporte de vacunación para viajeros. El organismo indicó que no habrá una base de datos federal ni una orden que requiera que las personas reciban una credencial única de vacunación.
El Departamento hizo el anuncio para aclarar lo que el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo previamente en respuesta a una pregunta en una entrevista televisiva. El funcionario norteamericano había declarado que la agencia estaba “examinando cuidadosamente” la posibilidad de emitir pasaportes de vacunación ahora que la pandemia está amainando y que los estadounidenses comienzan a viajar al exterior.
Sin embargo, un portavoz aclaró que el Departamento de Seguridad está ponderando cómo garantizar que los estadounidenses que viajen al extranjero pueden tener una manera rápida y fácil para ingresar a otros países.
En una entrevista con la cadena ABC, Mayorkas dijo que Estados Unidos estaba “estudiando muy cuidadosamente” la posibilidad de emitir pasaportes de vacunación para viajeros que entran o salen del país. El gobierno del presidente Joe Biden quiere “asegurarse de que los pasaportes que se proporcionan para la vacunación estén disponibles para todos y que nadie se quede fuera”, añadió Mayorkas, cuyo departamento supervisa la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).
Pero en su declaración, el Departamento de Seguridad Nacional indicó que el secretario de Seguridad Nacional se refería a “garantizar que todos los viajeros estadounidenses pudieran satisfacer cualquier requerimiento de ingreso de otros países”. La declaración no explicó cómo se conseguiría eso ni respondió directamente a las preguntas sobre los llamados pasaportes de vacunación.
Muchos conservadores se oponen a los pasaportes de vacunación alegando que serían una intrusión en la libertad personal y las decisiones privadas sobre la salud.
La idea de un pasaporte de vacunación está causando controversia en Estados Unidos, donde algunos estados como Nueva York tienen su propio certificado, mientras que otros como Florida o Texas se niegan a implantarlo, por considerar que violaría los derechos fundamentales de los estadounidenses.
Esta semana, una congresista seguidora del ex presidente republicano Donald Trump suscitó una polémica al comparar el pasaporte de vacunación con la estrella amarilla, símbolo de la estigmatización nazi de los judíos.
En abril, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que “no habría ningún requisito federal que obligará a todos a obtener un certificado de vacunación único”.
La Unión Europea, algunos gobiernos asiáticos y el sector del transporte aéreo están tratando de crear pasaportes de vacunación para dar impulso a los viajes internacionales. Tratan de crear sistemas que permitan a los viajeros utilizar aplicaciones en los teléfonos celulares para demostrar que están vacunados y evitar así ser sometidos a cuarentena al llegar a destino.
La UE está preparando la puesta en marcha de un certificado sanitario para el mes de junio y varios países del bloque tienen previsto crear uno a nivel nacional.
En Bruselas se dice que el control de los certificados de vacunación probablemente quede a criterio de cada país. En todo caso, la idea es que el viajero muestre un código de QR en su teléfono para que sea escaneado en aeropuertos o estaciones ferroviarias. Las redes de cada país tendrán acceso a bancos de datos nacionales para corroborar la veracidad de la información.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda el requisito de pruebas de vacunación para los viajes internacionales en vista de que hay una distribución desigual de las vacunas, a pesar de que ofrece asesoría en torno a la generación de certificados de vacunación digitales.
Con información de AFP y AP
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