Luis Palau, el Billy Graham de los hispanos en Estados Unidos y de América Latina

Tenía 86 años y un cáncer de pulmón muy grave. Nació en Argentina y su primera misión evangélica fue en Bogotá. Se incorporó a los desayunos con pastores de la Casa Blanca que organizó Richard Nixon y desde allí creció hasta tener una iglesia valuada en casi USD 8 millones. Habló en 112 países ante un total de 1.000 millones de personas

Guardar
(CBN News)

A 55 años de su primera campaña evangélica en Bogotá, el evangelista global Luis Palau murió este jueves en su casa de Oregon, donde había regresado desde el hospital el lunes. Se decidió entonces la suspensión de su tratamiento contra un cáncer de pulmón diagnosticado en 2017, para que pasara sus últimos momentos con cuidados paliativos y en compañía de su familia.

“No ruego por mi cura porque no conozco las intenciones de dios”, dijo en una entrevista en 2020, poco antes del comienzo de la pandemia, para el canal cristiano CBN News. “Confío en él completamente. Lo único triste es dejar a mi esposa y a mis hijos, y al equipo [de su iglesia] y a unos pocos de mis mejores amigos. Pero, de verdad, estoy listo para partir”. Con 86 años y una carrera por la cual lo apodaron “el Billy Graham hispano”, consideró haber tenido una vida cumplida.

Nació en Argentina en 1934 y, si bien predicaba desde los 19 años, nadie lo reconoció en el aeropuerto de Ezeiza en 1960 cuando salió rumbo a Portland, Estados Unidos, con una beca para tomar un seminario sobre la biblia en la Multnomah School. En cambio, lo despidieron como a una celebridad en uno de sus últimos viajes a Buenos Aires, en 2008, luego de que reuniera a 500.000 evangelistas en un festival multitudinario de dos días. Nada mal si se considera que en el mismo lugar, la enorme avenida 9 de Julio, solo eventos políticos destinados a la gran historia habían superado esa cifra: el renunciamiento de Eva Perón, ya enferma, en 1951 y el discurso con que Raúl Alfonsín terminó su campaña electoral en 1983, cuando los argentinos se disponían a votar por primera vez luego de una dictadura genocida.

Tras una carrera de casi
Tras una carrera de casi seis décadas, el evangelista Luis Palau, referente hispano y latinoamericano del pentecostalismo, murió en su casa de Oregon, a los 86 años. (NA/Mariano Sanchez)

Lo habían recibido el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, una muestra del arco enorme de la influencia de Palau: eran archienemigos políticos.

Palau surfeó la ola más grande del evangelismo, ese grupo escindido del catolicismo tras la reforma protestante, que desconoce la autoridad del Papa —aunque uno de los momentos más polémicos de Palau fue su celebración del nombramiento de su compatriota Francisco— y solo acepta la biblia como fuente religiosa. Poco antes de que él realizara su campaña fundadora en Colombia, el Consejo Vaticano II decidió que los protestantes no eran herejes sino solo “hermanos separados”. Los años que siguieron fueron de la explosión del pentecostalismo en América Latina.

Para algunos se debió al descrédito de la propia iglesia católica, cuya pompa y su distancia del sufrimiento de los pobres fue señalada incluso desde su interior con el surgimiento los Sacerdotes del Tercer Mundo. Para otros, fue una política del Departamento de Estado desde Richard Nixon, quien incorporó a Graham a una suerte de asesoría espiritual al comenzar los desayunos de pastores en la Casa Blanca, a los que asistía el discípulo favorito del bautista.

En cualquier caso, desde los sesenta Palau fue creciendo hasta convertirse en la voz principal del evangelismo para los hispanos y en los países de América Latina, con una iglesia valuada en casi USD 8 millones y una tasa de crecimiento del 6% anual, aunque muy dependiente de las donaciones. Hacia el final de su vida había llegado a predicar en 112 países ante un total estimado en 1.000 millones de personas y sus programas de radio —Cruzada con Luis Palau, Luis Palau responde— se repetían en más de 2.000 estaciones de casi 50 países. Además de las autoridades de Argentina, lo las de muchas otras naciones, entre ellas varios presidentes de los Estados Unidos.

