Tras darse a conocer el asesinato de tres niños pequeños en California el sábado, Liliana Carrillo, su madre, afirmó este jueves que ella los mató, además explicó cómo y por qué lo hizo.
Carrillo, de 30 años, está detenida en la cárcel del condado de Kern después de que las autoridades del condado de Tulare la arrestaron por un presunto robo de auto que cometió mientras huía al norte de Los Ángeles el sábado 3 de abril. Esa misma mañana, los niños fueron encontrados muertos por su abuela en su apartamento de Reseda.
“Lo hice, los ahogué”, dijo Carrillo durante la entrevista en la cárcel con la televisora KGET, una filial local de NBC en Bakersfield.
“No quería que siguieran sufriendo abusos”, fue la respuesta de la mujer tras preguntarle el motivo del asesinato de sus hijos.
La madre de los tres pequeños estaba en una disputa legal por la custodia de los niños: Joanna, de 3 años; Terry, 2; y Sierra, de 6 meses, con su padre Erik Denton, que vive en Porterville.
El 12 de marzo, a Carrillo se le otorgó una orden de restricción temporal para ella y sus hijos a través de los tribunales del condado de Los Ángeles, que prohibió al padre de los niños acercarse a ellos.
Sin embargo, Denton había solicitado previamente una orden de emergencia para obtener la custodia de los niños alegando que la condición mental de su esposa comenzó a deteriorarse después del nacimiento de Terry, cuando mostró signos de depresión posparto.
“Ojalá mis hijos estuvieran vivos, sí”, dijo Carrillo en la entrevista, respondiendo a una pregunta sobre si lamentaba los asesinatos. “¿Desearía no tener que hacer eso? Sí, pero prefiero que no sean torturados y abusados de forma regular por el resto de su vida”.
Al principio de la entrevista, Carrillo alegó que su esposo y amigos “básicamente me habían dicho a lo largo de mi relación lo que sucedería y todo estaba sucediendo tal como lo decían, por lo que no estaba dispuesta a entregar a mis hijos para que siguieran abusando”.
“No es una excusa para hacerle eso a sus hijos”: madrina de los niños
Gabriela Gomez Naranjo, madrina de uno de los niños asesinados, dijo que estaba devastada después de ver la confesión de Carillo, pero se obligó a verla nuevamente.
“Tuve que pensar en eso. Esa no es una excusa para hacerle eso a sus hijos. No tiene sentido”, explicó la amiga de la familia en DailyNews y agregó que nunca vio algún tipo de comportamiento que evidenciara que Carillo o sus hijos fueran abusados durante los cuatro años que los conoció. “Parecían ser una familia unida”.
“Carrillo parecía ser la típica madre cariñosa, hasta que nació Terry”, dijo Gomez Naranjo. Después de ese segundo embarazo, comenzó a hacer numerosas publicaciones en las redes sociales indicando que estaba experimentando depresión posparto y parecía estar “cansada todo el tiempo”, agregó la amiga de la familia.
Denton dijo que renunció a su trabajo en diciembre de 2019 para cuidar a los niños, ya que Carrillo expresó repetidamente su pesar por tener a los niños, incluso dijo que quería suicidarse, según los registros judiciales.
Después de comprometerse a tomar terapia, Carrillo renunció a ella abruptamente, se negó a tomar medicamentos psiquiátricos recetados y comenzó a automedicarse fuertemente con marihuana, escribió Denton en los registros judiciales.
“Su condición ha empeorado”, escribió Denton. “No se está cuidando y ha perdido el contacto con la realidad. Es extremadamente paranoica y actúa de manera impulsiva y errática“.
Carrillo dijo que creía que era responsable de la pandemia de COVID-19 y que Porterville es una “red gigante de tráfico sexual”. Acusó a Denton de ser parte de una red de pedófilos y dijo que les estaba permitiendo abusar de su hija de tres años, detalló el padre sobre la condición mental de su esposa. “Temía que la estuvieran siguiendo”, según los registros judiciales, y “dijo que quería llevarse a los niños y huir a México para estar con su familia allí”.
“Había perdido contacto con la realidad”
Según el testimonio de la familia Carrillo, Liliana “había perdido contacto con la realidad”, “tenía pensamientos suicidas” y “aseguraba que era la causante de la pandemia de coronavirus”, dijo Javier Carrillo, hermano de Liliana en Univision.
“El sistema nos falló necesitábamos ayuda, mi hermana necesitaba ayuda, Denton necesitaba ayuda y no la hubo”, dijo a Univision, Javier Carrillo, hermano de Liliana Carrillo, visiblemente afectado por la tragedia en el altar improvisado en frente al edificio de apartamentos en Reseda, California en donde los restos de los niños fueron encontrados.
Los cambios en su conducta se notaron tras dar a luz a su primera hija en 2018, luego los síntomas se intensificaron tras el nacimiento de su segundo bebé en 2019 y para el 2020 tras el nacimiento de su tercera niña, la situación era insostenible.
De acuerdo con registros oficiales, Liliana Carrillo los tres niños y el padre de estos, Erik Denton vivieron juntos hasta el 25 de febrero de 2021. Luego, ella y los niños se mudaron a Reseda.
SEGUIR LEYENDO: