Andrew Cuomo, gobernador del Estado de Nueva York, volvió a rechazar este viernes las numerosas acusaciones de acoso sexual en su contra y pidió “separar los hechos de las opiniones”, durante una conferencia de prensa telefónica.
“No hice nada de lo que se alega que hice. Nunca acosé a nadie, nunca ataqué a nadie, nunca abusé de nadie”, insistió Cuomo.
“La última no es cierta”, dijo el gobernador en relación a la acusación que trascendió el jueves sobre un supuesto “manoseo” de su parte a una mujer. “Las mujeres tienen el derecho de expresarse y ser escuchadas. Pero queda la cuestión de la verdad. No quiero especular por los motivos, pero como ex fiscal general que ha pasado por esto muchas veces puedo decirles que hay muchas razones para hacer este tipo de acusaciones”.
“Por eso debemos conocer los hechos antes de dar una opinión. La gente conoce la diferencia entre la politiquería, la cultura de la cancelación y la verdad”, expresó.
“Dejen que la investigación avance. No voy a renunciar, no fui electo por políticos sino por personas”, concluyó, en referencia al creciente número de legisladores de su propio partido demócrata que están solicitando que dimita, y que han incluso avanzado en una investigación por parte del comité judicial de la Asamblea de Nueva York, un paso en camino al juicio político.
No es la primera vez que Cuomo insiste en su inocencia.
El miércoles 3 de marzo el gobernador, con 10 años en el cargo, se disculpó en público por haber hecho sentirse “incómodas” a mujeres que aseguran que él las acosó, pero negó haber tocado a ninguna de ellas de manera “inapropiada” y aseguró que no iba a dimitir. “Entiendo que actué de una manera que hizo a la gente sentirse incómoda, no fue intencionado y franca y profundamente pido perdón por ello, me siento muy mal por eso”, dijo entonces en una rueda de prensa.
El domingo siguiente volvió a insistir en que no renunciará a su cargo, pese a los reclamos de dimisión de la jefa del Senado estatal (perteneciente a su propio partido), y pidió que se deje trabajar a la fiscal general del estado.
De momento seis mujeres han realizado acusaciones de índole sexual contra Cuomo. La última de ellas -y la más grave- erosionó aún más la posición del mandatario. Poco antes de su conferencia de prensa, un grupo de legisladores demócratas que representan a Nueva York a nivel nacional-entre ellos Alexandria Ocasio-Cortez y el experimentado Jerry Nadler- se sumaron al creciente coro de voces que pide su dimisión.
La denuncia “es preocupante para la seguridad y el bienestar inmediato del personal del gobernador”, dijo Alexandria Ocasio-Cortez, conocida como “AOC”, representante de los barrios Queens y Bronx, en un comunicado conjunto con otro colega neoyorquino, Jamaal Bowman.
“Le creemos a estas mujeres, a las noticias, creemos al fiscal y a los 55 legisladores de Nueva York que han llegado a la conclusión de que el gobernador Cuomo ya no puede liderar eficazmente ante todos estos desafíos”, expresaron en su comunicado.
Nadler, por su parte, dijo que Cuomo ha perdido la confianza de los neoyorquinos. “Las acusaciones reiteradas contra el gobernador y la manera como ha respondido a ellas hace imposible que siga gobernando”, dijo.
En contraste, Cuomo criticó duramente a quienes se han pronunciado en esa línea, calificándolos de “temerarios y peligrosos”. “Los neoyorkinos no deberían tener confianza en un político que adopta una posición sin conocer los hechos”, concluyó.
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