Estados Unidos pidió explicaciones a Rusia por las recientes “provocaciones” militares en la frontera con Ucrania

Ned Price, portavoz del Departamento de Estado del país norteamericano, consideró “creíbles” los reportes sobre el incremento de tropas y armamento de Moscú en la frontera. El Reino Unido y la Unión Europea también expresaron su preocupación por los movimientos

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Ned Price, portavoz del Departamento de Estado norteamericano  (REUTERS/Tom Brenner)
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado norteamericano (REUTERS/Tom Brenner)

Estados Unidos indicó que considera “creíbles” los informes sobre recientes movimientos militares rusos en la frontera con Ucrania y ha pedido a Moscú que dé explicaciones de lo que calificó como “provocaciones, dijo este lunes el portavoz del departamento de Estado, Ned Price, quien además afirmó que el gobierno de Joe Biden está dispuesto a comprometerse con la situación.

Los informes sobre el aumento de tropas rusas y los movimientos en la frontera con Ucrania se han convertido en el último punto de tensión en las gélidas relaciones entre Estados Unidos y Rusia, menos de tres meses después de que el presidente Biden asumiera el cargo.

Price dijo en una rueda de prensa que Estados Unidos se preocuparía por cualquier esfuerzo de Moscú para intimidar a Ucrania, tanto si se produce en territorio ruso como dentro de Ucrania.

No obstante, se negó a decir si Washington considera que Rusia se está preparando para invadir la vecina ex república soviética.

Más tarde el lunes, un portavoz del Departamento de Estado dijo a la agencia Reuters que Estados Unidos está “abierto a llegar a un compromiso con Moscú” sobre la situación, describiendo como “creíbles” los informes de movimientos de tropas rusas en la frontera entre Ucrania y Crimea, la península tomada por Rusia en 2014.

Militares armados esperan en vehículos del ejército ruso frente a un puesto de guardia fronterizo ucraniano en la ciudad de Balaclava, en Crimea (REUTERS/Baz Ratner)
Militares armados esperan en vehículos del ejército ruso frente a un puesto de guardia fronterizo ucraniano en la ciudad de Balaclava, en Crimea (REUTERS/Baz Ratner)

Los movimientos, dijo el portavoz, fueron precedidos por violaciones de un alto el fuego de julio de 2020 que mataron a cuatro soldados ucranianos e hirieron a otros cuatro.

En paralelo, el primer ministro británico Boris Johnson dijo este lunes que el Reino Unido tiene “preocupaciones significativas” sobre la actividad rusa en Crimea y en la frontera ucraniana.

“El primer ministro, durante una llamada telefónica al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, reafirmó su “inquebrantable apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania”, indicó la oficina de Johnson en un comunicado.

Además, expresó su solidaridad con el gobierno de Zelensky “frente a esta actividad desestabilizadora y elogió el enfoque de Ucrania ante la situación”, añadió.

Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que estaba “siguiendo con severa preocupación la actividad militar Rusia alrededor de Ucrania”. También indicó que mantuvo una llamada telefónica con el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, y en ella le prometió su “apoyo inquebrantable con la soberanía e integridad territorial” de Ucrania.

Francia y Alemania también expresaron el domingo sus preocupaciones por el aumento de las tensiones en el este de Ucrania.

La embajada de Alemania en Ucrania compartió un comunicado conjunto en el que se señala la preocupación de Berlín por “el creciente número de violaciones del alto el fuego en este de Ucrania”.

Un militante de la autoproclamada República Popular de Donetsk sostiene un arma en las posiciones del frente al sur de Donetsk (REUTERS/Alexander Ermochenko)
Un militante de la autoproclamada República Popular de Donetsk sostiene un arma en las posiciones del frente al sur de Donetsk (REUTERS/Alexander Ermochenko)

“Estamos siguiendo la situación y pedimos moderación y una desescalada inmediata de las tensiones”, ha compartido la embajada alemana. Asimismo, ha añadido en el texto que “apoyan la soberanía y la integridad territorial de Ucrania” y han solicitado que “continúen los esfuerzos para que se implementen los acuerdos de Minsk”.

El Kremlin no tardó en responder. A través de sus voceros afirmó que Ucrania y los países occidentales no deben “preocuparse” por los movimientos de tropas rusas en la frontera ucraniana.

“Rusia desplaza a sus fuerzas armadas en su territorio como le parece”,declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. “Pero eso no representa ninguna amenaza para nadie ni debe preocupar a nadie”, puntualizó.

En el este de Ucrania los conflictos se han mantenido desde hace años por las tensiones entre Ucrania y Rusia. En el caso de Crimea, Rusia anexionó este territorio durante el conflicto de 2014 antes de que la población decidiera su incorporación en un referéndum, mientras que la región de Donbás vive desde hace años un conflicto armado que enfrenta a las tropas del Gobierno ucraniano y a los separatistas prorrusos.

Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia. Las hostilidades han dejado hasta la fecha unos 13.000 muertos, según estimaciones de la ONU.

Un miembro de las fuerzas armadas ucranianas es visto en las posiciones de combate en la línea de separación cerca de la ciudad controlada por los rebeldes de Donetsk (REUTERS/Serhiy Takhmazov)
Un miembro de las fuerzas armadas ucranianas es visto en las posiciones de combate en la línea de separación cerca de la ciudad controlada por los rebeldes de Donetsk (REUTERS/Serhiy Takhmazov)

Tras la tregua de la segunda mitad de 2020, el conflicto en el este de Ucrania ha registrado desde enero varios enfrentamientos armados que han causado la muerte de 19 soldados ucranianos. Ambos bandos se culpan mutuamente de la escalada.

Además, Ucrania y Estados Unidos indicaron recientemente que se produjeron movimientos de las tropas rusas en Crimea, la península ucraniana anexionada por Moscú en 2014, y en la frontera ruso-ucraniana, cerca de los territorios controlados por los separatistas prorrusos.

Con información de Reuters, AFP y Europa Press

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