Crisis en Myanmar: Estados Unidos ordenó a sus diplomáticos no esenciales salir del país

Las autoridades norteamericanas indicaron que “la seguridad del personal gubernamental y la de las personas a su cargo y la de los ciudadanos estadounidenses es la mayor prioridad”

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Antony Blinken, secretario de Estado
Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano (REUTERS/Leah Millis)

Estados Unidos decretó este martes la salida de Myanmar de sus diplomáticos no esenciales, debido a la represión tras el golpe de Estado que en febrero derrocó al gobierno de Aung San Suu Kyi, según informó el Departamento de Estado norteamericano en un comunicado.

“El Departamento actualizó el estatuto y ordenó la salida”, indicó la diplomacia de Estados Unidos que tras el golpe del 1 de febrero permitió el 14 de febrero la partida voluntaria de personal no indispensable.

Un portavoz del Departamento justificó esta decisión afirmando que “la seguridad del personal gubernamental y la de las personas a su cargo y la de los ciudadanos estadounidenses es la mayor prioridad”.

“La embajada de Estados Unidos en Birmania va a seguir abierta al público y va a seguir ofreciendo servicios consulares limitados”, indicó el funcionario.

Desde el golpe de Estado, los militares que tomaron el poder lanzaron una represión de las protestas que según una organización de asistencia para los prisioneros políticos ha dejado cerca de 521 civiles muertos.

Este martes el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, denunció la situación en Myanmar durante la presentación del informe anual sobre los derechos humanos en el mundo que realiza su departamento.

Más de 400 manifestantes fueron
Más de 400 manifestantes fueron asesinados por las fuerzas de seguridad en Myanmar (REUTERS)

El presidente Joe Biden sostuvo el domingo pasado que el derramamiento de sangre en Myanmar es “absolutamente intolerable”, después de que las fuerzas de seguridad asesinaran a más de 100 manifestantes, entre ellas al menos siete niños, durante la represión del sábado, el día más sangriento desde el golpe de Estado militar.

“Es absolutamente intolerable y, según los informes que he recibido, una cantidad terrible de personas han sido asesinadas de forma totalmente innecesaria”, manifestó el mandatario norteamericano.

El secretario de Estado Antony Blinken, por su parte, condenó el sábado la última matanza de civiles cometida por las fuerzas de seguridad en Myanmar y rechazó el “reinado de terror” de los militares que han tomado las riendas de este país asiático.

“Estamos horrorizados por la matanza perpetrada por las fuerzas de seguridad birmanas, que demuestra que la junta está dispuesta a sacrificar las vidas del pueblo para servir a unos pocos”, escribió el jefe de la diplomacia norteamericana en su cuenta de Twitter. Y añadió: “Envío mis más profundas condolencias a las familias de las víctimas. El valiente pueblo de Myanmar rechaza el reinado de terror de los militares”.

Los manifestantes piden la liberación
Los manifestantes piden la liberación de Aung San Suu Kyi (REUTERS/Ann Wang)

Estados Unidos sancionó en febrero al comandante del Ejército de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, quien lideró el levantamiento militar que llevó a la deposición del Gobierno electo de Aung San Suu Kyi, así como a otros nueve oficiales y a varias empresas vinculadas con las Fuerzas Armadas de ese país.

Durante la jornada del sábado se informó de 114 muertos por la represión de las protestas contra el golpe de Estado. La represión tuvo lugar mientras el Ejército celebraba con un desfile en la capital el Día de las Fuerzas Armadas, que grupos de manifestantes habían llamado a convertir en “día contra la dictadura militar”.

La situación del país se debatirá en el Consejo de Seguridad de la ONU el miércoles, indicaron diplomáticos este lunes.

En total 521 personas, entre ellas numerosos estudiantes y adolescentes, murieron por disparos de policías y militares en los últimos dos meses, según la Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP),l a que admite firma que el saldo sea “probablemente mucho mayor”.

Este martes, los manifestantes de la capital económica, Rangún, llenaron las calles de basura en un nuevo acto de resistencia.

Un grupo de manifestantes exige
Un grupo de manifestantes exige "democracia" en Myanmar (Dawei Watch/via REUTERS)

Ocho personas murieron el martes en el estado de Shan, y también se registraron víctimas mortales en los estados de Kashin, Mandalay y Bago, según la AAPP.

Ante el derramamiento de sangre, varias facciones rebeldes amenazaron el martes con tomar las armas contra la junta. Si las fuerzas de seguridad “siguen matando civiles, colaboraremos con los manifestantes y tomaremos represalias”, indicó una declaración conjunta, firmada entre otros por el Ejército de Arakan (AA), un grupo armado con varios miles de hombres e importantes recursos.

Desde la independencia de Myanmar en 1948, varios grupos étnicos han entrado en conflicto con el gobierno central para conseguir más autonomía, acceso a los numerosos recursos naturales del país o una parte del lucrativo tráfico de drogas.

En los últimos años el ejército había acordado un alto el fuego con algunos de ellos e incluso había retirado al AA de su lista de organizaciones terroristas a mediados de marzo.

Con información de AFP

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