El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado este viernes los “despreciables, inconcebibles y antiamericanos” ataques “antisemitas” contra judíos estadounidenses y ha pedido que se detengan.
“Hemos visto un ladrillo arrojado a través de la ventana de un negocio de propiedad judía en Manhattan, una esvástica tallada en la puerta de una sinagoga en Salt Lake City, familias amenazadas afuera de un restaurante en Los Ángeles y museos en Florida y Alaska, dedicados a celebrar la vida y cultura judía, y recordando el Holocausto, vandalizados con mensajes antijudíos”, ha lamentado el presidente en una declaración.
En esta línea, ha aseverado que no permitirá que estos “conciudadanos sean intimidados o atacados por quiénes son o la fe que practican”, hechos que, ha criticado, han “aterrorizado” a los judíos del país en las últimas semanas.
“No podemos permitir que la combinación tóxica de odio, mentiras peligrosas y teorías de conspiración ponga en riesgo a nuestros conciudadanos”, ha continuado, para recordar que el Departamento de Justicia desplegará todas las herramientas a su disposición para “combatir los delitos de odio”.
En los últimos días, ha reiterado, se ha visto “que ninguna comunidad es inmune” al odio, por lo que ha llamado a la “unidad” para “silenciar estos ecos terribles y aterradores de los peores capítulos de la historia del mundo” y comprometerse “a no dar al odio un puerto seguro”.
El presidente estadounidense ha apuntado que mayo es el Mes de la Herencia Judía en Estados Unidos, cuando “se honra a los judíos estadounidenses que han entretejido inextricablemente su experiencia y sus logros en el tejido de nuestra identidad nacional, superando el dolor de la historia y ayudando a liderar la lucha por una sociedad más justa, justa y tolerante”.
“Asumamos todos ese trabajo y creemos una nación que defienda la dignidad y la seguridad de todo nuestro pueblo”, ha sentenciado.
Entretanto, Estados Unidos anunció el viernes que impondrá una serie de sanciones contra Bielorrusia, tras el desvío de un vuelo de Ryanair el domingo y la detención de un opositor político en Minsk.
Además de las medidas ya anunciadas en las últimas semanas, la Casa Blanca dijo en un comunicado que elabora con la Unión Europea “una lista de sanciones selectivas contra miembros clave del régimen de (Alexander) Lukashenko”.
“El desvío forzoso por parte de Bielorrusia, con falsos pretextos, de un vuelo comercial de Ryanair que circulaba entre dos estados miembros de la Unión Europea” y el arresto del periodista Román Protasévich “constituyen un desafío directo a las normas internacionales”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Las sanciones económicas contra nueve empresas estatales bielorrusas, impuestas de nuevo en abril tras la represión de manifestantes prodemocracia, entrarán en vigor el 3 de junio.
Tras las disputadas elecciones de 2006, Washington prohibió todas las transacciones con estas empresas.
El Tesoro de Estados Unidos suspendió luego estas sanciones en 2015, acogiendo con satisfacción algunos avances, pero el gobierno estadounidense advirtió a fines de marzo que esta suspensión no podría renovarse en la próxima fecha límite.
(Con información de Europa Press)
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