El discípulo de Billy Graham

Billy Graham, que prestó el
Billy Graham, que prestó el capital para la iglesia de Luis Palau, también lo incorporó a los desayunos de pastores en la Casa Blanca, que inauguró Richard Nixon, a quien el bautista brindaba asesoría espiritual. (http://www.luispalau.net/)

Su padre —se llamó Luis Palau porque así se había llamado él— era un inmigrante catalán en Argentina, un comerciante de la construcción profundamente religioso. Murió cuando él —el hijo mayor, seguido por cinco hermanas— tenía 10 años. Muchas veces en su prédica recordó que su padre citó a San Pablo cuando percibió que su vida terminaba: “Me voy a estar con Cristo, lo cual es mucho mejor”, dijo que lo escuchó decir. Cuando dos años después anunció a su madre su vocación religiosa, no encontró resistencia: Matilde Balfour tocaba música en una parroquia bonaerense.

Terminó el secundario en la escuela anglicana San Albano y comenzó a trabajar en un banco, para colaborar con su familia que se había trasladado a la provincia de Córdoba. Comenzó a predicar los fines de semana, en 1953, y pronto organizó un programa de radio para la iglesia de los Hermanos Libres: escuchaba con devoción el de Graham desde Oregon, y pensó en hacer algo similar en pequeña escala. Para estar más cerca de su madre y sus hermanas pidió que el banco que lo destinara a una sucursal en Córdoba en 1957, y allí continuó con su práctica religiosa, a la que le agregó unos campamentos evangelistas.

Mientras hacía lecturas sobre teología se anotó en un curso por correspondencia del Instituto Bíblico Moody, de los Estados Unidos, y a partir de sus contactos allí comenzó a trabajar como traductor del Servicio Evangelizador para América Latina (SEPAL, que se convirtió en Overseas Crusades, u OC International) y consiguió una beca para viajar a Portland, al programa de Multnomah.

Había nacido en Argentina en
Había nacido en Argentina en 1934 y se instaló en los EEUU en los sesenta, luego de hacer un seminario sobre biblia en Oregon. (http://www.luispalau.net/)

Se enamoró de otra de las estudiantes, la maestra de jardín de infantes Patricia Scofield: se casaron en 1961. Tuvieron mellizos en 1963, Kevin y Keith, el mismo año que Palau se ordenó como ministro en Palo Alto, California. Sus otros dos hijos, Andrés y Esteban, nacieron en 1966 y 1969, respectivamente, mientras el matrimonio iba y volvía de Oregon como misioneros por México y Colombia.

Su éxito en Bogotá hizo que asumiera la dirección de SEPAL y que Bill Graham le diera un capital, en cuatro cuotas de USD 25.000 desde 1970, para que construyera su propio ministerio en Oregon, cosa que logró en 1978: la Asociación Luis Palau (ALP).

La ALP siguió los pasos, en particular la comunicación, del ministerio de Graham, quien llegó a reunir a 250.000 personas en el Great Lawn del Central Park, en 1991, cuando la multitud superó las barreras de las autoridades, que consideraban inseguro reunir a más de 60.000. Pero se distinguió por un agregado central al formato de sermones y testimonios: Palau apostó a presentaciones de rock cristiano, que derivaron en festivales masivos identificados por la consigna “Buena música, buenas noticias”. También estableció redes de trabajo social en coordinación con numerosas comunidades evangélicas de distintas denominaciones en todos los Estados Unidos, en áreas como vivienda, empleo, salud y consejo legal.

Los años del auge

“Nunca me puse a pensar si era un fenómeno”, dijo a DIA 32, que lo presentó como “el predicador evangelista más popular del mundo”. Pero el crecimiento, en adeptos y en dinero, de su ministerio fue bastante extraordinario.

