Al menos una persona murió este jueves y otras cinco resultaron heridas en un tiroteo en una zona industrial de la localidad de Bryan, en el estado norteamericano de Texas, según informó el jefe de la Policía de esa población, Eric Buske.
Los heridos, entre los que hay uno grave, han sido trasladados a un hospital de la zona, mientras que el autor de los disparos se dio a la fuga. “Cuatro personas fueron trasladadas al Hospital St. Joe en estado crítico con heridas de bala (...) Otra persona fue transportada sin lesiones -al parecer fue un ataque de asma- y una persona falleció en el lugar”, manifestó Buske.
La Policía sospecha que el atacante es un empleado de una empresa de fabricación de cabañas, que fue escenario del tiroteo.
Los empleados estaban siendo entrevistados, dijo el teniente de policía de Bryan Jason James, y los testigos habían identificado a un sospechoso. “Es un negocio, así que hay muchos empleados que estaban dentro. La policía está investigando quién vio qué y cómo ocurrió todo”.
Tras lo sucedido, las autoridades pidieron a la gente que se mantuviera alejada del negocio.
Más tarde, en una zona cercana, la Policía detuvo a una persona después de que abriese fuego contra un agente.
Las autoridades han dicho que ambos incidentes podrían estar relacionados.
Tras el tiroteo en Bryan, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo en un comunicado que el “estado asistirá de cualquier manera necesaria para ayudar a procesar al sospechoso.” “Cecilia y yo estamos rezando por las víctimas y sus familias y por el agente de la ley herido al detener al sospechoso”.
Precisamente este jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció una serie de medidas de alcance limitado para atajar la violencia con armas de fuego en su país, y exigió al Congreso que deje de tolerar un problema que describió como una “vergüenza a nivel internacional”.
Dos semanas después de los tiroteos masivos que dejaron 18 muertos en Georgia y Colorado, Biden desveló varias iniciativas para contener la violencia armada, pero reconoció que no podrá hacer demasiado por su cuenta si el Congreso no deja de bloquear cualquier intento de aumentar el control de las pistolas y rifles.
“La violencia armada en este país es una epidemia. Y es una vergüenza a nivel internacional”, denunció el presidente de Estados Unidos.
El mandatario recordó que cada día mueren 106 personas por disparos de armas de fuego en el país, todos los meses hay 53 feminicidios cometidos con pistolas, y que la violencia armada “impacta mucho más a la población negra y latina”.
Con información de EFE
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