Un grupo de 84 beneficiarios de DACA (la Acción Diferida para los indocumentados llegados en la infancia, por sus siglas en inglés) ha logrado obtener el permiso para viajar legalmente fuera de los Estados Unidos y volver, tras entablar una demanda contra el gobierno del presidente Joe Biden. Los jóvenes, popularmente conocidos como “dreamers” (”soñadores”) iniciaron estas acciones legales en conjunto a través de una organización educativa de Long Beach, California.
La denuncia se presentó hace nueve meses alegando que por las demoras de la administración, a través de sus autoridades migratorias, los jóvenes habían tenido que posponer cinco veces un viaje, generando complicaciones y gastos extra.
El argumento fue que buscaban viajar a México para realizar un curso, visitar familiares y tener un contacto con sus raíces. Tras presentar la demanda, los permisos fueron aprobados.
El programa DACA prevé que los beneficiaros puedan viajar al exterior por temas de estudio, laborales, familiares o humanitario. Pero al no tener un estatus legal permanente que les permita regresar sin problemas a los Estados Unidos, los jóvenes deben solicitar un “parole” (un documento que establece que están autorizados a reingresar el territorio nacional tras el viaje). El departamento de inmigración ha tenido demoras más largas de lo habitual en los últimos meses -que algunos adjudican a las complicaciones por el COVID 19 que hicieron que menos funcionarios estuvieran trabajando-, con lo cual estos permisos se demoraron.
No solo se ha tratado el tema en tribunales. La semana pasada 22 legisladores en Washington D.C. firmaron una carta, encabezada por el congresista Alan Lowenthal, de California, en la que le pedían a los funcionarios de inmigración y aduanas que aceleraran los procesos.
“Las solicitudes de autorización de viaje van desde tres meses hasta más de dos años, lo que impide que los beneficiaros de DACA viajen para atender emergencias familiares o por razones educativas legítimas”, lee la carta.
Hasta ahora más de 46 mil beneficiaros de DACA habían recibido el permiso para viajar y reingresar al país sin problemas, pero en los últimos meses la burocracia hizo el proceso más complicado.
Actualmente hay 130 “dreamers” a la espera de recibir una autorización de viaje para saber si podrán asistir a cursos de verano (que comienzan a finales de junio) este año en el exterior. Los temas educativos son el principal motivo por el que los beneficiarios de DACA solicitan este permiso de viaje.
El pasado viernes, el presidente Joe Biden recibió en la Casa Blanca a seis “dreamers”. Este encuentro fue el primero de este tipo desde 2015. Si bien el encuentro fue a puertas cerradas, trascendió que el presidente confirmó a los jóvenes su apoyo a una ley que les ofrezca estatus migratorio permanente y un camino a la ciudadanía, algo que solo puede lograrse desde el Congreso.
El pasado mes de marzo, la cámara de representantes aprobó dos leyes. Una que da camino a la ciudadanía para “dreamers” y otra que regulariza el estatus migratorio de los trabajadores agrarios. Pero se desconoce qué posibilidades tienen tales leyes de ser aprobadas en el senado, donde ni siquiera se han llevado a debate aún.
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