La ola de frío polar que golpea gran parte de Estados Unidos ha dejado al menos 23 fallecidos en distintos incidentes y más de cuatro millones de hogares sin suministro eléctrico, mientras ha comenzado a obstaculizar la vacunación contra la COVID-19.
El temporal ‘Uri’, que tiene a 105 millones de personas en alerta en distintos puntos del centro, sur y este del país, ha dejado ya una veintena de muertos en distintos incidentes como caídas, incendios en viviendas sin electricidad, intoxicaciones con monóxido de carbono en intentos de generar calor, atropellos o accidentes de coche, informa The New York Times.
Las bajas temperaturas han congelado también este martes las fuentes de energía y han dejado sin electricidad a casi cuatro millones de hogares, tres millones de ellos en el estado de Texas, lo que ha empujado al gobernador, Greg Abbott, a pedir investigaciones y reformas en el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas, ya que, en sus palabras, “la red ha sido todo menos confiable en las últimas 48 horas”.
Mientras, en lugares como Houston, la falta de energía ha inundado las emergencias de los hospitales con pacientes afectados por monóxido de carbono, ya que algunos habitantes han recurrido a métodos “peligrosos” para mantenerse calientes antes las temperaturas gélidas, según han relatado distintos profesionales sanitarios.
Por otro lado, el mal tiempo ha obstaculizado la distribución de vacunas contra la COVID-19 en puntos como el condado de Miami Dade, donde cerca de 2.000 personas no recibirán su segunda dosis cuando lo tenían programado por retrasos a causa del temporal, según informa CNN.
Lo mismo ocurre en Colorado, donde se verá afectada la llegada de 133.000 vacunas en los próximos días, mientras en Ohio se podría sufrir un retraso de dos días en la entrega del inmunizador, según ha precisado su gobernador, Mike DeWine.
Asimismo, más del 73 por ciento del territorio continental del país ha estado cubierto de nieve este martes, según la Oficina de Predicción del Agua de la Administración Oceánica y Atmosférica, con capas en 45 de los 48 estados de la zona.
Este martes, al menos 20 ciudades han sufrido también el clima más frío de su historia. En el centro del país las temperaturas se han desplomado a mínimos que no se habían visto desde hace un siglo, con menos de 14 grados en Oklahoma.
Tras dejar importantes daños en el sur del país esta semana, la tormenta se mueve este martes hacia el noroeste, dejando fuertes nevadas y hielo por el camino, mientras se pronostica que millones de personas seguirán sufriendo sus bajas temperaturas hasta finales de semana, según CNN.
“Las acumulaciones significativas de nieve, aguanieve y lluvia helada se esparcirán por la mayor parte del medio sur el miércoles y jueves”, ha indicado, por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional. En concreto, las advertencias de tormenta están vigentes en partes de Mississippi, Oklahoma, Tennessee, Texas y todo Arkansas.
“No sobrevivimos a casi un año de pandemia para perder gente a causa de una tormenta de nieve o de hielo”, dijo el gobernador de Kentucky, Andrew Beshear.
Un choque múltiple provocado por el hielo en una carretera cerca de Dallas dejó al menos seis muertos y decenas de heridos el jueves pasado.
Las autoridades de Luisiana confirmaron el lunes la muerte de un hombre en la ciudad de Lafayette, la primera relacionada con el mal tiempo en el estado sureño.
También murió un hombre en un accidente automovilístico cuando se desplazaba por una placa de hielo en Kentucky, según CBS.
Además, un niño murió después de caer en un estanque helado en Tennessee, según declaró la policía a los medios locales; y un anciano falleció en Texas, lo que elevó a 11 el número de muertos por la ola de frío.
Más acostumbrado a los récords de calor, Texas se ha visto particularmente afectado por esta histórica ola polar.
Un espeso manto de nieve cubre calles, árboles y coches en la capital del estado, Austin. Algunos lugares incluso sufrieron caídas de temperatura de hasta -18 grados centígrados este fin de semana, mientras que Houston alcanzó los -9 grados.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien declaró el estado de emergencia en Texas, ha conversado este martes con los gobernadores de los estados afectados por el temporal y les ha reiterado que la Administración está preparada para responder a las solicitudes de asistencia, según detalla un comunicado de la Casa Blanca.
También ha garantizado que desplegará cualquier recurso federal adicional disponible para ayudar a los habitantes a “superar esta tormenta histórica”.
En este sentido, ha mostrado también su gratitud a todos los trabajadores que están respondiendo a la tormenta, que “están tomando medidas rápidas en condiciones horribles para salvar vidas”.
Récords de frío
Además de Texas, otros estados como Alabama, Oklahoma, Kansas y Misisipi y Oregon -donde 300.000 personas están sin electricidad- han declarado el estado de emergencia.
Más de 3.000 vuelos fueron cancelados el lunes en todo el país según el sitio web FlightAware.
“Más de 150 millones de estadounidenses viven en un lugar donde se han implementado advertencias de frío extremo, lluvia helada o alertas de vigilancia por tormentas de nieve”, dijo el lunes el NWS.
“Esta espectacular ola de frío que golpeó el territorio continental de Estados Unidos está vinculada a la combinación de un anticiclón ártico que transporta temperaturas bajo cero y una depresión muy activa con olas de precipitaciones”, señaló el ente.
“Cientos de récords de frío ya se han registrado y seguirán registrándose durante esta ola de frío polar”, agregó el NWS.
En el centro del país, las temperaturas ya alcanzaron máximos históricos durante el fin de semana con -45 grados centígrados en partes de Minnesota, uno de los estados más fríos de Estados Unidos.
Se estima que las temperaturas podrían caer muy por debajo de los promedios estacionales en el centro y las llanuras del sur del país hasta el martes, advirtieron los servicios meteorológicos.
(Con información de AFP y Europa Press)
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