El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este martes “acciones adicionales” para hacer frente a “la violencia, la xenofobia y los prejuicios” contra la comunidad asiático americana.
A través de un comunicado, la Casa Blanca denuncia que “sigue habiendo un torrente de dolor e indignación por la horrible violencia y xenofobia” perpetradas contra esta comunidad, especialmente contra las mujeres y niñas asiático americanas.
Biden ya destacó en su primer discurso a la nación que “la violencia y la xenofobia contra los asiáticos está mal, es antiestadounidense y debe terminar”.
Por esto, ha anunciado nuevas medidas para responder al incremento de actos violentos contra esta comunidad, así como para “promover la seguridad, la inclusión y la pertenencia de todas las comunidades de asiáticos americanos, nativos de Hawai e isleños del Pacífico”.
Entre estas nuevas medidas destaca la creación de una iniciativa a través de la cual el Departamento de Justicia hará un seguimiento de los informes de delitos de odio contra los asiáticos. Además, el FBI planea realizar sesiones de capacitación para las oficinas judiciales estatales y locales, y se ha indicado a otras agencias federales que tomen medidas adicionales.
También se establecerá un grupo de trabajo para abordar la xenofobia alimentada por el coronavirus contra los estadounidenses de origen asiático.
El comunicado recuerda que, en sus primeros 65 días, Biden ha anunciado que “la política oficial de esta Administración es condenar los prejuicios y la violencia contra los asiáticos”, mientras que visitó a los líderes de la AAPI en Atlanta para denunciar la violencia contra los asiáticos y la violencia de género. También ha pedido al Congreso que apruebe la Ley de Delitos de Odio COVID-19 presentada por la senadora Mazie Hirono y la congresista Grace Meng.
Estas acciones se enmarcan en los recientes ataques registrados contra ciudadanos de ascendencia asiática en Estados Unidos. Ocho personas, seis de ellas mujeres asiáticas --al menos cuatro de origen surcoreano--, murieron a causa de los ataques hace dos semanas y en un lapso de tiempo de una hora.
Entretanto, Estados Unidos decretó este martes la salida de Myanmar de sus diplomáticos no esenciales, debido a la represión tras el golpe de Estado que en febrero derrocó al gobierno de Aung San Suu Kyi, según informó el Departamento de Estado norteamericano en un comunicado.
“El Departamento actualizó el estatuto y ordenó la salida”, indicó la diplomacia de Estados Unidos que tras el golpe del 1 de febrero permitió el 14 de febrero la partida voluntaria de personal no indispensable.
Un portavoz del Departamento justificó esta decisión afirmando que “la seguridad del personal gubernamental y la de las personas a su cargo y la de los ciudadanos estadounidenses es la mayor prioridad”.
“La embajada de Estados Unidos en Birmania va a seguir abierta al público y va a seguir ofreciendo servicios consulares limitados”, indicó el funcionario.
Desde el golpe de Estado, los militares que tomaron el poder lanzaron una represión de las protestas que según una organización de asistencia para los prisioneros políticos ha dejado cerca de 521 civiles muertos.
(Con información de Europa Press)
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