Cinco personas murieron en Estados Unidos, incluidos dos agentes de policía y el tirador, en el marco de un tiroteo fatal, informó el jueves la oficina del alguacil del condado de Watauga, en Carolina del Norte.
Dos agentes fueron enviados el miércoles por la mañana a una casa cerca de Boone, cuyos ocupantes no se habían presentado a trabajar y no contestaban el teléfono, se explicó en un comunicado enviado a la agencia AFP.
Tras notar que había varios vehículos, los oficiales ingresaron a la casa, donde recibieron disparos.
Los refuerzos lograron rescatar a uno de los agentes, Chris Ward, quien fue evacuado en helicóptero pero no obstante murió en el hospital. Su colega, Logan Fox, falleció en el lugar.
Dos policías y un gendarme fueron atacados mientras intentaban acudir en su ayuda. Uno de ellos fue alcanzado pero protegido por su equipo, detallaron en la oficina del alguacil.
El atacante siguió disparando por momentos a la policía, que requirió la presencia de 15 agentes y tardó 13 horas en controlar la situación. Los vecinos de la zona debieron ser evacuados o permanecer en sus hogares.
“El sospechoso que mató a los dos policías también es sospechoso de haber matado a dos civiles en la casa”, dice el comunicado. El alguacil Len Hagaman dijo a la red local WSOC que el atacante había muerto y que las otras dos víctimas eran su madre y su padrastro.
En Estados Unidos, donde las armas de fuego abundan y son objeto de controversias por numerosos tiroteos masivos, una media de 50 policías muere cada año en ejercicio de sus funciones.
Según la CNN, en base a datos de la ONG Gun Violence Archive, al menos 148 tiroteos masivos han tenido lugar en los Estados Unidos en 2021. La cadena considera que un tiroteo masivo es tal si cuatro o más personas son baleadas, heridas o mueren, sin contar al tirador. El mismo criterio es usado por la mencionada ONG.
El último episodio de similgar magnitud ocurrió el pasado 15 de abril en la ciudad de Indianápolis, cuando ocho personas fueron asesinadas y múltiples otras resultaron heridas luego de que un ex empleado de FedEx abriera fuego en un local de la compañía antes de suicidarse.
Cuatro de las víctimas mortales eran fieles de la religión sikh del sur de Asia, confirmó una organización sij, lo que generó dudas sobre si el atacante tuvo motivaciones raciales o étnicas.
El presidente Joe Biden anunció el 8 de abril media docena de órdenes ejecutivas con las que busca atender una proliferación de la violencia armada a la que calificó de “epidemia y vergüenza a nivel internacional”.
También llamó a los legisladores a aprobar medidas más duras en su mensaje al pleno del Congreso el pasado miércoles: “No quiero ser confrontativo pero necesitamos que más republicanos en el Senado se una a la abrumadora mayoría de sus colegas demócratas para cerrar vacíos legales y requerir chequeos de antecedentes para comprar armas”, expresó.
En esa línea, el mandatario pidió a su vez la prohibición de la compra por parte de civiles de fusiles de asalto y cargadores de alta capacidad. “No me digan que no se puede hacer. Lo hicimos en el pasado y funcionó”, expresó, en referencia a una prohibición de 10 años aprobada en 1994 durante el primer mandato de Bill Clinton.
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