Un buque de la armada de Estados Unidos lanzó disparos de alerta contra navíos iraníes de ataque que se acercaron a un submarino estadounidense y sus naves escolta en el estrecho de Ormuz, informó este lunes el Pentágono.
En el que fue el segundo incidente de esta naturaleza en dos semanas, 13 barcos rápidos de la Armada de la Guardia Revolucionaria Islámica se acercaron a alta velocidad a siete navíos estadounidenses que escoltaban al submarino de misiles guiados USS Georgia.
Cuando estaban a 137 metros, uno de los barcos estadounidenses realizó dos disparos de 30 tiros hasta que se alejaron, indicó John Kirby, portavoz del Pentágono. Después de que el cúter Maui de la Guardia Costera soltara una segunda andanada de disparos de advertencia, los barcos iraníes retrocedieron.
El contraalmirante norteamericano dijo que el Maui hizo dos rondas de disparos de advertencia con su ametralladora de calibre 50: la primera ronda cuando las embarcaciones iraníes se acercaron a menos de 300 metros de los barcos estadounidenses, y la segunda cuando se acercaron a menos de 150 metros.
“Lamentablemente, el acoso de la Guardia Revolucionaria no es algo nuevo. Es algo para lo que todos nuestros oficiales al mando y las tripulaciones de nuestros buques están entrenados (...) Es inseguro, es poco profesional. Es el tipo de actividad que puede llevar a que alguien salga herido, y puede llevar a un verdadero error de cálculo allí en la región”, agregó el funcionario norteamericano, quien consideró que el comportamiento de la flora iraní “no sirve a los intereses de nadie”.
Consultado sobre si los buques estadounidenses están autorizados a disparar directamente contra los barcos iraníes y hundirlos, Kirby declinó describir sus reglas de enfrentamiento. Sin embargo, comentó: “Tienen el derecho de autodefensa y saben cómo usarlo”.
El portavoz del Pentágono señaló que las acciones iraníes tuvieron lugar en el Estrecho de Ormuz, donde los barcos tienen poco espacio para moverse. “Es una vía navegable internacional y, por supuesto, cuando estás en el estrecho, hay ciertos límites a tu capacidad de maniobra”, dijo.
“Es un punto de estrangulamiento en la región. Así que no es insignificante que este tipo de comportamiento peligroso, inseguro y poco profesional haya ocurrido allí”, remarcó.
Un día antes, el crucero de misiles guiados USS Monterey había interceptado un cargamento de armas a bordo de un dhow en el Mar de Arabia aparentemente dirigido a Yemen, donde los rebeldes hutíes son apoyados por el régimen de Irán.
A finales de abril, tres embarcaciones rápidas iraníes de ataque provocaron disparos de advertencia cuando se acercaron a menos de 68 metros de dos buques estadounidenses en aguas internacionales del norte del Golfo, según la Marina estadounidense.
Y a principios de abril, cuatro buques de la Guardia Revolucionaria, tres embarcaciones de ataque rápido y un gran catamarán Harth 55 se acercaron igualmente a dos buques patrulla de la Guardia Costera estadounidense, cruzando sus proas mientras ignoraban las advertencias.
En ese encuentro, no obstante, no hubo disparos por parte de la Armada norteamericana.
El 26 de abril, un buque de guerra estadounidense realizó disparos de advertencia cuando buques de la Guardia Revolucionaria de Irán se acercaron demasiado a una patrulla en el Golfo Pérsico. Fue el primer disparo de este tipo en casi cuatro años. La Marina hizo públicas las imágenes en blanco y negro de ese encuentro en aguas internacionales del norte del Golfo Pérsico, cerca de Kuwait, Irán, Irak y Arabia Saudí.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, en inglés) surgieron en 1979 tras la Revolución Islámica que depuso al Sha de Persia e instauró el actual régimen teocrático dirigido por los ayatolás.
También conocida como pasdaran (“guardianes” en farsi), esta fuerza paramilitar fue pensada como una rama de las Fuerzas Armadas de Irán encargada de proteger precisamente el régimen teocrático y la república islámica, a diferencia del rol más tradicional de protección de fronteras del ejército, la marina y la fuerza aérea.
En 2019 fue incluida en la lista de grupo terroristas por el gobierno del ex presidente Donald Trump.
Se cree que actualmente cuenta con unos 120.000 miembros destinados a unidades terrestres, navales y aéreas, y la Fuerza Quds, que es su división de operaciones en el extranjero. Además, controla a las milicias Basij, que suman otros 90.000 miembros.
Efectivos de la IRGC combatieron como unidades paramilitares en la guerra entre Irán e Irak entre 1980 y 1988; en la guerra civil en el Líbano entre 1975 y 1990 y durante la invasión israelí de 2006; y más recientemente en las guerras civiles en Siria y en Irak.
Específicamente en el conflicto sirio iniciado en 2011, se han convertido en uno de los principales aliados del régimen del dictador sirio Bashar al Assad y una de las razones por las que éste no ha caído.
Su vinculación como patrocinador del terrorismo y su rol desestabilizador acusado por Estados Unidos, están relacionados a las acciones de la Fuerza Quds, que dirige precisamente las operaciones iraníes en Siria, Irak, Afganistán y el Líbano, entre otros países.
Pero más allá de estas actividades, la IRGC es una organización compleja que mantiene roles sociales, económicos, políticos y militares, controlando mediante una brutal represión y numerosas violaciones a los derechos humanos a la sociedad iraní, y exportando los principios de la Revolución Islámica al extranjero.
Con información de AFP y AP
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