Nichol Olsen (37) parecía tener la vida perfecta. Madre de tres hijos, un negocio estable de peluquería en San Antonio, entusiasta del ejercicio y recién había iniciado un negocio de venta de relojes y joyas con dos amigas cercanas.
Cuando no estaba trabajando, se dedicaba de lleno a sus dos hijas: Alexa, una porrista de 16 años en Clark High School, y London, de 10 años, una estudiante de quinto grado en Leon Springs Elementary School.
“Amaba a esas chicas”, dijo la amiga de Olsen, Vanessa Turney, a la revista People. “Estaba increíblemente orgullosa de quiénes eran como personas”.
Olsen hacía amigos en todos los lugares a los que iba. Uno de ellos fue el competidor de rodeo y empresario, Charlie Wheeler, con quien empezó a salir después de que él la vio en Instagram y comenzó a seguirla. Más tarde, ella y sus hijas se mudaron a su enrome casa en la comunidad cerrada de Anaqua Springs Ranch, Texas.
Y ahí fue cuando ocurrió la tragedia.
La mañana del 10 de enero de 2019, Wheeler llamó exasperado al 911 para informar que había encontrado a Olsen y a sus dos niñas muertas dentro de la casa. Wheeler le dijo a la policía que él y Olsen habían tenido una discusión la noche anterior, y explicó que había ido a la casa de un familiar, pero que al regresar al día siguiente, fue cuando las encontró sin vida.
El forense determinó que la muerte de las tres mujeres, provocada por un arma de fuego, había corrido a cargo de la misma Olsen quien supuestamente después de matar a sus hijas se habría suicidado.
“Es una locura que alguien piense que ella era capaz de matar a sus propias hijas”, dijo el hermano de Nichol, Justin.
“Estaba haciendo planes para el futuro, estaba inscribiendo a Londres en clases de canto”, agregó.
El alguacil del condado de Bexar, Javier Salazar, anunció que su equipo aún estaba investigando los hechos, pero detalló que en otoño de 2020 los investigadores no encontraron nada para anular la decisión del forense. Sin embargo, en enero, dijo que la investigación era insuficiente y reasignó el caso a un investigador de casos sin resolver.
Las autoridades dicen que todavía no tienen sospechosos.
Mientras tanto, los padres de London y Alexa han presentado demandas por homicidio culposo contra Wheeler, alegando que fue negligente con la muerte de las niñas. En la demanda presentada por el padre de London, Héctor Bribiescas, se alega que después de una larga discusión con Olsen, en la que supuestamente exhibía un “comportamiento cada vez más errático”, Wheeler salió de la casa sabiendo que había dejado un arma de fuego sin asegurar en su buró.
La abogada defensora de Wheeler, Therese Huntzinger, dijo que Wheeler estaba “destrozado” por las muertes. “Charlie no tiene ninguna responsabilidad, ni criminal ni civil, en este asunto”, dijo. “Es absurdo”.
El padre de Alexa, Carlos, compartió recuerdos de su primogénita fallecida con su hija recién nacida. “Miramos la foto de Alexa en la pared todos los días y le muestro a mi hija pequeña fotos de su hermana mayor, sabiendo que ella nunca llegará a conocerla. Y mi hija mayor tampoco la verá, al menos no hasta que terminemos todos juntos en el cielo. Va a ser un proceso lento, pero tenemos que lidiar con eso. Es difícil, pero así es. Esa es la vida que voy a tener que vivir”.
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