La promesa la había hecho la semana pasada. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, apoyaría a la industria de los cruceros en su búsqueda de volver a operar en los Estados Unidos. Y este jueves anunció una acción concreta. El estado de Florida presentó una demanda contra los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y contra el gobierno federal, exigiendo que se autorice su navegación con pasajeros en el país.
“La industria no necesita a un burócrata que decida si es seguro o no para los viajeros. Las personas tienen derecho a decidir por si mismas”, dijo el gobernador, quién ha cosechado críticas y elogios por su política de apertura económica frente a la pandemia del COVID 19.
Las líneas de cruceros estarán retomando su actividad comercial durante los próximos meses desde puertos internacionales, entre los que se cuentan Bahamas, Bermuda, St Marteen o Atenas, en Europa. La industria de los cruceros genera ingresos por USD 9.000 millones al año en Florida y se encuentra entre las principales fuentes de trabajo para los habitantes de ciudades como Miami.
DeSantis sostiene que las restricciones impuestas por el gobierno federal a esta industria -que no aplican para otras industrias dentro del turismo, como el tránsito aéreo, por ejemplo-, ponen en grave peligro un medio de subsistencia de miles de floridanos.
“Si les preocupa la salud de los estadounidenses, sepan que quienes quieran viajar en cruceros lo seguirán haciendo, solo que desde puertos en el exterior”, agregaba el gobernador republicano.
En la rueda de prensa surgió el tema de los pasaportes de vacunas, que DeSantis ha criticado en el pasado. Varias industrias, desde el entretenimiento hasta las propias líneas de cruceros, han manifestado que en la vuelta a una actividad económica post-pandemia exigirán prueba de vacunación a quienes usen sus servicios. El gobernador de Florida expresó su discrepancia.
“Todos tenemos el derecho de vivir nuestras vidas, ir a un crucero o a una sala de cine. No veo la necesidad de tener un pasaporte de vacunación para ello. Si es algo que te preocupa, ve y hazlo. Vacúnate, pero es tu elección hacerlo”, indicaba DeSantis, quien firmó un decreto la semana pasada que prohíbe en la Florida a empresas privadas exigir pruebas de vacunación.
Desde el otro lado del debate argumentan que si solo una minoría de la población decide vacunarse, nunca se llegará a la tan mentada inmunidad de rebaño necesaria para poner fin a la pandemia. Pero el argumento de DeSantis sobre la necesidad de dejar que la decisión sea personal suele generar apoyo entre grupos conservadores y libertarios en los Estados Unidos. Pese a la oposición de una vacunación obligatoria, la administración de DeSantis ha tomado distintas medidas para garantizar que la vacunación en Florida sea accesible para todos los residentes, eliminando al igual que otros estados restricciones de edad a partir del pasado lunes.
La demanda y las palabras del gobernador llegan la misma semana en la que los CDC anunciaron sus nuevas recomendaciones para la industria de cruceros, en las que hablan de la necesidad de vacunar a todo el personal a bordo, así como exigir vacunas a todos los pasajeros. Las grandes empresas de cruceros que operan en Estados Unidos -Royal Caribbean, Carnival y Norwegian, entre ellas- desarrollaron sus propios planes en los que también incluyen un pedido de vacunación.
“La vacunación contra el COVID 19 va a ser crítica para que los cruceros puedan reestablecer sus operaciones normalmente. Cuanta más gente esté vacunada, más confianza tendremos en los CDC para recomendar la vuelta a los cruceros”, indican en un comunicado de prensa las autoridades de las agencias sanitarias.
La orden que prohíbe viajes de pasajeros en cruceros por parte de los CDC está vigente desde el 1 de marzo de 2020 y dura hasta el 1 de noviembre de 2021, pero nada indica que no pueda cancelarse antes.
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