La economía de Estados Unidos creció a un ritmo de 4,1% en el último trimestre de 2020, poco más rápido de lo previsto, de acuerdo a lo informado este jueves por la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés). Pese a haber crecido en los últimos tres meses, se contrajo más que en cualquier otro año en las últimas siete décadas debido a la pandemia de coronavirus.
El efecto de las medidas gubernamentales de estímulo y la acelerada distribución de las vacunas podrían aumentar a 5% el ritmo de crecimiento en el trimestre actual que concluye en marzo, o incluso más, según estimaciones de los economistas.
El aumento de 4,1% en el producto interno bruto -el indicador más amplio de la salud económica- corresponde a una revisión al alza del 4% proyectado inicialmente y difundido hace un mes, indicó la BEA, agencia del Departamento de Comercio norteamericano.
La revisión modifica el PIB anual de la nación, que se contrajo 3,5%, la mayor declinación desde 1946 con la desmovilización de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial.
Por muy malo que fue 2020, la nación está posicionada para tener un fuerte repunte, consideran los economistas. Muchos proyectan una tasa de crecimiento de 5% o más en el trimestre actual, mientras algunas previsiones lo sitúan hasta en 9%.
Para todo 2021, los economistas prevén un crecimiento del PIB de 6%. Este sería el crecimiento anual más veloz desde el de 7,2% de 1984 cuando Ronald Reagan era el presidente.
Un aspecto que alienta el optimismo sobre una recuperación económica es la aguda declinación en las nuevas infecciones de COVID-19 y un reciente incremento en las ventas minoristas, un sector que ha enfrentado dificultades.
“Se tienen estímulos gubernamentales de gran escala, bajas tasas de interés de la Fed y una disponibilidad ascendente de vacunas”, dijo Sung Won Sohn, profesor de finanzas y economía en la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles. “Comienzan a encenderse todos los cilindros de la economía”.
La revisión al alza del PIB trimestral de la nación reflejó una actividad más fuerte en la construcción de viviendas, un mayor incremento en los inventarios de negocios y una declinación menor en el gasto estatal y gubernamental en comparación con el proyectado hace un mes.
Estos avances compensan un aumento ligeramente más lento en el gasto del consumidor, que representa dos tercios de la actividad económica. El nuevo informe mostró un crecimiento del gasto del consumidor a una tasa de 2,4%, poco menor a la de 2,5% prevista inicialmente.
La construcción de viviendas, la gran estrella de la economía el año pasado, creció a una tasa de 35,8% en el último trimestre después de una de 63% en el tercer trimestre.
La BEA indicó que el informe “refleja tanto la continuada recuperación económica después de las profundas contracciones en la primera mitad del año como el impacto continuado de la pandemia, incluidas nuevas restricciones y cierres de actividades”.
Las últimas previsiones de la Reserva Federal (Fed) apuntan a un crecimiento económico en 2021 del 4,2% para EE.UU., mientras que el Fondo Monetario pronostica una tasa de expansión del 5,1% para este año.
El Banco Central ha insistido en su intención de mantener el extraordinario apoyo monetario por largo periodo de tiempo para respaldar la recuperación económica.
La Fed rebajó de manera abrupta los tipos de interés de referencia en torno a 0% con la llegada de la pandemia en marzo de 2020 y mantiene multimillonarias inyecciones de liquidez a través de la compra de deuda desde entonces.
Jerome Powell, el presidente del banco central, apuntó esta semana en el Congreso en que la economía del país aún “está lejos” de sus objetivos económicos y recalcó que tomará “un tiempo” volver a niveles previos a la pandemia.
El índice de desempleo, que pasó del 3,5 % en febrero de 2020 al 14,7 % en abril, cuando tuvo un mayor impacto la pandemia de la covid-19, ha ido disminuyendo cada mes desde entonces y en los tres últimos meses de 2020 se mantuvo en números cercanos al 7 %.
Toda la atención se centra ahora en las negociaciones en el Congreso de cara al ambicioso plan de rescate propuesto por Biden, por valor de 1,9 billones de dólares, y que incluye transferencias directas a los ciudadanos, ampliación del subsidio por desempleo y ayudas a gobiernos estatales y municipales.
Con información de AP y EFE
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