La capital de Brasil, Brasilia, entró este domingo en un confinamiento -el segundo desde que empezó la pandemia- que durará quince días y que va acompañado de otras medidas restrictivas para intentar frenar el avance del coronavirus.
El colapso del sistema sanitario —el 99 por ciento de las camas de UCI ocupadas— y la alta incidencia que se registró en los últimos días ha precipitado a las autoridades regionales a adoptar medidas como la prohibición diaria de venta de alcohol después de las 20:00 horas.
“No estoy contento con la decisión”, señaló el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, aunque ha defendido las restricciones ya que son necesarias “ante la gravedad de la situación”.
Solo los servicios esenciales podrán funcionar en el estado, como recoge el portal de noticias G1. Así, centros comerciales, bares, restaurantes, parques, gimnasios y otros lugares donde pueden congregarse multitudes están cerrados, mientras que las escuelas privadas que reabrieron en septiembre tienen que volver a cerrar.
El presidente del país, Jair Bolsonaro, que acudió dos veces esta semana ante el Congreso para entregar dos propuestas de privatización de empresas sin mascarilla, ha utilizado Twitter para criticar la medida del confinamiento, subrayando que “el pueblo quiere trabajar” y acompañado de un video en el que un grupo de trabajadores afirman este mismo mensaje.
Por su parte, el Ministerio de Salud brasileño confirmó este domingo 34.027 nuevos casos de coronavirus y 721 nuevos decesos.
Con estas cifras el balance de acumulados en la nación latinoamericana es de 10.551.259 contagiados y 254.942 víctimas mortales.
Además, las autoridades sanitarias también informó que ya son 9.411.033 los pacientes recuperados tras haberse contagiado de la enfermedad y 885.284 los casos que siguen activos.
Hasta el sábado el país encadenó cinco días con más de 1.300 decesos diarios por covid y más de 60.000 contagios cada día.
No obstante, las cifras pueden ser mayores, ya que las propias autoridades sanitarias reconocen que tanto el número de casos de covid como el de muertes suelen bajar los fines de semana debido a la falta de personal para recopilar los datos, que solo terminan de ser consolidados los martes.
De acuerdo con el ministerio, la tasa de mortalidad por el virus fue de 121,3 decesos por cada 100.000 habitantes, este domingo, mientras que la incidencia aumentó para 5.020 contagiados, por cada 100.000 individuos. La tasa de letalidad de la enfermedad en Brasil se mantuvo en el 2,4 % del total de la población.
Desde hace más de un mes, el promedio de muertes por covid en el gigante suramericano sobrepasa los 1.000 decesos diarios y el de contagios se sitúa por los 50.000, cifras que tienen en estado crítico a medio país.
Con información de Europa Press y EFE
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