Virginia se convirtió el miércoles en el primer estado del sur de Estados Unidos en aprobar el uso personal de pequeñas cantidades de marihuana con fines recreativos. El Senado y la Cámara de Delegados votaron para permitir la posesión en adultos a partir del 1 de julio, a pesar de la dura oposición de los legisladores republicanos.
El gobernador demócrata Ralph Northam dijo en un comunicado que Virginia “hizo historia como el primer estado en el sur en legalizar la posesión simple de marihuana”.
“Las leyes sobre marihuana fueron diseñadas explícitamente para perjudicar a las comunidades de color, y los virginianos negros tienen una probabilidad desproporcionada de ser detenidos, acusados y condenados”, dijo.
“Hoy, Virginia tomó un paso importante para corregir esos males y restaurar la justicia a los perjudicados por décadas de sobrecriminalización”, añadió.
Varios estados de Estados Unidos, como Nueva York o Colorado, han aprobado medidas similares, pero Virginia es el primero en hacerlo en la región del sur, social y políticamente conservadora.
Los mayores de 21 años podrán poseer legalmente hasta una onza (28,3 gramos) de cannabis para uso personal, así como sembrar hasta cuatro plantas por hogar. El consumo en público no será permitido. Los permisos para producir y vender cannabis con fines comerciales no empezarán sino hasta el 1 de julio de 2024.
”La legalización acabará con miles de infracciones menores relacionadas con la marihuana que ocurren anualmente (...) finalizando con una práctica discriminatoria que demasiado frecuentemente atenta contra virginianos jóvenes, pobres y de color”, dijo Jenn Michelle Pedini de la agrupación NORML, que aboga por la legalización de la marihuana en Estados Unidos.
El antecedente de Nueva York
Siguiendo los pasos de otros 14 estados, Nueva York aprobó el pasado 31 de marzo el proyecto que legaliza el uso recreativo de la marihuana para mayores de 21 años, luego de horas de intensos debates en la legislatura estatal. El controvertido proyecto obtuvo finalmente luz verde luego de que los demócratas, que dominan el Senado y la Asamblea, lograran un acuerdo con el gobernador del estado, Andrew Cuomo, que ve así cumplida una vieja promesa. La medida podría ayudar a sanear las arcas públicas tras el impacto de la pandemia de coronavirus.
La legislación podría generar 350 millones de dólares en impuestos anuales y parte de esos fondos deberán ser invertidos en las comunidades de minorías afectadas por las severas sentencias por la posesión de esta droga. La nueva industria crearía entre 30.000 y 60.000 puestos de trabajo, según ha trascendido a los medios.
“Nueva York tiene una historia de ser la capital progresista de la nación y esta importante legislación continuará una vez más con ese legado”, indicó en un comunicado Cuomo, quien agradeció a los líderes del Senado y la Asamblea, Andrea Stewart-Cousin y Carl Heastie, respectivamente, por el esfuerzo.
También destacó que por mucho tiempo la prohibición de la marihuana ha impactado de forma desproporcionada a las comunidades de color con sentencias severas de cárcel “y después de años de duro trabajo esta legislación histórica provee justicia a comunidades marginadas, acoge una nueva industria que crecerá la economía y establece seguridad para el público”.
Con información de AFP y Reuters
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