Estados Unidos prevé alcanzar este jueves las 100 millones de personas vacunadas con al menos una dosis contra el COVID-19, un nuevo hito en el país que más ha inoculado a su población en términos absolutos, superado en términos relativos por estados con menos habitantes.
Hasta el miércoles, el país había aplicado vacunas a 97,6 millones de personas, un 29,4% de la población. Pero la campaña viene a un ritmo que alcanza los 2,7 millones de dosis por día. Si bien una parte será para aquellos que recibirán su segunda dosis, expertos estiman que alcanzar el centenar de millones es cuestión de horas.
Personas por país que han recibido al menos una dosis:
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), más de 54 millones (el 16% de la población) ya está completamente inoculada, habiendo recibido las dosis y pasado un tiempo de generación de anticuerpos. Esta cifra incluye a casi la mitad de todos los adultos mayores de 65 años.
El país ha aprobado las fórmulas de Pfizer/BioNTech y Moderna (que necesitan dos dosis) y la de Johnson & Johnson (de una sola). En tanto, la vacuna de AstraZeneca/Oxford se encuentra en proceso de revisión.
Sin embargo, crece el temor de que el acelerado ritmo no sea lo suficientemente rápido para evitar una cuarta ola de contagios en el país, a menos que vaya acompañada de un endurecimiento de las medidas sanitarias.
“Nuestro trabajo está lejos de terminar. Estamos lejos de ganar la guerra contra el COVID-19”, dijo el mandatario Joe Biden desde la Casa Blanca días atrás.
La tasa de infección en Estados Unidos se había estabilizado durante varias semanas, pero ahora vuelve a aumentar y los datos muestran que el promedio de siete días se acerca a los 60.000 nuevos casos cada 24 horas. Esto representa un aumento del 10% con respecto al periodo anterior de siete días, mientras que las hospitalizaciones han pasado de 4.600 a 4.800 diarias.
Con más de 330 millones de habitantes, Estados Unidos registra más de 30 millones de casos y 550.000 muertos por COVID-19.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para el 1 de julio habrán muerto unas 600.000 personas.
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