Amazon espera que la mayoría de sus empleados en Estados Unidos regresen a la oficina “a principios del otoño” boreal, es decir entre finales de septiembre y el comienzo de octubre, indicó esta semana la compañía en un memorando interno.
“En Estados Unidos, a medida que las vacunas estén ampliamente disponibles en los próximos meses, esperamos que más personas comiencen a llegar a la oficina durante el verano, y la mayoría regresará a principios de otoño”, dijo Amazon en una nota de blog a los empleados fechada el martes.
Los trabajadores en algunos países europeos podrán regresar más tarde debido a los contratiempos en la distribución de vacunas, dijo la compañía.
Amazon es el segundo mayor empleador del sector privado en Estados Unidos, detrás de Walmart, y el mayor empleador en su ciudad natal, Seattle.
Desde que comenzó la pandemia, la mayoría del personal ejecutivo de la compañía ha estado trabajando desde su casa, pero sus empleados de almacén y conductores de entrega se consideraron trabajadores esenciales y permanecieron en el trabajo.
En la mira de Biden
El anuncio llega un día después que el presidente Joe Biden se refirió a Amazon como una de las empresas que deberán pagar su parte justa en impuestos para financiar su ambicioso plan de infraestructura de 2 billones de dólares.
Dijo que no se trataba de “represalias” contra los ricos y exitosos, pero el hecho de que Amazon no paga impuestos federales es “simplemente incorrecto”.
Citó un estudio de 2019 que mostraba que 91 compañías Fortune 500, “las compañías más grandes del mundo, incluida Amazon, no pagan ni un solo centavo del impuesto federal a la renta”.
“Eso está mal”, dijo Biden. “¿Un bombero y un maestro pagando el 22 por ciento y Amazon y otras 90 grandes corporaciones pagando cero en impuestos federales? Voy a acabar con eso”.
El financiamiento provendría de aumentar la tasa de impuestos corporativos del 21 por ciento al 28 por ciento y de tomar medidas enérgicas contra el uso de paraísos fiscales para evitar el pago de impuestos estadounidenses. Incluso si el Congreso aprueba el aumento propuesto por Biden, una tasa impositiva corporativa del 28 por ciento aún sería la más baja desde la Segunda Guerra Mundial, con la excepción de los últimos tres años.
Sin embargo, el vicepresidente senior de política y prensa de Amazon, Jay Carney, defendió el miércoles el uso de créditos fiscales por investigación y desarrollo por parte de la compañía.
“Si el crédito fiscal para I + D es un ‘vacío legal’, sin duda es uno que el Congreso quiso con fuerza”, escribió en Twitter, y señaló que los legisladores lo habían extendido varias veces desde su creación en 1981 y que el presidente Barack Obama lo hizo permanente en 2015.
Biden sostuvo que el aumento de impuestos corporativos “no se trata de penalizar a nadie. No tengo nada en contra de millonarios y multimillonarios”.
El plan de inversión de ocho años “construye una economía más justa que les da a todos la oportunidad de tener éxito”, dijo, y señaló que “crearía millones de empleos, empleos bien pagados”.
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