Los investigadores de la escuela de medicina de la prestigiosa Universidad de Stanford, en el norte de California, analizaron datos del hospital de niños Lucile Packard que atendió casos de COVID-19 entre el 10 de mayo de 2020 y el 10 de febrero de 2021. En ese período de nueve meses 117 pacientes menores de 18 años resultaron positivos de coronavirus, o fueron hospitalizados por presentar síndrome inflamatorio multi-sistema, conocido como MIS-C.
De los 117 menores, cerca del 40 por ciento fueron casos asintomáticos. A su vez, el 45 por ciento de las hospitalizaciones fueron catalogadas como poco probables de estar relacionadas con el virus del COVID 19, según se publicó en un artículo científico publicado por la revista Hospital Pediatrics.
Para el doctor Alan Schroeder, co-autor del estudio y profesor clínico de cuidados pediátricos críticos y de medicina pediátrica hospitalaria, es importante distinguir entre los niños que resultaron positivos de COVID 19 y aquellos que terminaron hospitalizados a consecuencia del virus, para entender cómo la enfermedad afecta verdaderamente a la comunidad pediátrica. Por eso descree del indicador que se utilizó hasta el momento. Los hospitales reportaban sólo el número de casos positivos.
“Nuestro objetivo es asegurarnos que tenemos datos certeros de cuánto se están enfermando los niños. Si confiamos en el número de positivos entregado por los hospitales, estamos inflando al menos al doble el verdadero riesgo que es el de terminar en una hospitalización a consecuencia del virus”, explicaba el doctor Schroeder en el citado artículo científico.
El estudio establece que es probable que los niños que terminan hospitalizados hayan llegado con algún otro tipo de patología y que luego resultaron positivos de COVID-19. Hasta ahora se puede entender en qué medida se contagia el virus entre niños, pero es difícil medir cuánto se enferman a consecuencia del virus.
Según los investigadores, cerca de un 28 por ciento de los menores infectados tuvieron un caso leve de coronavirus. El 7,7 por ciento desarrolló la enfermedad. El 12,8 por ciento tuvo la enfermedad con síntomas severos, mientras que un 12 por ciento de los pacientes fue diagnosticado con MIS-C, una condición seria en la que algunos órganos y tejidos se inflaman, y que estaría relacionada con el COVID 19, aunque no ha habido confirmación unánime de la comunidad científica al respecto.
“Solo sabiendo que un niño tiene COVID-19 y que estuvo hospitalizado, no son datos suficientes para determinar que la hospitalización fue por COVID”, agrega en el artículo la doctora Roshni Mathew, principal autora del estudio y profesora asociada de pediatría infecciosa en la Universidad de Stanford.
El pasado año también hubo una baja en general en hospitalizaciones de menores, que según los investigadores puede deberse a que con la pandemia los padres no llevaban tan frecuentemente a los niños al hospital (por miedo al contagio), así como un menor número de casos de otras enfermedades generalmente comunes como la gripe.
Las enfermedades severas a consecuencia del COVID-19 son raras en menores de edad. Pero como ahora la vacuna está disponible para mayores de 12 años en los Estados Unidos, la asociación de pediatría recomienda la vacunación porque -aunque raramente- los casos de complicaciones de COVID 19 en menores aún se dan.
SEGUIR LEYENDO: