Los estudiantes pueden sentarse con seguridad a sólo 91 centímetros (tres pies) de distancia en el aula siempre que lleven mascarillas, pero deben mantener 1,8 metros (seis pies) entre ellos en eventos deportivos, asambleas, almuerzos o prácticas del coro, informaron este viernes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en un relajamiento de sus directrices sobre la prevención del COVID-19.
Las recomendaciones revisadas suponen un giro respecto a la norma anterior, que estipulaba una distancia social de 1,8 metros en todos los casos, lo cual había limitado drásticamente el número de alumnos que podían acoger algunos centros escolares. Muchos establecimientos habían tenido que retirar pupitres, escalonar los horarios y tomar otras medidas para mantener a los niños separados.
Los 91 centímetros “dan a los distritos escolares una mayor flexibilidad para albergar a más estudiantes durante un período prolongado de tiempo”, dijo Kevin Quinn, director de mantenimiento e instalaciones de la Escuela Secundaria Mundelein, en los suburbios de Chicago.
Lo cierto es que, en los últimos meses, las escuelas de algunos estados han hecho caso omiso de las directrices de los CDC, utilizando los 91 centímetros como norma. Los estudios sobre lo ocurrido en algunos de ellos ayudaron a convencer a la agencia, dijo Greta Massetti, que dirige el grupo de trabajo de intervenciones comunitarias de los CDC.
Aunque hay pruebas de que la educación en persona mejora la salud mental y otros beneficios, “no tenemos realmente evidencias de que se necesiten 2 metros para mantener una baja propagación”, dijo. Además, los niños más pequeños tienen menos probabilidades de enfermar gravemente a causa del coronavirus y no parecen propagarlo tanto como los adultos, y “eso nos permite confiar en que ese metro de distancia física es seguro”, dijo Massetti.
La nueva guía elimina también las recomendaciones de usar escudos de plástico u otras barreras entre los pupitres. “No tenemos muchas pruebas de su eficacia” para prevenir la transmisión, dijo Massetti.
Por otro lado, se conseja dejar al menos un metro de espacio entre los pupitres en las escuelas primarias, incluso en los pueblos y ciudades donde la propagación en la comunidad es elevada, siempre que los alumnos y los profesores lleven mascarillas y tomen otras precauciones. Los CDC establecieron que el espacio también puede ser de un metro en las escuelas secundarias y preparatorias, siempre que no haya un alto nivel de circulación comunitaria. Si lo hay, el espacio debe ser de al menos 2 metros. De todos modos, los profesores y otros adultos deben seguir manteniéndose a dos metros de distancia entre sí y de los alumnos, según los CDC.
La Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, dijo que las recomendaciones revisadas son una “hoja de ruta basada en la evidencia para ayudar a las escuelas a reabrir de forma segura, y permanecer abiertas, para la instrucción en persona”. “La educación segura en persona da a nuestros niños acceso a servicios sociales y de salud mental críticos que los preparan para el futuro, además de la educación que necesitan para tener éxito”, agregó.
El año pasado, los CDC aconsejaron que una forma de que las escuelas funcionaran de forma segura era mantener a los niños a dos metros de distancia, la misma norma que se aplica a los lugares de trabajo y otros entornos. En cambio, la Organización Mundial de la Salud sugirió desde un comienzo que un metro era suficiente en las escuelas.
Con información de AP
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