El “Lex Luthor de internet”: quién es el CEO de Epik, la empresa que brinda la infraestructura en línea a las aplicaciones de extremistas

Rob Monster se define como un cristiano libertario y cree que ayudar a estas plataformas es su manera de “enfrentar la cultura de la cancelación” y a las grandes compañías tecnológicas

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Rob Monster, CEO de Epik: “Si alguien, en su búsqueda de la verdad, quiere atravesar un pantano desagradable, ¿quiénes somos nosotros para decidir que no deberían tener la oportunidad de hacerlo?”.
Rob Monster, CEO de Epik: “Si alguien, en su búsqueda de la verdad, quiere atravesar un pantano desagradable, ¿quiénes somos nosotros para decidir que no deberían tener la oportunidad de hacerlo?”.

Epik llevaba ya casi una década en el mercado de servicios de direcciones web, servidores y desarrollo de sitios cuando, en 2018, se hizo polémicamente famosa de la noche a la mañana. Una masacre en una sinagoga de Pittsburgh había dejado 11 muertos; el atacante armado había publicado mensajes antisemitas en la red social derechista Gab poco antes de salir a cometer el crimen. GoDaddy, el servicio de internet que alojaba a Gab, lo desconectó.

El CEO de Epik, Rob Monster, pensó: “No me parece que haya habido mucho de debido proceso en lo que respecta a cómo se tomó la decisión de dejar a Gab sin plataforma”. Y le ofreció su ayuda. Gab volvió a la vida.

La empresa se convirtió en un imán para otros sitios que cada tanto se volvían demasiado extremos para internet por contenidos como fake news o discurso de odio. Hoy Epik mantiene el dominio web del sitio de teorías conspirativas InfoWars, al foro sobre armas AR15, al sitio de fanáticos de Donald Trump Patriots.win, a esa suerte de YouTube sin regulación llamado BitChut y, desde que Amazon Web Services le cortara el servicio a Parler luego del asalto al Capitolio el 6 de enero, a esta red social donde se comunicaban muchos de los que hoy están procesados por el hecho.

Cuando Amazon Web Services dejó offline a Parler, luego del asalto al Capitolio, que algunos coordinaron en la plataforma, Epik le ofreció sus servicios. (Gabby Jones/Bloomberg)
Cuando Amazon Web Services dejó offline a Parler, luego del asalto al Capitolio, que algunos coordinaron en la plataforma, Epik le ofreció sus servicios. (Gabby Jones/Bloomberg)

“Si quisieras hacer el casting para un villano que fuera el Lex Luthor de internet, Rob Monster es probablemente lo mejor que puedas conseguir”, bromeó con NPR el propio Monster, un holandés nacionalizado estadounidense de 53 años, cuyo feed de Twitter está lleno de publicaciones sobre tecnología, cristianismo y reflexiones sobre la libertad.

El fundador y director ejecutivo del “banco suizo de la industria de las direcciones web”, según se presenta la empresa en su página, dijo que esta es su manera de “enfrentar la cultura de la cancelación” y a las grandes compañías tecnológicas. “Si alguien, en su búsqueda de la verdad, quiere atravesar un pantano desagradable, ¿quiénes somos nosotros para decidir que no deberían tener la oportunidad de hacerlo?”, dijo a la radio pública de los Estados Unidos.

Mucha gente no concuerda, desde luego. “Si bien el discurso de odio infiltra todos los rincones de internet, incluidas las plataformas convencionales como Facebook y Twitter, Michael Edison Hayden del Southern Poverty Law Center, que rastrea los grupos discriminatorios, dijo que los grupos que Epik sostiene se encuentran entre los que se destacan”, sintetizó NPR.

“Si quisieras hacer el casting para un villano que fuera el Lex Luthor de internet, Rob Monster es probablemente lo mejor que puedas conseguir”, bromeó con NPR el propio Monster.
“Si quisieras hacer el casting para un villano que fuera el Lex Luthor de internet, Rob Monster es probablemente lo mejor que puedas conseguir”, bromeó con NPR el propio Monster.

Ofrecen una concentración inusual de teorías conspirativas sobre las recientes elecciones presidenciales en los Estados Unidos, sobre las vacunas, sobre las masacres, y un contenido llamativamente constante de antisemitismo, misoginia y racismo. “La diferencia es que hay gente con ambiciones terroristas que complota a la vista de todos, y produce propaganda que buscan usar para de algún modo alentar la violencia”, agregó Hayden. “Y esos son los sitios de Rob Monster está dispuesto a recoger”.

