Los responsables de comercio chino y estadounidense realizaron el primer intercambio telefónico desde la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, anunció el jueves el ministerio chino de Comercio.
Las relaciones entre Beijing y Washington se deterioraron durante la presidencia de Donald Trump, que estuvo marcada por una guerra comercial entre las dos mayores potencias mundiales.
El viceprimer ministro chino, Liu He, habló con Katherine Tai, representante estadounidense de Comercio (USTR), en un “intercambio constructivo” y una “actitud de igualdad y respeto mutuo”, según un comunicado del ministerio.
“La embajadora Tai habló de los principios rectores de la administración Biden-Harris, centrados en las políticas comerciales (...) al tiempo que mencionó los asuntos que preocupan”, avanzó, en un corto comunicado, la oficina de la representante estadounidense de Comercio. Washington confirmó una “reunión virtual” e intercambios “sinceros y pragmáticos”.
Fue el primer intercambio entre Tai, designada para este puesto en marzo pasado, y Liu He, principal consejero económico del presidente Xi Jinping y negociador jefe en la guerra comercial.
Los dos países firmaron en enero de 2020 un acuerdo destinado a poner fin a dos años de guerra comercial, que contenía las disposiciones sobre la protección de la propiedad intelectual y las condiciones de transferencia tecnológica, grandes exigencias de Estados Unidos.
El acuerdo prevé también que las dos partes deben realizar encuentros de etapa cada seis meses.
Pero la nueva administración Biden anunció en abril que haría un balance de las promesas cumplidas por China en el marco de este acuerdo.
La “capacidad” de China de cumplir sus compromisos con Estados Unidos es una “prioridad”, aseguró Tai.
En el marco del acuerdo comercial, China se comprometió a aumentar en al menos 200.000 millones de dólares en 2020 y 2021 las compras de productos y servicios estadounidenses para tratar de reducir el desequilibrio de la balanza comercial, muy favorable al gigante asiático.
Pero Beijing, a finales del primer trimestre de 2021, solo había realizado entre el 61% y el 75% de las compras previstas, según un estudio de Chad Brown, investigador del Peterson Institute for International Economics (PIIE), realizado con datos de comercio internacional publicados por los dos países.
El acuerdo comercial denominado “fase 1”, mantuvo los aranceles estadounidenses del 25% en una gama de bienes y componentes industriales chinos que representaban 250.000 millones de dólares, y medidas de represalia chinas por más de 100.000 millones de dólares a importaciones procedentes de Estados Unidos.
La administración estadounidense declaró en marzo que no está dispuesta a levantar los aranceles aunque se dijo dispuesta a negociar con Beijing.
Los aranceles fueron introducidos para “remediar una situación comercial desequilibrada e injusta”, declaró Katherine Tai, antes de agregar que la suspensión de estas tasas podría repercutir negativamente en la economía estadounidense.
Durante el Gobierno de Trump, EEUU impuso aranceles a productos chinos por valor de unos 370.000 millones de dólares anuales, en torno a tres cuartas partes de las exportaciones del país asiático, a lo que Beijing respondió con sus propias medidas contra las exportaciones estadounidenses.
La relación entre ambos países comenzó a deteriorarse en marzo de 2018, con el inicio de la guerra comercial y el consecuente intercambio de imposiciones arancelarias, y derivó después en enfrentamientos en los planos diplomático y tecnológico, entre otros.
(Con información de AFP)
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