Los CDC declararon al racismo como una seria amenaza para la salud pública de los Estados Unidos

La directora de las agencias sanitarias, Rochelle Walensky, aseguró que tomarán medidas para abordar el histórico problema

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Foto: REUTERS/Andrew Kelly
Foto: REUTERS/Andrew Kelly

Los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) tienen la potestad de poner rótulos sobre problemas sociales y convertirlos en prioridades para la política de estado. Y eso hicieron con el racismo. Las agencias sanitarias lo catalogaron oficialmente como una seria amenaza a la salud pública, y en consecuencia anunciaron la decisión de tomar medidas para abordarla.

“Lo que se sabe es lo siguiente: el racismo es una seria amenaza a la salud pública que afecta directamente el bienestar de millones de estadounidenses. Como resultado, afecta la salud de toda nuestra nación”, indicó en un comunicado la titular de los CDC, Rochelle Walensky, en un comunicado.

De esta manera, la mayor agencia de salud pública de la nación se suman a una larga lista de agencias y organismos que han declarado su voluntad de poner a lucha contra el racismo al frente de sus prioridades. De acuerdo con la Asociación Americana de Salud Pública, hay 170 líderes locales y estatales, así como entidades de salud pública que en el último tiempo han declarado al racismo como una crisis de salud pública o una emergencia.

Pero el hecho de que el CDC, con el alto perfil que ha tomado durante la pandemia del COVID-19, y particularmente su directora (una de las funcionarias con mejor imagen positiva de la administración Biden justamente por ser la cara visible de la lucha contra el coronavirus), hayan decidido hacer foco en este tema, le da una visibilidad aún mayor.

En su declaración, Walensky destaca que la pandemia ha afectado a las denominadas comunidades de color de manera desproporcionada, justamente por los problemas de racismo estructural y cuyo impacto se refleja en la manera en las condiciones históricas de vida de esos diferentes grupos étnicos y raciales.

La directora de los CDC, Rochelle Walensky. Susan Walsh/Pool via REUTERS
La directora de los CDC, Rochelle Walensky. Susan Walsh/Pool via REUTERS

“Por generaciones, estas inequidades estructurales han devenido en menores servicios para determinados grupos étnicos y raciales, que son inaceptables”, lee el comunicado. Según la agencia, los miembros de minorías étnicas tienen más chances de morir de COVID-19 que aquellos que no lo son. La tasa fue 2,4 veces mayor para descendientes de tribus nativas, de 2,3 para los hispánicos y de 1,9 para los afroamericanos.

Por el momento los únicos hechos concretos que se conocen son la asignación de fondos para combatir la pandemia en determinadas comunidades de color, para aminorar las disparidades, y la creación de una sección en la página web de los CDC dedicada al racismo y la salud, con la esperanza de llamar la atención sobre el tema.

La Asociación Médica Americana, que había declarado al racismo como un problema de salud pública el pasado mes de noviembre, aplaudió públicamente el anuncio de los CDC.

“Mientras que el COVID 19 continúa afectando de manera dispar a las comunidades afroamericanas y marrones (en referencia al color de piel de comunidades como la afro-americana, la latina, la árabe-americana y la indio-americana, entre otras), es clara la necesidad de una acción colectiva en la que participen todas las partes interesadas para desmantelar el racismo sistémico y confrontar, empotrar y hacer avanzar la equidad en nuestro sistema de salud”, declaró Susan Bailey, presidente de la asociación en un comunicado.

Además de las inequidades en la falta de acceso a cobertura de salud, la pandemia puso en evidencia un problema racial del que poco se hablaba antes: el racismo hacia las personas de origen asiático. Con buena parte de la población culpando a China por la aparición del COVID-19, durante el año de pandemia se han registrado más de 3800 incidentes en contra de personas de origen asiático en todos los Estados Unidos, según datos del reporte confeccionado por el foro Stop AAPI Hate, en su mayoría contra mujeres y menores de edad.

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