Desde su casa con vista a un lago en Sammamish, cerca de Seattle, en el estado de Washington, Monster se describió como un cristiano libertario, no un absolutista de la libertad de expresión. Como ejemplo de los límites que no está dispuesto a atravesar Monster recordó que el sitio 8Chan buscó a Epik en 2019 luego de que Cloudflare le cortara el servicio de alojamiento en internet. De hecho, 8Chan llegó a anunciar que había encontrado refugio en Epik, pero Monster decidió en contrario, argumentando que existía “la posibilidad de una radicalización violenta en la plataforma” luego de las masacres en Dayton, Ohio, y El Paso, Texas.

Esos límites, sin embargo, pueden ser fluidos. En 2019, cuando Epik compró la empresa BitMitigate, que daba servicios a The Daily Stormer, un sitio neonazi, terminó por convertirse en el facilitador de la existencia de esos mensajes. Monster dijo a NPR que, apenas el equipo de Epik se dio cuenta, la empresa se desvinculó del sitio neonazi. “Fue lamentable”, comentó.

Los fanáticos de Donald Trump que asaltaron el Capitolio el 6 de enero se comunicaban en plataformas como Parler o Gab. (John Harrington/Zuma Press/ContactoPhoto)
Los fanáticos de Donald Trump que asaltaron el Capitolio el 6 de enero se comunicaban en plataformas como Parler o Gab. (John Harrington/Zuma Press/ContactoPhoto)

Sin embargo, Andrew Anglin, el supremacista blanco fundador de The Daily Stormer, tiene más de 17.000 seguidores en Gab, el sitio que Epik aloja. Cuando la radio pública le señaló ese detalle, Monster vaciló. “No sé si es él, realmente”, dijo, y a continuación dijo que los supremacistas blancos son “agitadores” a los que no hay que tomar en serio.

“Creo que, hasta cierto punto, este contenido es innecesario e incendiario por naturaleza, y en gran medida no hace falta en realidad que esté disponible para la gente en internet. Pero es la decisión de las organizaciones que son nuestros clientes”, delegó. El vocero de Epik, Rob Davis, dijo TechCrunch que la firma trabaja junto con sus clientes para ayudarlos a moderar los contenidos, aunque la decisión final no le corresponde. “La libertad de expresión responsable y dentro de los límites legales es un derecho magnífico”, dijo Davis. Agregó que todas las compañías que ofrecen estos servicios tienen grupos extremos, “pero con frecuencia a Epik se le exige más” que a las otras.

En el caso de Parler, Epik le dio un registro de dominio, por lo cual la red social volvió a estar en línea. Tiene también la posibilidad de ofrecerle hosting, pero sobre el punto Monster fue vago con NPR: “Ellos tienen una cantidad desproporcionada de denuncias por agresiones que no fueron procesadas. En consecuencia, ellos abrieron la puerta para que la gente usara su plataforma con fines que quizá no eran las intenciones originales de los administradores. ¿Significa eso que no solo tenemos que dejar el sitio offline sino también destruirlo por completo?”.

Se respondió a sí mismo: “No sé pienso que el sitio se puede rehabilitar de manera tal que pueda regularse mejor”.

Cuando las firmas de tecnología juegan al policía de internet, argumentó, abusan de su poder para controlar lo que vemos y lo que no vemos en línea. Como ejemplo dio la reciente suspensión de Trump de Facebook y Twitter. “Una cosa es que te manden a dirección. Otra es que te suspendan. Y otra es que te envíen a una colonia penal por el resto de tu vida”, comparó.

Monster, fundador y director ejecutivo del “banco suizo de la industria de las direcciones web”, según se presenta Epik, dijo que él enfrenta "la cultura de la cancelación” y a las grandes compañías tecnológicas.
Monster, fundador y director ejecutivo del “banco suizo de la industria de las direcciones web”, según se presenta Epik, dijo que él enfrenta "la cultura de la cancelación” y a las grandes compañías tecnológicas.

Sin embargo, la comunicación online ha tenido implicancias en la seguridad pública offline. La libertad de expresión más allá de lo legal “no es tan virtuosa como suena”, agregó NPR. “Los algoritmos de las principales plataformas suelen amplificar la desinformación y otros contenidos dañinos y mostrarlos a gente que acaso nunca los hubiera visto de otro modo”.

Hayden observó que sin Epik algunos de los focos más nocivos de Internet podrían no existir. “Nadie dice que el mismo Rob Monster vaya a salir a hacer amenazas terroristas, pero ni no quiere ser asociado a ellas sin dudas tendría que dar un paso al frente y decir ‘totalmente, no quiero tener nada que ver con estos materiales’, pero no lo hace”.

Y esos contenidos, subrayó David Kaye, experto en comunicación en internet de la Universidad de California en Irvine, pueden estimular la violencia física. Se acaba de ver en el asalto al Capitolio, agregó, cuyos responsables se mantenían en contacto en Gab y Parler, dos sitios que Monster ayuda a mantener. “Él puede decir que son ‘agitadores’, pero lo que vemos en realidad es que en el mundo material se hace daño proveniente de esas plataformas”.

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