El riesgo de un cuadro grave de COVID-19 en niños es casi tan bajo como el de la gripe

Especialistas comentaron sobre la preocupación de los padres por la reapertura de actividades mientras millones de menores no están inmunizados contra la enfermedad

Guardar
(Reuters)
(Reuters)

El regreso a la normalidad en EEUU y otros países desarrollados, así como el levantamiento de la recomendación de usar mascarillas entre las personas vacunadas, despertó preocupaciones hacia un grupo muy grande de personas no inmunizadas: los niños. Sin embargo, especialistas aclaran que el riesgo de desarrollar un cuadro grave de COVID-19 es muy bajo para los menores de edad.

Según la consulta realizada por el portal NPR a pediatras e infectólogos, la posibilidad es comparable como la de un contagio grave de una gripe común.

De los 74 millones de niños que hay en EEUU (el país con más casos confirmados y más muertes por COVID-19 en el mundo), menos de 500 menores fallecieron y unos pocos miles fueron hospitalizados en terapia intensiva. En comparación, la temporada de gripe 2019-2020 (previa a la pandemia) dejó 188 niños fallecidos en EEUU, lo que no representa una diferencia muy grande.

Si bien las cifras de hospitalización son más altas para el COVID-19, esto se explica por los protocolos que exigen tests de detección a gran escala. Según la doctora Roshni Mathew, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Stanford, cerca del 45% de los niños que dan positivo no están realmente enfermos de COVID-19, con síntomas propios de la enfermedad, y fueron hispitalizados con un diagnóstico ajeno, como apendicitis o una fractura.

Estados Unidos ya está vacunando
Estados Unidos ya está vacunando a adolescentes desde los 12 años (Reuters)

Gretchen Chapman, profesora de psicología de la Universidad Carnegie Mellon, pidió calma con respecto al descenso de uso de mascarillas en lugares públicos. “Si dejas de ir a las tiendas porque te aterra encontrarte con una persona sin máscara, probablemente estés exagerando”, comentó a NPR. Si bien dijo que es comprensible que los padres se sientan así por el riesgo de sus hijos no vacunados, consideró que el riesgo es muy bajo, aunque no nulo.

No obstante, que la posibilidad de contagio sea tan baja también representa un desafío, ya que no incentiva a la vacunación de los menores, que es un paso clave para erradicar la pandemia.

En medio de este panorama, organizaciones internacionales, entre ellos la ONU, reclaman a los países desarrollados que en lugar de vacunar a los niños, donen esas dosis a los países de menos ingresos que han recibido muy pocos inmunizantes y todavía no terminan de proteger a su personal sanitario o a los ancianos.

Los adolescentes son menos vulnerables al COVID que personas de mayor edad, y la principal razón para vacunarlos es bajar la transmisión. Aproximadamente 20% de la población estadounidense tiene menos de 16 años, según estadísticas del Censo. Esto incluía a unos 16,7 millones de niños de entre 12 y 15 años en 2019.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar