El Senado de los EEUU aprobó el plan económico de Biden de USD 1,9 billones para enfrentar la devastación provocada por la pandemia

La medida incluye pagos directos de USD 1.400 a los que tengan ingresos inferiores a USD 80.000 anuales, USD 50.000 millones para Gobiernos locales y presupuesto para ampliar la vacunación. El paquete volverá a la Cámara de Representantes para una votación final, antes de ser promulgado por el presidente

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El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (demócrata de Nueva York) (REUTERS)
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (demócrata de Nueva York) (REUTERS)

Los senadores estadounidenses aprobaron el plan de estímulo de USD 1,9 billones impulsado por Joe Biden en una sesión maratónica.

Los demócratas votaron para aprobar el proyecto de ley sin el apoyo de los republicanos tras una sesión de casi 24 horas, aunque ahora corresponderá a la Cámara de Representantes considerar el amplio paquete una vez más antes de que se convierta en ley y se pueda dispersar la ayuda.

La aprobación de la medida por parte del Senado supuso una victoria temprana para Biden y sus aliados demócratas en el Congreso, que habían prometido tras las elecciones presidenciales de 2020 autorizar un sólido paquete de nuevas ayudas contra el coronavirus -incluyendo otra ronda de cheques únicos para las familias- como uno de sus primeros actos. Pero un prolongado enfrentamiento entre centristas y progresistas dentro de la bancada demócrata sirvió rápidamente para ilustrar la precaria política de la escasa mayoría de desempate del partido en el Senado, donde incluso una resistencia puede poner en peligro la agenda económica de los demócratas en los primeros días de la presidencia de Biden.

La medida más llamativa del paquete son los nuevos pagos directos de USD 1.400 a los contribuyentes que tengan ingresos inferiores a los 80.000 dólares anuales por persona, o 160.000 por pareja. Asimismo, el plan incluye un rescate de 350.000 millones de dólares para Gobiernos locales y estatales, 20.000 millones de dólares para un plan nacional de vacunación y otros 50.000 para el sistema de tests de covid-19, además de ampliar hasta el 6 de septiembre las ayudas al desempleo, que caducan el 14 de marzo.

El rescate también contiene fondos para aerolíneas, sistemas locales de transporte y la red ferroviaria, además de para programas de comida, ayudas al alquiler o financiación para la reapertura de escuelas.

La propuesta original de Biden contemplaba un aumento a 15 dólares la hora del salario mínimo federal, que actualmente y desde 2007 está en 7,25 dólares la hora, pero ese punto no ha reunido los apoyos suficientes.

El presidente norteamericano Joe Biden
El presidente norteamericano Joe Biden

La oposición republicana está rotundamente en contra del rescate, por considerar que es “excesivamente costoso” y que es demasiado pronto para aprobarlo, dado que se están desembolsando aún los fondos del plan de estímulo impulsado en diciembre.

Por eso, los conservadores han tratado de entorpecer todo lo posible el proceso de aprobación e impulsaron la maratón de votos sobre enmiendas en la que está ahora inmerso el Senado.

Entre las propuestas que fracasaron a lo largo de la madrugada y la mañana en la Cámara Alta estuvo una para negar fondos a las escuelas que permitan a adolescentes transexuales competir en programas atléticos femeninos y otra para pausar la aprobación de la ley con el objetivo de añadirle fondos para lidiar con el auge de migrantes en la frontera con México.

El viernes, Biden insistió en que es necesario aprobar el plan sin dilación, moderando el entusiasmo generado por los buenos resultados en las cifras de empleo. Es un dispositivo “absolutamente esencial para revertir la situación, hacer que los niños vuelvan a la escuela en total seguridad, ofrecer un salvavidas a las pequeñas empresas y derrotar al covid-19”, dijo el mandatario.

En total se crearon 379.000 puestos de trabajo en febrero y la tasa de desempleo se redujo ligeramente a 6,2%. Pero “a este ritmo se necesitarán dos años” para volver al nivel previo a la pandemia, advirtió el presidente. En este momento, 18 millones de estadounidenses cobran una prestación tras haber perdido su trabajo o gran parte de sus ingresos mensuales.

Las nuevas contrataciones del mes de febrero se registraron principalmente en los bares y restaurantes, duramente golpeados por las restricciones implementadas en la pandemia. Otras actividades vinculadas a ocio y alojamiento, así como a servicios de salud, ventas minoristas e industria manufacturera también registraron nuevas contrataciones el mes pasado. Estas cifras sugieren que lo peor de la crisis pasó y que los empresarios parecen enfocarse en el “mini boom” económico que se espera para la primavera boreal.

La campaña de vacunación avanza y las ayudas públicas masivas -además de gastos en baja- pusieron dinero en las cuentas bancarias de los estadounidenses, por lo que se espera un incremento importante del consumo.

Según Biden, las cifras positivas del empleo son seguramente producto del plan de impulso de 900.000 millones de dólares aprobado a fines de diciembre y promulgado por su predecesor Donald Trump. Pero sin nuevas ayudas “todo se ralentizará de nuevo”, dijo el presidente. “No se puede dar un paso adelante y dos pasos atrás”, agregó.

Su plan de 1,9 billones de dólares sería el tercer paquete excepcional de ayuda aprobado por el Congreso desde el inicio de la pandemia.

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