Por la pandemia de coronavirus el distanciamiento social se ha vuelto necesario. Mantenerlo ha sido una tortura para algunos pero para otros que aprecian su privacidad se ha vuelto un alivio, ahora existe una nueva opción para vivir aislado de todo y de todos en una isla desierta con una sola casa que está a la venta.
Una modesta cabaña ubicada en Portsmouth, Rhode Island, en Estados Unidos, está a la venta por USD 400.000 y es la única propiedad en la Isla de la paciencia, en la bahía de Narragansett.
La propiedad ofrece aproximadamente 600 pies cuadrados (182 metros) de área habitable, cuenta con dormitorios cocina, medio baño y lo que es descrito como un “pintoresco porche delantero”. Dos pequeños paneles solares proporciona algunos servicios eléctricos, pero por supuesto no encontrará tv, cable o internet.
El anuncio del listado de Rhode Island Real Estate Services la describe como “perfecta para acampar cómodamente, escapadas, increíble potencial de Airbnb y más”.
La isla, oficialmente parte de la ciudad de Portsmouth, tiene aproximadamente un tercio de milla cuadrada (540 metros).
Según los registros de propiedad, la cabaña fue construida en 1972 y desde entonces ha pertenecido a una misma familia.
Esta anunciada como una “oportunidad única en la vida de poseer una cabaña de temporada”, ubicada en 0 Patience Way en Patience Island.
“Abundante en naturaleza y serenidad, esta propiedad fuera de la red ha sido cuidada con cariño por la misma familia desde que fue construida”, añade el anuncio y muestra las camas ideales para un fin de semana para una familia con varios niños o un club de exploradores.
“Esta es una compra solo en efectivo. ¿Quieres tener una isla para ti solo? No puedes dejar pasar esta oportunidad”, concluye el aviso.
Aunque probablemente no esté solo completamente ya que cualquier persona puede llegar a visitar la isla en cualquier momento, de hecho es común que los fines de semana varias familias lleguen a hacer pícnic.
La casa podría necesitar renovación por ser de madera y tener 50 años de construida, sin embargo para quien aprecie la soledad y ame la naturaleza ese será un pago mínimo.
Hay que tener en cuenta que vivir en la naturaleza podría llevar a pagar otro precio en la salud si no se está consciente de los diversos peligros para los humanos que posee.
La isla está poblada por una madriguera de conejos de cola de algodón de Nueva Inglaterra, que es parte de un programa de restauración de especies relacionado con la candidatura del animal para ser incluido en la lista de especies en peligro de extinción de 1973.
En 2021, un conejo en la isla dio positivo por tularemia, una infección bacteriana en roedores salvajes. La bacteria se transmite a los humanos por contacto con tejidos de animales infectados. La bacteria también se puede transmitir por medio de garrapatas, picadura de moscas y mosquitos.
Se han documentado garrapatas en la Isla de la paciencia, y éstas no sólo producen tulameria en humanos, también pueden provocar la enfermedad de Lyme, ehrlichiosis, fiebre de las montañas rocallosas, entre otras.
Biólogos también han explicado que son muy comunes las plantas con espinas que crecen al tamaño de una persona por lo que un paseo por la isla puede generarle varios rasguños. Ambos problemas se evitan con ropa gruesa y botas.
Por supuesto que si está acostumbrado a lidiar con plantas espinosas, animales salvajes y sabe de estos contratiempos, no tendrá problema alguno con convivir plenamente con la naturaleza ambivalente.
La Isla de la paciencia y otras cercanas fueron nombradas por Roger Williams y otros primeros colonos.
Los niños de las escuelas coloniales a menudo recitaban el poema: “Paciencia, prudencia, esperanza y desesperación. Y el pequeño cerdo de allí”. Patience Island fue un regalo de los nativos Narragansett a Roger Williams.
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