La vacuna desarrollada por el Ejército de los Estados Unidos comienza los testeos en humanos

Investigadores de la institución aseguraron que protege a las personas contra las nuevas variantes surgidas

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Una persona recibe la primera dosis de una vacuna contra la covid-19. EFE/CJ Gunther/Archivo
Una persona recibe la primera dosis de una vacuna contra la covid-19. EFE/CJ Gunther/Archivo

El ejército estadounidense comenzará las pruebas este martes de la vacuna desarrollada por la institución contra el COVID-19. Los voluntarios, un total de 72 adultos, de entre 18 y 55 años recibirán la inyección a base de proteínas en el Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed en Silver Spring, Maryland. El equipo médico probará en esta instancia, si la vacuna induce de forma segura la respuesta inmunitaria deseada en los sujetos de estudio. Según los investigadores, puede proteger contra una serie de variantes del coronavirus, más nuevas y más transmisibles, incluidas las cepas del Reino Unido y de Sudáfrica.

Los científicos del instituto de investigación del Ejército desarrollaron su vacuna uniendo una copia de la proteína de punta que se encuentra en la superficie del coronavirus a otra proteína conocida como ferritina, que normalmente se encuentra en la sangre humana y contiene hierro. Las proteínas de ferritina forman una estructura esférica multifacética que se asemeja al coronavirus. Esto, a su vez, está diseñado para desencadenar una respuesta inmune que puede ayudar a defenderse del virus real, si una persona vacunada se expone a él más tarde. Además contiene un ingrediente llamado adyuvante, que está diseñado para mejorar las respuestas inmunes.

Ciertos voluntarios del estudio recibirán una dosis de la vacuna del Ejército y otros recibirán dos dosis con cuatro semanas de diferencia. Los investigadores evaluarán las respuestas inmunitarias a partir de muestras de sangre tomadas aproximadamente dos semanas después de la segunda dosis o seis semanas después de la dosis única.

Se espera que los primeros resultados estén disponibles para mediados del verano americano. Si los resultados son positivos, es posible que el ejército intente cerrar un acuerdo con una compañía farmacéutica para continuar realizando más pruebas y seguir desarrollando la vacuna, comentó Kayvon Modjarrad, director de la rama de enfermedades infecciosas emergentes del instituto.

Los investigadores declararon que la vacuna arrojó resultados favorables en estudios con monos que fueron expuestos al coronavirus.

Esta vacuna, es una de las tantas que siguen en desarrollo, muchas de las cuales tienen como objetivo mejorar las que ya están disponibles en el mercado. En el momento se están realizando alrededor de 229 ensayos de vacunas humanas, según BioCentury, institución que está siguiendo de cerca cada uno de los progresos.

Las vacunas contra el coronavirus de la próxima generación, puede llegar a desempeñar un papel clave en vacunaciones futuras, si son diferenciadas de las utilizadas actualmente. Las que desencadenen un tipo distinto de respuesta inmunitaria o tengan una administración diferente, como en aerosol nasal o en fórmula líquida para administrar de forma oral, pueden llegar a resultar útiles como vacunas primarias fuera de Estados Unidos, o como refuerzos en las personas que recibieron previamente vacunas contra el Covid-19, que contienen un tipo inofensivo de virus conocido como un adenovirus, tales como la de Johnson&Johnson y la de AstraZeneca. Esas personas pueden desarrollar inmunidad al adenovirus de una manera que podría disminuir la efectividad de una vacuna de refuerzo basada en la tecnología.

Las vacunas actualmente autorizadas en los Estados Unidos, Pfizer, BioNTech SE, Moderna y Johnson&Johnson, parecen tener cierta eficacia contras las nuevas variantes surgidas del virus.

Según un estudio realizado, la vacuna de J&J fue la menos efectiva contra la cepa sudafricana, mientras que la de Pfizer y Moderna tuvieron un efecto neutralizante reducido en pruebas de laboratorio.

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