El estado de Nueva York comenzará a vacunar contra el COVID-19 a las personas mayores de 30 años a partir del martes 30 de marzo, mientras que aquellos mayores de 16 que no entren en este demográfico estarán habilitados para ser inoculados desde el próximo 6 de abril.
Así lo comunicó el gobernador, Andrew Cuomo, que en un comunicado destacó el hecho de que la habilitación para todos los adultos tendrá lugar “casi un mes antes” de la fecha anunciada por el presidente Joe Biden, quien había llamado a los estados a hacerlo para el 1 de mayo. Otros estados también se han adelantado a esa fecha y realizado anuncios de la misma naturaleza, entre ellos California y Florida.
“Hoy damos un paso monumental en la lucha para vencer al COVID. A medida que continuamos expandiendo la cantidad de gente habilitada, Nueva York redoblará los esfuerzos para que la vacuna sea accesible para todas las comunidades y asegurarse de lograr una situacióin de equidad, particularmente en lo que respecta a las comunidades de color que son dejadas atrás demasiado seguido”, indica un párrafo del documento publicado por la oficina de Cuomo.
“Podemos ver la luz al final del túnel, pero hasta que lleguemos allí se vuelva más importante que nunca que todos los neoyorkinos usen mascarilla, mantengan la distancia social y respeten todos los lineamientos sanitarios”, agrega.
El comunicado también destaca que el estado ha administrado más de 9 millones de dosis a nivel estatal. Según estadísticas de la administración estatal, casi el 30 por ciento de la población ha recibido al menos una dosis, mientras que el 16,8 por ciento (3,35 millones de personas) han sido completamente inmunizadas. A nivel nacional, Estados Unidos ha administrado más de 145 millones de dosis. El 28,6 por ciento de la población ha recibido al menos una, mientras que el 15,6 está totalmente inoculada.
El epicentro de la primera ola de COVID-19 durante los primeros meses de 2020, Nueva York ha reportado al lunes más de 1,89 millones de casos positivos y 50.319 muertes, la segunda cifra más alta a nivel nacional sólo por detrás de California.
Al igual que la vasta mayoría de los Estados Unidos, el estado enfrentó potente ola de muertes y contagios durante los últimos meses de 2020 y los primeros de 2021. Y si bien las cifras han disminuído desde principios de febrero -en parte por el avance de las campañas de vacunación- estas se han mantenido en una elevada meseta a lo largo de las últimas semanas.
El domingo, Nueva York reportó 9.440 casos positivos y 87 muertes. Pero en comparacióin con la primera ola, la proporción de decesos con respecto a los casos detectados es sustancialmente menor. El 17 de abril de 2020, el estado registró más de 1.000 muertes. Durante la segunda ola, la mayor cifra es 264.
No obstante, las autoridades estadounidenses continúan en alerta. Este lunes, la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), Rochelle Walensky, dijo que tiene una sensación de “fatalidad inminente” y que está “asustada”.
“Ahora es uno de esos momentos en los que tengo que compartir la verdad y tengo que esperar y confiar en que escuchen. Voy a dejar el guión y voy a reflexionar sobre la sensación recurrente que tengo de fatalidad inminente”, dijo Walensky en una rueda de prensa, en la que por momentos estuvo a punto de perder la compostura.
“Tenemos mucho que esperar, muchas promesas y potencial (...) y muchas razones para la esperanza. Pero ahora mismo tengo miedo”, expresó.
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