Comenzó a predicar los fines
Comenzó a predicar los fines de semana, en 1953, y organizó un programa de radio inspirado en el de Billy Graham, mientras hacía lecturas sobre teología y un curso por correspondencia del Instituto Bíblico Moody. (Ted Blackbrow/ANL/Shutterstock)

A partir de ALP Palau creó un Instituto Bíblico online (IBLP), que lleva su nombre y ofrece instrucción gratuita; una organización para patrocinar grupos pentecostales en el mundo (Alianza de la Próxima Generación, NGA); más de 40 libros, entre ellos ¿Dónde está Dios cuando sucede algo malo?, Armagedón: el clímax de la historia, ¿Eres cristiano, sí o no?, Cuando la soledad duele, De la mano de Jesús y ¿Estoy preparado para la guerra espiritual?; las Producciones PalauFest, compañía para realizar películas religiosas y una miríada de conferencias y seminarios en el mundo, desde los países de su continente de origen hasta aquellos que hoy no existen, como la Unión Soviética; desde el Reino Unido a China, del Caribe a África.

Incluso en los Estados Unidos se dedicó a predicar en zonas de poca densidad evangelista: “Solía jugar al rugby, y así aprendí que cuanto más grande eres más difícil es tu caída”, dijo a The New York Times en 2001, cuando comenzó una gira por los estados del noreste. “Mi objetivo es sacudir la atmósfera espiritual de Connecticut, y espero que eso mismo se desperdigue hacia Nueva York, Massachusetts y Rhode Island. Nueva Inglaterra no puede actuar eternamente como si no necesitara a dios”.

Durante los setenta, la década de las peores dictaduras en América Latina, Palau hizo una hábil jugada que perjudicó a la iglesia católica, en muchos países —incluida su Argentina natal— denunciada entonces como cómplice del terrorismo de estado: “El énfasis en la cruz está orientado a un Cristo muerto”, dijo en una entrevista de 1977 para la revista Time. “Nuestro énfasis está puesto en que él vive. Él puede tocar tu vida hoy, revolucionar tu hogar, convertirte en una persona distinta”.

A partir de la ALP
A partir de la ALP Palau creó un Instituto Bíblico online (IBLP), una organización de patrocinio a los pentecostales en el mundo, la Alianza de la Próxima Generación, y publicó más de 40 libros que llevó por sus giras internacionales. (Peter Brooker/Shutterstock)

Time comentó: “La fuerza del mensaje de Palau —o la debilidad de la iglesia latinoamericana— se puede ver en los estadios que él llena”. La nota agregó que el pastor acababa de regresar de un “Banquete de la Esperanza” realizado en Colombia, con 2.500 líderes cívicos, cuyos organizadores, según el propio entrevistado, “piensan que la única ideología que puede detener al marxismo leninismo o la desintegración de nuestra sociedad es el cristianismo evangélico”.

En Nueva York y en Buenos Aires

Entre los momentos más importantes de su carrera se cuentan su invitación a la Casa Blanca de su amigo George W. Bush, en octubre de 2002, para conmemorar el Mes de la Herencia Hispana: lo acompañaron Emilio y Gloria Estefan, el animador chileno Don Francisco, el balsero y republicano Mel Martínez y la estrella del pop cristiano Jaci Velásquez. Pero acaso en la memoria popular persista con más fuerza su acto en 2015 en el Central Park de Nueva York, CityFest, al que asistieron más de 60.000 personas.

Como en todas sus grandes presentaciones, hizo alianzas con templos evangelistas de distintas denominaciones, en este caso con 1.700, 900 de los cuales eran hispanos. “El tamaño del festival desmiente la reputación secular de la ciudad y habla del vibrante movimiento evangélico en Nueva York”, observó The New York Times. “El fenómeno está impulsado en gran medida por las iglesias que dirigen inmigrantes y han proliferado en los distritos fuera de Manhattan”. El barrio de Queens, sobre todo, fue un gran bastión.

—Usted soñó con predicar en Nueva York, ¿verdad? —le preguntó Christian Post.

Sus programas de radio, Cruzada
Sus programas de radio, Cruzada con Luis Palau y Luis Palau responde, se repetían en más de 2.000 estaciones de casi 50 países. (http://www.luispalau.net/)

—No fue un sueño-sueño, es algo que tenía en mi corazón —aclaró—. Un sueño, una visión, un deseo. Porque Nueva York es como Buenos Aires: muy grande, finge ser autosuficiente.

