Jen Psaki, vocera del gobierno de Joe Biden en la Casa Blanca, brindó este martes una rueda de prensa sobre distintos aspectos de la actualidad estadounidense y el vínculo con otras naciones. Consultada sobre la relación con Cuba, Psaki advirtió que un cambio en la política sobre la isla no está entre las principales prioridades del presidente Joe Biden, pero aseguró que es un tema de revisión en curso la decisión del ex presidente Donald Trump de designar al país como estado patrocinador del terrorismo.
“Un cambio de política sobre Cuba no está actualmente entre las prioridades del presidente Biden, pero estamos comprometidos a hacer de los derechos humanos un pilar fundamental de nuestra política estadounidense y estamos revisando cuidadosamente las decisiones políticas tomadas en la administración anterior, incluyendo la decisión de designar a Cuba como estado patrocinador del terrorismo”, dijo la portavoz de la Casa Blanca a los periodistas.
Este martes, ante un congreso virtual en Naciones Unidas, el régimen cubano manifestó su rechazo al terrorismo y a su inclusión en la lista de EEUU de patrocinadores de ese cruento delito internacional. “Cuba rechaza y condena todos los actos, métodos y prácticas terroristas, en todas sus formas y manifestaciones”, subrayó el comunicado divulgado por la prensa local tras ser presentado ante el organismo mundial.
Las autoridades de la isla llevaron su protesta al 14 Congreso de ONU sobre Prevención del Delito y Justicia Penal que sesionó de manera virtual. “Expresamos nuestro enérgico rechazo a la injusta y arbitraria inclusión de Cuba en la lista a pesar de que somos un Estado víctima de actos terroristas perpetrados durante años por el gobierno norteamericano o por individuos y organizaciones que operan desde ese territorio con tolerancia de las autoridades”, señaló el texto divulgado por la prensa oficial cubana.
Estados Unidos anunció el 11 de enero --a tan solo nueve días del fin del mandato de Trump-- que volvía a incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, de la que había sido retirada en 2015 durante el gobierno de Barack Obama.
En esta lista también se encuentran países como Siria, Irán y Corea del Norte, y supone sanciones hacia las naciones incluidas, como restricciones a las ayudas estadounidenses o la prohibición de la venta de material de defensa.
El ex secretario de Estado Mike Pompeo acusó a La Habana de acoger a “asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores”, así como de negarse a extraditar a los miembros de la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) y brindar apoyo al régimen de Venezuela.
Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se rompieron en 1959 tras el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro, a la que Washington respondió con un duro bloqueo y la inclusión del país en la lista de patrocinadores del terrorismo en 1962. Sin embargo, se habían restablecido en cierta medida durante la Administración de Barack Obama.
Bajo el mandato de Trump se endurecieron las restricciones y se impusieron nuevas sanciones a las que hasta entonces no habían recurrido, bajo el argumento de estar presionando al régimen de Cuba para que pusiera fin a violaciones contra los Derechos Humanos que se estarían cometiendo.
No obstante, con la entrada de Biden a la Casa Blanca se espera que se revisen las políticas adoptadas por la anterior Administración respecto a la isla, como confirmó este martes la portavoz del Gobierno, Jen Psaki.
Con información de EuropaPress
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