A dos meses del violento asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de simpatizantes del entonces presidente Donald Trump, el cual dejó cinco muertos, este jueves se llevó a cabo una audiencia virtual del subcomité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes sobre la lucha contra la desinformación en el que congresistas interrogaron sobre el asunto a los altos ejecutivos de las principales plataformas y redes sociales: Mark Zuckerberg (Facebook), Jack Dorsey (Twitter) y Sundar Pichai (Google).
En un tramo de la audiencia, el representante demócrata Mike Doyle (Pensilvania), preguntó a los empresarios si sus plataformas habían contribuido a la difusión de desinformación y a la planificación del ataque contra el Congreso. La respuesta debía ser “sí” o “no”.
En lo que parece haber sido el primer reconocimiento público de un alto ejecutivo de estas empresas, Dorsey respondió que “sí”. No obstante, aclaró: “También hay que tener en cuenta un ecosistema más amplio, no son solo las plataformas tecnológicas que utilizamos”.
En cambio, Zuckerberg comenzó una respuesta más extensa: “Nuestra responsabilidad es construir sistemas…”, dijo, cuando Frank Pallone, presidente del Comité, lo interrumpió y pidió que se limitara a decir “sí” o “no”. Ante ello, e CEO de Facebook permaneció callado.
En esa línea, Zuckerberg defendió el papel que su empresa desempeñó durante el proceso electoral de 2020 en Estados Unidos y los meses posteriores. Al referirse a los ataques contra el Capitolio responsabilizó al ex presidente Donald Trump.
“Nosotros cumplimos con nuestro trabajo para garantizar la integridad de las elecciones. Y luego, el 6 de enero, el presidente Trump dio un discurso en el que rechazó los resultados y pidió a la gente que luchase”, indicó Zuckerberg en su comparecencia.
Pichai, por su pate, tampoco ofreció una respuesta concreta: “Siempre sentimos cierto sentido de la responsabilidad”, expresó.
Tras el ataque perpetrado el 6 de enero por los partidarios de Trump, Twitter y Facebook prohibieron a Trump publicar en sus plataformas, situación que continúa en la actualidad. Sus acciones sugirieron que veían un riesgo de que se incitara a más violencia a partir de lo publicado en sus sitios.
Twitter indicó que la decisión es permanente, mientras que un panel de expertos externo a Facebook continúa deliberando para determinar si seguir los mismos pasos o no. Ante ello, distintos reportes indicaron que Trump está trabajando para lanzar su propia red social.
Ante los cuestionamientos por el aumento de mensajes de odio, racistas, extremistas, y de desinformación, los presidentes ejecutivos dijeron que están haciendo todo lo posible para evitar esos contenidos perjudiciales.
“Todos los días Twitter lidia con consideraciones complejas sobre cómo abordar el extremismo y la desinformación”, dijo Dorsey en su testimonio escrito publicado con antelación. Y añadió: “Nuestros esfuerzos para combatir la desinformación, sin embargo, deben estar vinculados a ganarse la confianza. Sin confianza, sabemos que el público seguirá cuestionando nuestras acciones”.
Pichai dijo que Google se dedica a dar a la gente “contenido confiable y oportunidades de libre expresión a través de nuestras plataformas, al tiempo que limita el alcance de la desinformación perjudicial”.
Zuckerberg, por su parte, señaló que Facebook ha intensificado sus esfuerzos “para mantener el odio y la violencia fuera” de la plataforma y ofreció una propuesta para abordar las preocupaciones sobre la responsabilidad de las redes, sugiriendo que cada una tenga sistemas para eliminar el contenido ilegal.
Y concluyó: “La gente de todas las tendencias políticas quiere saber que las empresas están asumiendo la responsabilidad de combatir el contenido y la actividad ilegal en sus plataformas.”
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