Buenos Aires lo había recibido con los brazos abiertos siete años antes, al punto que el gobierno de la ciudad lo multó por los destrozos que medio millón de evangelistas realizaron cerca del famoso Obelisco durante los dos días de su megafestival. El alcalde, Macri, admirador de Palau y futuro presidente, le echó la culpa al gobierno nacional, que tiene sede en la ciudad, por las complicaciones; la presidenta Fernández de Kirchner acusó a su vez al municipio, y en el intercambio se habló de corrupción, al punto que Palau salió a decir “Nadie pidió nada y nadie cobró”.

En cualquier caso, tanto Macri —quien lo declaró luego “huésped de honor” de Buenos Aires— como Fernández de Kirchner lo recibieron oficialmente; Palau también estrechó las manos del vicepresidente Julio Cobos, el jefe de Gabinete —hoy mandatario argentino— Alberto Fernández y varios legisladores y sindicalistas.

En Argentina, donde el pentecostalismo tuvo hitos como la visita del reverendo Tommy Hicks, en la década de 1950, promovida por el presidente Juan Perón, en las últimas décadas la organización del movimiento evangélico se fortaleció de la mano del representante de la fundación de Palau en el país: Rubén Proietti, quien preside la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) desde hace más de una década.

De Francisco a China: las polémicas de Palau

Luis Palau agregó algo central
Luis Palau agregó algo central al formato de sermones y testimonios tomados de Billy Graham: presentaciones de rock cristiano, que derivaron en los festivales “Buena música, buenas noticias”. (http://www.luispalau.net/)

En marzo de 2013, cuando Jorge Bergoglio fue nombrado líder espiritual de los 1.200 millones de católicos del mundo, Palau publicó un video para celebrarlo. “Creo que el mundo cristiano puede regocijarse”, dijo. “Para los latinos es una emoción muy grande, el primer Papa de la America Latina; lo que a mí me entusiasma es que el papa Francisco se centra en Jesucristo, toma a pecho la palabra de dios”. Y cerró: “Es una gran bendición y debemos orar por él, como él nos ha pedido”.

Luego le contó a la prensa de Oregon: “Exploté. No lo podía creer. La última elección él fue candidato, pero me dijo que sintió que dios lo guiaba para que no fuera así. Le dije: ‘Quizá la próxima’, y me contestó: ‘Voy a ser demasiado viejo’”. Pero pasó, y a muchos evangelistas no les gustó su alegría por el hecho.

Escribieron comentarios en las cuentas de Palau en las redes sociales. “Yo soy salvadoreño y los Jesuitas Católicos me dejaron amargas experiencias en cuanto a la guerra civil”, escribió uno, en alusión a la orden de Francisco”; “No me diga que el Papa es cristocéntrico, porque si lo fuera denunciaría la idolatría y no la practicara él mismo”, dijo otro en referencia a que los pentecostales no rinden culto a los santos o la virgen María. “De verdad duele cuando vemos evangelistas que están promoviendo el ecumenismo”, agregó otro.

Palau debió aclarar que el sentido de sus palabras era “tender puentes con personas de diferentes tradiciones y trasfondos”, y que “pese a sus diferencias” con Francisco, sentía por él “aprecio y respeto como persona”.

Palau surfeó la ola más
Palau surfeó la ola más grande del evangelismo, que comenzó luego de que el Consejo Vaticano II decidió que los protestantes no eran herejes sino solo “hermanos separados”. Los años que siguieron fueron de la explosión del pentecostalismo en América Latina. (http://www.luispalau.net/)

Aunque siempre se ha tratado de mantener al margen de la política explícita, el evangelista había encendido otra controversia en 2005, cuando durante un viaje declaró a la prensa de Beijing: “Algunos informes sobre la persecución en China no están justificados”, sobre las detenciones por motivos religiosos. “En primer lugar, yo no hablaría de iglesias ‘clandestinas’, sino ‘no registradas’. En lo personal, yo animaría a las iglesias no registradas a que se registraran y recibieran mayor libertad y bendiciones del gobierno”.

Algunas organizaciones de derechos humanos como China Aid y Voz de los Mártires protestaron: el hecho de que él pudiera “hablar libremente”, como Palau había agradecido, no implicaba que cualquier otro religioso chino pudiera hacerlo. Pocos días antes un pastor de Beijing, Cai Zhuohua, había sido condenado a tres años de cárcel por imprimir biblias, y otros, que estaban detenidos, como el religioso Zhang Mingxuan, habían sido liberados en vísperas de la llegada del evangelista a la ciudad.

Palau había hablado del problema de la libertad de culto como si fuera una cuestión de personería jurídica y fiscal: “En los Estados Unidos, sólo cuando se registran los clérigos reciben beneficios del gobierno. Es para mantener el orden. Incluso en los Estados Unidos no te puedes salir con la tuya si desafías el orden”. También en Argentina, buscó otro caso, sus iglesias se habían registrado legalmente.

Lamento algunos de los comentarios que hice a los periodistas durante mi reciente viaje a China. No es mi papel, como evangelista, sugerir que las iglesias chinas deberían registrarse”, se disculpó. “Amo a China. Amo al pueblo chino. He rezado por China desde los 16 años. Desde siempre uno de mis objetivos ha sido ayudar y proteger a la gente de dios, no crearles problemas”.

Una despedida con los ojos abiertos

El evangelismo se escindió del
El evangelismo se escindió del catolicismo tras la reforma protestante. Desconoce la autoridad del Papa, no rinde culto a los santos ni la virgen María y solo acepta la biblia como fuente religiosa. (Jack Kurtz/Shutterstock)

Además de soñar con llenar alguna vez la plaza de Tiananmen, Palau quería hacer una gran campaña en París e ir a Cuba. Pero tenía 83 años cuando, en medio de su ajetreo habitual, se encontró con un catarro pertinaz, que lo acompañó durante un viaje al Reino Unido y no lo dejó a su regreso en Oregon. El médico le encontró un cáncer pulmonar en el estadío final, con una tasa de supervivencia a cinco años de menos del 10 por ciento.

“Fue una conmoción” dijo el evangelista a Christianity Today. “No había pasado ni una noche en un hospital, excepto cuando me rompí un hueso en 1984 luego de una misión. Lo primero que hice fue llorar. Pensé: ‘Vaya, puedo estar muerto en unos meses’. Pero no sentí pánico ni horror”. Bromeó: “Parecía que el señor me decía: ‘Eh, pensé que habías leído la biblia y que sabías que llega un momento en que es hora de irse’”.

El diagnóstico se conoció al mismo tiempo que empezaba el rodaje de Palau, The Movie: la película sobre la vida del pastor, protagonizada por el actor argentino Gastón Pauls, quien adoptó el cristianismo.

Tiempo antes, cuando Christian Post le preguntó quién sería el próximo Luis Palau, él había respondido:

Luis Palau con los herederos
Luis Palau con los herederos de la LPA: Andrés (izq.) es predicador como su padre, y Kevin es el CEO de iglesia. (http://www.luispalau.net/)

—¿Quién quiere ser?

—Bueno, todo el mundo quiere, o quería ser, “el próximo Billy Graham”, ¿no?

Cuando era joven le quería ganar a Billy Graham, o ser como él, pero no lo he conseguido. Uno es un poco impulsivo cuando es joven. Mi hijo, Andrew: creo que el señor tiene sus manos ungidas sobre él, sin duda alguna. El Señor lo usa para ganar mucha gente para él.

Andrés, el tercero, es predicador como su padre, y Kevin, uno de los mellizos primeros, es el CEO de LPA, la fundación de Palau. En las entrevistas que dio desde el diagnóstico, el evangelista repitió que una de las razones por las que se sentía en paz era porque hacía varios años que sus hijos asumieron papeles importantes en su empresa religiosa. “Si el señor quiere llevarme en los próximos meses, en en dos años, o cuando sea, estoy listo”.

Palau respondió bien al tratamiento, al punto de superar el pronóstico original. Pero en enero de 2021 fue internado por problemas respiratorios y cardíacos graves, que mejorarn por poco tiempo: en febrero debió regresar al hospital. El tratamiento garantizaba más padecimientos que resultados, así que se decidió que pasara sus últimos días con su familia —su intención era hablar a solas con cada uno de sus 10 nietos—, en su casa, con cuidado paliativos.

Trailer de "Palau"

MÁS SOBRE ESTE TEMA:

Guardar